La primera ministra de Bangladés, Sheikh Hasina, se encaminaba hacia una clara victoria en los primeros resultados parciales de las elecciones legislativas de este domingo, marcadas por la violencia que dejó 14 muertos y denuncias de fraude de la oposición. Tras un recuento parcial, la formación de Hasina, la Liga Awami, ya había obtenido 61 […]
La primera ministra de Bangladés, Sheikh Hasina, se encaminaba hacia una clara victoria en los primeros resultados parciales de las elecciones legislativas de este domingo, marcadas por la violencia que dejó 14 muertos y denuncias de fraude de la oposición.
Tras un recuento parcial, la formación de Hasina, la Liga Awami, ya había obtenido 61 de los 300 escaños del Parlamento, contra uno sólo para la oposición, según la cadena Channel 24. Para ganar la elección en primera vuelta, debe contar al menos con 151 escaños.
En algunas circunscripciones, sus candidatos recibieron decenas de miles de votos más que sus opositores, según la misma fuente. La oposición rechazó los resultados de los comicios y pidió nuevas elecciones.
«Pedimos a la Comisión electoral que anule estos resultados de inmediato», declaró ante la prensa el dirigente de la oposición Kamal Hosain, de 82 años, y considerado el «padre» de la Constitución del país. «Exigimos que un gobierno neutro organice nuevas elecciones lo antes posible», agregó.
En el poder desde hace diez años, Hasina, de 71 años, es muy popular entre una parte de sus conciudadanos gracias a un periodo de gran crecimiento económico y por haber hecho que Bangladés pierda su imagen de nación pobre. Igualmente acogió en su territorio a cientos de miles de rohinyás que huían de Birmania.
Pero sus detractores la describen como una autócrata que ha encarcelado a su rival Khaleda Zia y ha reprimido a la disidencia con detenciones en masa, desapariciones forzadas y duras leyes que amordazan a la prensa.
Los comicios, que deben dar así un cuarto mandato a la primera ministra, terminaron a las 16H00 locales (10H00 GMT) y fueron marcados por enfrentamientos entre los partidarios de la Liga Awami, en el poder, y los simpatizantes del Partido Nacionalista de Bangladés (BNP), la principal formación de la oposición.
Diez personas murieron en estos enfrentamientos, dijo la policía, mientras que tres hombres fueron asesinados a tiros por la policía, que dijo que estaban protegiendo los lugares de votación. Además, los militantes de la oposición mataron a un auxiliar de la policía, según las autoridades.
La campaña electoral ya había estado marcada por la violencia y las acusaciones de represión contra miles de militantes de la oposición. Las muertes anunciadas el domingo elevan a 18 el número de fallecidos confirmados por la policía desde el anuncio de la fecha electoral el 8 de noviembre.
Acusaciones de represión
El gobierno anunció el despliegue de unos 600.000 miembros de la policía, el ejército y de otras fuerzas de seguridad para prevenir la violencia el domingo, las 11ª elecciones legislativas desde la independencia del país, en 1971.
Varias organizaciones internacionales de defensa de los derechos humanos, entre ellas Human Rights Watch, denunciaron el sábado en un comunicado conjunto las medidas represivas que crearon un clima de miedo para disuadir a los simpatizantes de la oposición de acudir a las urnas.
Responsables de los colegios electorales en la capital hablaban de una baja participación por la mañana.
El BNP, que boicoteó las elecciones anteriores, en 2014, acusa a los miembros de la Liga Awami de haber agredido a sus militantes para desalentar a los electores, algo que la formación política niega.
El partido de Khaleda Zia, opositora y enemiga acérrima de Hasina, también acusó a la comisión electoral de parcialidad, lo que esta rechaza. El partido dice que 15.000 militantes fueron encarcelados desde el 8 de noviembre.
«Hacemos lo que podemos para tener unas elecciones libres e igualitarias», declaró a la AFP el responsable de la comisión electoral Rafiqul Islam, respondiendo a las preocupaciones de la ONU y Estados Unidos, que también plantearon dudas sobre la credibilidad del proceso electoral.
Según la oposición, 17 candidatos habrían sido detenidos bajo cargos falsos y tribunales controlados por Sheikh Hasina habrían impedido a otros 17 opositores participar en las elecciones.
«No son unas elecciones libres y justas. Es más bien una selección controlada», declaró un diplomático occidental bajo condición de anonimato.
El regulador de telecomunicaciones había ordenado a los operadores móviles bangladesíes cortar las redes 3G y 4G hasta la noche del domingo, para «evitar que se propaguen rumores», indicó un portavoz.
Sheikh Hasina, cuyo padre Sheikh Mujibur Rahman fue el primer presidente de Bangladés, rechazó todas las acusaciones de represión y llamó a los electores a apoyarla para seguir reforzando la economía, que goza de un crecimiento anual de más de 6% desde su victoria de 2008. Según los sondeos, saldrá vencedora, logrando un tercer mandato consecutivo de cinco años desde 2008, tras un primer paso por el poder entre 1996 y 2001, un récord en la historia del país.