El fallecimiento de Sergio Corrieri, presidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP) es una muy mala noticia para todos los que trabajamos en el campo de la Solidaridad con Cuba. Su ausencia física y la amabilidad de su trato van a hacerse notar; de eso no hay duda, pero nunca tanto como […]
El fallecimiento de Sergio Corrieri, presidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP) es una muy mala noticia para todos los que trabajamos en el campo de la Solidaridad con Cuba. Su ausencia física y la amabilidad de su trato van a hacerse notar; de eso no hay duda, pero nunca tanto como la claridad de sus ideas y la contundencia de su mensaje revolucionario.
En su última visita al Estado Español, realizada a Canarias en abril del 2006 con motivo de la celebración del IX Encuentro de Solidaridad con Cuba, Corrieri pronunció un discurso (que reproducimos) en el que abordó cuestiones fundamentales de la realidad cubana, de su desarrollo interno, y destacó la capacidad del pueblo cubano para enfrentar las duras condiciones impuestas por los distintos Gobiernos de los Estados Unidos en su obsesivo afán por destruir la Revolución.
Desde la Plataforma Canaria de Solidaridad con los Pueblos expresamos aquí nuestro profundo sentir por la muerte de Sergio Corrieri y lo hacemos de la mejor forma que entendemos se puede recordar a los verdaderos luchadores, extendiendo su pensamiento de vanguardia y comprometiéndonos a asumir la tarea que nos dejó como encargo:
«(…) Sintámonos pioneros de ese mundo del futuro, de ese mundo solidario, de ese mundo mejor que Sí es posible, que Sí trabajaremos por él y que Sí llegará».
* M.L. González es miembro de la Plataforma Canaria de Solidaridad con los Pueblos
INAUGURACION DEL IX ENCUENTRO DE SOLIDARIDAD CON CUBA DEL ESTADO ESPAÑOL
Las Palmas de Gran Canaria, 14 de abril de 2006
Para nosotros, cubanos, no sólo resultará necesario y útil este nuevo encuentro de Solidaridad con nuestros amigos de España, también es desde ya un placer celebrarlo aquí, en las Islas Canarias, a las que tanto les debe nuestra identidad por haber sido, con mucho, la emigración más numerosa que se asentó en nuestra Patria.
Nos adentramos ya en el año 48 de la Revolución. Tenemos mejores noticias para ustedes que en años anteriores. Todos los presentes creo que saben la catástrofe económica que significó para Cuba la desaparición del campo socialista y de la URSS: pérdida del 85% de los mercados, del 80% de las importaciones, incluyendo el petróleo, la caída vertical y brusca del PIB en 35 puntos porcentuales.
No hay muchos gobiernos que resistan semejante golpe. La Argentina, por ejemplo, cuando su crisis perdió menos de 20 puntos y tuvo tres presidentes en apenas dos años. Pero Cuba no se rindió, el pueblo estrecho filas junto a Fidel y la dirección revolucionaria, se apretó el cinturón y ha resistido, encontrando soluciones a nuestros graves problemas. Desde luego que hemos tenido que pagar un alto precio social y que grandes dificultades quedan por resolver. Pero hemos preservado lo más preciado y caro de este mundo: La Libertad.
Desde el triunfo de la Revolución, todas las administraciones norteamericanas, y ya van diez, han querido destruirla, y para lograrlo han utilizado vías execrables: bloqueo, invasión armada, terrorismo, introducción de plagas vegetales y animales, epidemias… Pero ninguna administración ha sido tan hostil como esta del señor Bush.
Recordemos que Bush es presidente porque la mafia cubana de Miami le dio una buena ayuda con los fraudes electorales cometidos en la Florida en el año 2000. La mafia lo proclama y Bush lo ha reconocido. Y ha prometido recompensarlos.
Así que además de afinidades ideológicas con esa mafia, que también su padre cultivó en su momento, el presidente Bush tiene una deuda de gratitud, que sin duda, está cumpliendo, porque si no la cumple, la mafia se lo exigiría públicamente, como ya ha ocurrido.
Y no olvidemos que el otro miembro del clan Bush, el hermanísimo Jeb, gobernador de la Florida, también es presidenciable y la mafia puede seguir siendo necesaria.
En estos momentos, 39 cubanos de esa mafia ocupan importantes cargos estatales y federales, en el Consejo de Ministros, en el Consejo de Segundad Nacional, en el Senado, en la Fiscalía, etc. En Miami todos los cargos oficiales tienen que estar autorizados por ellos.
El documento de 450 páginas titulado «Asistir a una Cuba Libre» hecho por una Comisión que presidió Colin Powell y publicado en mayo del 2005, es un verdadero manual de coloniaje; dice, sin disfraces ni reparos, lo que espera los Estados Unidos de una Cuba sin Revolución: una total servidumbre.
Entre otras cosas, establece una especie de Gobernador para que dirija en Cuba todos los cambios que deben hacerse, un pro-consul con poderes absolutos. Ese gobernador ya está nombrado. Ya los cubanos tenemos nuestro gobernador norteamericano, viviendo en Estados Unidos, cobrando su salario y listo para entrar en acción cuando las condiciones se lo permitan.
Sabemos que, junto a Siria, Corea e Irán, Cuba está en el menú de los Estados Unidos. Y creemos que si no fuera por la impensada resistencia que le ha ofrecido Irak a la ocupación y la desfavorable situación interna que en estos momentos afronta, dada sus mentiras e ineptitud, alguna otra agresión se hubiera producido. En cuanto a Cuba, han estado creando las condiciones en la opinión pública. Aparecemos en todas las listas negras que ese gobierno se cree en el derecho de hacer: derechos humanos, terrorismo, drogas, etc.
Nosotros hemos alertado a nuestros amigos de ese real peligro. No somos alarmistas, pero tenemos evidencias de que tal locura es posible.
A esta administración ya no le queda otra cosa por hacer que no sea la agresión militar. No queda un solo tornillo por apretar que no haya sido apretado, una sola presión que no haya sido hecha, una sola infamia que no haya sido consumada. Económicamente, no les queda nada por hacer.
Cuba sufre hoy, además, dos grandes vendetas políticas por parte de Estados Unidos. La encarcelación de nuestros cinco compatriotas condenados injustamente en un juicio que fue declarado en agosto pasado ilegal y nulo por un panel del tribunal de apelaciones de Atlanta.
Sin embargo, ahora comienzan maniobras dilatorias para prolongar el encarcelamiento de estos hombres: apelaciones a los jueces de Atlanta, posible apelación al Tribunal Supremo, quizás, al final, un nuevo juicio en otra ciudad. Pueden pasar años antes de que se haga justicia con nuestros compañeros, que en septiembre próximo cumplirán ocho años de encarcelados.
¿Y por qué fueron condenados nuestros compañeros? Por luchar contra el terrorismo que desde hace 46 años se ejerce desde Estados Unidos hacia Cuba. Infiltrados en estos grupos, que las autoridades norteamericanas organizan o protegen, impedían con sus informaciones actos terroristas que le han costado a nuestro país más de 3 mil 400 muertos y cientos de heridos e incapacitados.
Estados Unidos hace una clara diferencia en cuanto a los terroristas: están los otros, los que ellos persiguen, y están los terroristas de ellos, a quienes protegen.
Una campaña mundial crece pidiendo justicia para estos jóvenes que choca con el muro de silencio de la gran prensa del mundo. Hay que seguir insistiendo, pues la opinión mundial representa casi la única alternativa para que vuelvan a casa.
En mayo del año pasado el Grupo de Decisiones Arbitrarias de las Naciones Unidas declaró inocentes a estos hombres e ilegal el juicio que se les celebró en la ciudad de Miami. Hay que insistir, escribir al fiscal de Estados Unidos, al Cosejo de Derechos Humanos de la ONU exigiendo su libertad.
Por otra parte, un verdadero terrorista confeso, Posada Carriles, autor de la muerte de decenas de personas, responsable de la voladura de un avión cubano en pleno vuelo, reclamado por Venezuela, de donde escapó de una cárcel, goza en Estados Unidos de protección y apenas si lo juzgan por leves delitos migratorios. Dentro de poco andará Libre en cualquier país que ellos amenacen o paguen a sus gobiernos para que lo acepte.
Sin duda que el descrédito de la imagen de USA es universal. Después del escándalo por el abuso con los prisioneros en Irak y en la base de Guantánamo, se supo del trasiego de prisioneros en vuelos de la CÍA a través de numerosos países europeos y su traslado por sus territorios.
En un principio se produjeron airadas declaraciones y exigencias de explicaciones en distintos órganos de la UE, figuras de gobierno y personalidades. Condolezza Rice fue a Bruselas, se reunió con sus colegas europeos y les reafirmó el derecho de la CÍA a ese tipo de operaciones en su lucha contra el terrorismo. Eso bastó para que la comprensiva Europa no hablara más del asunto.
La verdad vino de una voz muy autorizada, la de Colin Powell, al declarar públicamente que se abandonara la hipocresía: todos los gobiernos conocían perfectamente esos manejos mucho antes de que se filtraran a la prensa. Y punto en boca, las malas conciencias no dan para más.
¡Que contraste entre la persistente y amenazante insistencia de UE para que Cuba libere a mercenarios legalmente condenados y su silencio cómplice ante las decenas de miles de muertos iraquíes, niños, ancianos, mujeres y el trato ilegal e inhumano a prisioneros, que incluye, se sabe, humillantes torturas!
El vínculo de la Unión Europea con USA permanece inconmovible y gira siempre en torno a los enfoques de Washington. El deterioro de sus relaciones con Irán y sus absurdas exigencias a Cuba son muestras de esa sumisa sintonía con la Casa Blanca.
La UE es el principal emisor de turistas a Cuba; con ella se realiza casi el 40% de nuestro comercio, que creció en el 2005; muchos de sus países tienen inversiones nada despreciables en la isla; sin embargo, en el terreno político la Unión no ha sido capaz de elaborar una política propia e independiente hacia nuestro país.
Buena noticia es que la Solidaridad con Cuba crece continuamente. Que si bien no ha habido en la Historia bloqueo tan largo, tampoco ha habido tan prolongada y vital solidaridad con una causa. Actualmente existen más de 1860 Grupos o Asociaciones de Amistad en 135 países.
Buena noticia es también que la economía cubana creció en el 2005 un 11.8%, mientras el crecimiento promedio en A. Latina apenas llegó a un 4%.
Más de la mitad de nuestras ramas industriales tuvieron crecimientos importantes, el níkel gozó de buenos precios internacionales, el turismo creció un 12%, la producción de la industria farmacéutica creció un 26%. Se remozaron cientos de escuelas y policlínicos y se aplican con éxitos más de 140 programas sociales, especialmente en Salud Pública, Ecuación, Cultura y Asistencia Social. Se terminaron 121 salas de terapia intensiva en los municipios, dotados de modernos equipos; se remodelan y amplían 52 Hospitales Nacionales, equipados con la tecnología más avanzada del mundo. Hubo una importante mejoría del salario y de las pensiones por jubilación.
Se han realizado profundas transformaciones en el proceso docente educativo de la enseñanza primaria, secundaria y preuniversitaria, perfeccionando y desarrollando nuevos métodos de enseñanza con resultados notables. La computación se enseña desde pre-escolar. Y la Universidad de Ciencias Informáticas ya tiene 8 mil alumnos.
La universalización de la enseñanza superior alcanza la impresionante cifra de 500 mil estudiantes, de ellos 360 mil en 2 133 sedes en todos los municipios del país. Cuba se convierte en lo que algunos analistas llaman un país universidad, donde la enseñanza superior al alcance de todos no es retórica, sino una realidad concreta.
Algunos rigores económicos y dificultades de la vida cotidiana empiezan a superarse. Una verdadera revolución energética ha reducido considerablemente los apagones y debe llevarlos a cero, desde el próximo mes de mayo. La vivienda y el transporte, dos de nuestros principales problemas, han sido abordados y analizados en la Asamblea Nacional y existen ya planes elaborados para su solución y algunos avances concretos.
Un masivo análisis de nuestra sociedad, de nuestras debilidades y errores, es encabezado con dura franqueza por Fidel, y se realiza en centros de estudio y trabajo. Los duros años vividos y algunas medidas económicas que fue necesario adoptar para sobrevivir, han abierto camino para la aparición de fenómenos negativos y deformaciones que nos proponemos firmemente resolver.
Compañeros y compañeras:
Buenas noticias son los nuevos aires que soplan en América Latina. Esa América en la cual el 43% de su población vive por debajo de la línea de la pobreza y cuenta con 95 millones de indigentes. Esa A. Latina que después de 20 años de una aplicación ortodoxa del neoliberalismo es el continente con peor distribución de la riqueza, donde el 20% más rico de la población disfruta del 65% de la riqueza generada, mientras el 40% más pobre de la población solo disfruta del 10%. Esa América, que hoy tiene 23 millones más de pobres que veinte años atrás y el ejército de desempleados asciende ya a cerca de 20 millones de personas, adonde 8 millones de niños trabajan y 400 mil mueren anualmente antes de cumplir los cinco años por enfermedades prevenibles.
Por todo esto, y mucho más, nuevos gobiernos que alcanzan el poder por la vía de las elecciones no parecen estar dispuestos a gobernar a espaldas de las graves necesidades populares.
Brasil, Argentina, Uruguay y ahora Bolivia, con diferentes acentos y matices proclaman la necesidad de una verdadera cooperación e integración latinoamericana y no un sumiso vasallaje a los tratados comerciales que propone los Estados Unidos, siempre a favor de sus propios intereses.
Venezuela, es otro caso aparte. Vive un auténtico y original proceso revolucionario, se ha convertido en el motor principal de esta integración, soñada por Martí y Bolívar y siempre entorpecida por nuestros poderosos vecinos y por la falta de visión de los gobiernos latinoamericanos.
El ALBA, Alternativa Bolivariana para la Integración de América Latina, contrasta con el ALCA, propuesto por USA, al poner en primer plano los intereses de los pueblos y no los de las transnacionales. Por supuesto, ya Venezuela sufre las ¡ras del imperio que no perdona su accionar independiente con sus medidas de beneficio popular.
Venezuela, quien ingresó ya en el MERCOSUR, y Cuba, promueven juntas la «Operación Milagro», gigantesco movimiento de solidaridad continental que permitirá recuperar la vista gratuitamente a millones de Latinoamericanos. Más de 200 mil operaciones se han efectuado ya a panameños, paraguayos, bolivianos, etc.
Cuba mantiene en el país 17 mil estudiantes extranjeros becados, 12 mil de los cuales estudian medicina. También 27 mil trabajadores de la salud cubanos prestan su desinteresada colaboración en 60 países. Dos mil quinientos médicos y para-médicos acudieron en octubre pasado a Pakistán y han prestado su ayuda en las alturas del Himalaya, en pleno invierno, al 73% de las víctimas totales del terremoto. Solo ahora, al cabo de casi seis meses comienzan a regresar. Nada político nos une a Pakistán, al otro lado del mundo, ni comercio ni interés material alguno, sólo el humano sentido de la solidaridad. Creemos en la solidaridad y la practicamos todo lo que podemos. Cuba no exporta armas, guerra, ni muerte; exporta salud, educación, vida.
Creo que ustedes saben de estas y de otras cosas que hablan de Cuba y su sociedad, que no es perfecta, que tiene mucho que trabajar y que lo que tiene lo ha logrado en condiciones excepcionales, enfrentados a la potencia mayor que en la Historia ha existido.
Por eso no extraña que exista un Movimiento Mundial de Solidaridad con Cuba. En todas partes hay hombres y mujeres honestos y sensibles, que comprenden que la Solidaridad no es un lujo del espíritu, ni excentricidad de pudientes y poderosos, la solidaridad es un alto valor de la cultura y un requisito indispensable para la sobrevivencia de esta humanidad, tan amenazada por la ambición de poder y riquezas de una minoría.
Sintámonos pioneros de ese mundo del futuro, de ese mundo solidario, de ese mundo mejor que sí es posible, que sí trabajaremos por él, que sí llegará.
Noticia relacionada:
IX Encuentro de Solidaridad con Cuba (Las Palmas de Gran Canaria)
Sergio Corrieri, presidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos: «El imperialismo ha caído en las trampas de la Historia»
M.L. González 15-04-2006