El Director General de la UNESCO, Koichiro Matsuura, anunciará una Estrategia Global de la UNESCO para crear un Sistema de Alerta Temprana contra los Tsunamis, que incluirá el ya existente en el Océano Índico, durante la Reunión Internacional de Naciones Unidas sobre los pequeños Estados insulares en desarrollo que se inauguró este lunes en la […]
El Director General de la UNESCO, Koichiro Matsuura, anunciará una Estrategia Global de la UNESCO para crear un Sistema de Alerta Temprana contra los Tsunamis, que incluirá el ya existente en el Océano Índico, durante la Reunión Internacional de Naciones Unidas sobre los pequeños Estados insulares en desarrollo que se inauguró este lunes en la capital de Mauricio.
«Una de las muchas lecciones que debemos aprender de la catástrofe que se ha producido en el Océano Índico es que un tsunami puede atacar en cualquier lugar en el que haya costa», dijo Matsuura en París poco antes de partir hacia Mauricio. «Para que sus repercusiones sean mínimas, es necesario que exista cooperación y colaboración entre toda una serie de entidades que va más allá de las fronteras de cualquier Estado. Un sistema de alerta temprana, para ser realmente eficaz, debe tener por lo tanto una perspectiva global».
La Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO (COI) creó en 1968 el sistema de alerta contra los tsunamis que existe en el Pacífico, y desde hace varios años defendía la necesidad de crear uno similar en el Océano Índico. Sin embargo, para algunos Estados Miembros no era una iniciativa urgente, dada la escasez de tsunamis que se producen en esa región (el último data de hace un siglo), unida a la escasez de recursos en muchos países, a una larga lista de otras prioridades y al hecho de que 85% de los tsunamis del mundo se producen en el Pacífico.
Koichiro Matsuura se congratuló por la propuesta de crear un sistema de alerta de tsunamis en la región hecha por los líderes de la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental (ASEAN) al término de la reunión que mantuvieron la semana pasada en Yakarta. Además, celebró también que varios países hayan hecho ofertas para apoyar ese proyecto. Matsuura subrayó también que hay muchas otras regiones con riesgos potenciales, entre ellas el Mediterráneo, el Caribe y el Pacífico Sudoriental.
La UNESCO está dispuesta, agregó Matsuura, a compartir la experiencia y los conocimientos que ha adquirido en el Pacífico en los últimos 40 años y aportarla en la creación de un sistema de alerta mundial, así como a fomentar la coordinación entre socios internacionales para evitar la duplicación de esfuerzos.
Un sistema de alerta mundial supone mucho más que la instalación de equipamiento para medir y encontrar los epicentros de un terremoto, puesto que ese equipamiento existe ya ampliamente en el mundo, recordó Matsuura.
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El pasado 26 de diciembre, expertos de lugares tan alejados como Hawai y Viena sabían que se había producido un terremoto en Sumatra pocos minutos después del temblor.
«Lo que falta son las redes de comunicación, la información pública y planes nacionales de acción en caso de catástrofes naturales, que son elementos esenciales para alertar rápidamente a las poblaciones y enseñarles lo que pueden hacer para salvarse y para evacuar rápidamente las áreas amenazadas y para tratar de cubrir las necesidades inmediatas de los heridos y desplazados», dijo el Director General.
Cada tipo de desastre natural tiene sus propias particularidades, continuó Matsuura, y por eso cada uno requiere una respuesta distinta. En este sentido, no puede haber un sistema «todo en uno», la gente necesita saber todos los riesgos posibles que tiene ante sí y qué puede hacer para salvar sus vidas y limitar los daños cuando llega el desastre, agregó. «Ello significa que también los gobiernos deben comprender los diferentes riesgos y estar listos para responder a cada situación», concluyó.
La reunión internacional de Mauricio, organizada por las Naciones Unidas y varios de sus organismos especializados (entre ellos la UNESCO), revisará la aplicación del plan de acción aprobado hace diez años al término de la Conferencia Mundial sobre el Desarrollo Sostenible en los Pequeños Estados Insulares que se celebró en Barbados.
En ella participan más de 2.000 delegados de 110 países, incluyendo los 51 pequeños Estados insulares en desarrollo que hay en el mundo así como varios socios de las Naciones Unidas, agencias de donantes, organizaciones no gubernamentales y grupos de la sociedad civil.