La reforma que terminó con la monarquía constitucional e instauró una república en Nepal fue más fácil de lograr que lo que ahora cuesta acordar la organización territorial de este país del Himalaya. La Asamblea Constituyente, de 601 miembros, está por fracasar en su labor de redactar una nueva ley fundamental antes del 28 de […]
La reforma que terminó con la monarquía constitucional e instauró una república en Nepal fue más fácil de lograr que lo que ahora cuesta acordar la organización territorial de este país del Himalaya.
La Asamblea Constituyente, de 601 miembros, está por fracasar en su labor de redactar una nueva ley fundamental antes del 28 de mayo, cuando vence el plazo previsto. La causa es el desacuerdo sobre división política del país, uno de los asuntos más delicados que trata el órgano.
La Constitución provisoria actual rige desde 2007, cuando los principales partidos políticos de Nepal acordaron transformar este país de 27,5 millones de habitantes en un Estado federal tras las prolongadas protestas en las llanuras del sur.
Los madhesi acusan al gobierno central de discriminación sistemática y reclamaron un estado separado. La comunidad puebla las llanuras que se extienden de este a oeste.
El reclamo se disolvió tras la fractura de la agrupación que impulsó las protestas, el Foro Madhesi Janadhikar. Pero los principales partidos no se ponen de acuerdo si deben adoptar un modelo de 14 provincias en función del origen étnico, propuesto por el comité de reestructura estatal, que aprobó la Asamblea.
Hay 203 grupos étnicos en Nepal, según información oficial.
Los cambios políticos de los últimos años en este país sucedieron a una sangrienta guerra civil de 10 años entre rebeldes maoístas y fuerzas estatales, que terminó en 2006. Entonces, los partidos políticos y los insurgentes acordaron abolir la monarquía y crear una república.
En el periodo de transición, el país votó a los integrantes de la Asamblea Constituyente que redactaría una nueva ley fundamental. En la primera sesión del 28 de mayo de 2008, 560 miembros, de los 564 miembros, aprobaron la moción de declarar a Nepal una república democrática, federal y laica.
Los maoístas aprueban el modelo propuesto por el Comité de Reestructura, pero el gobernante Partido del Congreso Nepalés (PCN) y el Partido Comunista Unificado (PCU) son reacios a delimitar las provincias según una distribución étnica.
El modelo conlleva riesgos, sostuvo Ram Sharan Mahat, integrante del Comité Central de Trabajo del PCN y ex ministro de Finanzas, en un artículo de prensa.
«Un Estado basado en cuestiones étnicas es contrario al concepto de equidad y a un sistema de gobierno inclusivo. La historia está llena de ejemplos en los que una comunidad dominante usó el ‘factor de presión’ por varios medios, incluida la violencia contra las minorías, para desplazar a las comunidades más débiles a fin de que la región sea más exclusiva y monolítica», explicó.
«El criterio de organización política no debe restringirse a cuestiones étnicas y también debe incluir variables geográficas, lingüísticas, recursos, concentración poblacionales y viabilidad económica», añadió Mahat.
Nepal es un país pequeño, pero tiene una gran diversidad poblacional, cuyas aspiraciones sólo pueden satisfacerse mediante unidades políticas y una representación étnica, señaló el dirigente Maoísta Devendra Poudel.
La creación de una Comisión de Reestructura Estatal a principios de marzo para tratar de salir del impasse fue la consecuencia de un acuerdo entre los tres partidos, pero no coinciden en su jurisdicción.
Los maoístas, mayoría de la Asamblea Constituyente, pretenden que la Comisión sólo defina los detalles del modelo ya propuesto, pero el PNC y el PCU, con la segunda y la tercera representación en el órgano, sostienen que debe tener la potestad de redactar una nueva ley fundamental.
La Constitución deberá ser promulgada por una mayoría de dos tercios. Si los tres partidos no llegan a un acuerdo, el proceso seguirá estancado.
Los delegados maoístas constituyen 38,1 por ciento de la Asamblea Constituyente, los del PNC, 19,1 por ciento y los del PCU 18 por ciento. El resto de los integrantes pertenecen a otros partidos o son independientes.
El debate sobre el federalismo no se salda superando las diferencias sobre el modelo a ser adoptado. Numerosas figuras políticas reclaman que se realice un referendo para decidir si la población quiere, o no, ese sistema político.
El Partido Rastriya Prajatantra, favorable al derrocado monarca Gyanendra Shah, impuso un corte en el valle de Katmandú, y reclamó el 22 de febrero que se decida por referendo si Nepal se convierte en república laica y federal.
El mandato de la Asamblea Constituyente vencerá en un mes, aproximadamente, pero ya es claro que deberá ser ampliado. Sin embargo, incluso con más tiempo, no hay garantías de que se llegue a un acuerdo sobre los asuntos delicados, como la implementación de un régimen federal.
«El federalismo seguirá siendo un tema muy, muy, controvertido porque el PCN y el PCU accedieron a regañadientes desde un principio a un Estado de esas características», señaló Krishna Khanal, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Tribhuvan. «En el fondo todavía no aceptaron realmente la idea», añadió.
La Constitución establece la posibilidad de ampliar seis meses el mandato de la Asamblea Constituyente, pero sólo en caso de que se demore el trabajo por la declaración del estado de emergencia.