Traducido del ruso para Rebelión por Josafat S.Comín
Estimados camaradas,
Hoy todos se devanan los sesos y chismorrean, preguntándose de dónde ha salido este terrorismo, en esas proporciones, en nuestro país. ¿Por qué el gobierno no puede hacer nada contra él, por qué no nos puede defender? ¿Servirán de algo, alguna de las medidas propuestas por el Kremlin para vencer al terrorismo?
Para todas estas preguntas, existe una simple respuesta: un poder que prácticamente representa en nuestro país poco más que la comandancia de los ocupantes, del capital trasnacional, no puede batirse con el terrorismo, siendo como es él propiamente, el origen y personificación de ese mismo terror.
Un poder salido de la «quinta columna» de traidores y renegados de la Patria Soviética. El modo de operar de los quintacolumnistas, con respecto al pueblo al que han traicionado, siempre fue, es y será el mismo: el terror en todas sus formas. El poder no puede luchar contra el terror, cuando lo único que sabe hacer es provocarlo.
¿De donde salió Basaiev? y anteriormente ¿De donde Dudaiev? El mismo que desató el genocidio de la población rusoparlante en Chechenia, un genocidio bárbaro y sadista. ¿Acaso no son fruto de Yeltsin y su época, de la así llamada «democracia»? Coge toda la soberanía que puedas tragar. Bueno, pues se llenaron de soberanía yeltsiniana hasta el gaznate, y cuántos años llevan ya sin poder cerrar la garganta y vivir como personas, y dejar vivir a los demás.
Recordad como ya en tiempos de Gorbachov, comenzaron a desmantelar la URSS. De una forma organizada, metódica. Comenzaron a clavar en el cuerpo del país cuñas terroristas, haciendo ver que se trataba de actos espontáneos, de conflictos interétnicos surgidos de repente.
Baste recordar el caso de Fergana en el 89. Uno de los ejemplos más terroríficos. ¿Qué pasó allí? ¿Se metió la gente en casa de sus vecinos cuchillo en mano? Nada parecido. Llegaron en camiones gente armada hasta los dientes y comenzaron la carnicería. Es cierto, la multitud tomó parte en la ignominia, pero gran parte de ellos, eran gente a sueldo, cegada por el alcohol y los narcóticos. En el lugar de los desórdenes, alguien se había molestado en dejar cuidadosamente a mano, botellas con gasolina, piedras, metralla. Pero repito, que la mayoría de esta gente, estaba organizada, bien pagada y armada. Grupos de instigadores o simplemente guerrilleros.
Este baile sangriento se propagó por todo el país, siguiendo el mismo guión, con variaciones dependiendo de las condiciones de cada lugar.
Así que ¿De qué habría que asombrarse hoy, al ver llegar a guerrilleros en camiones dispuestos a tomar como rehenes, hospitales, centros cívicos, o escuelas? Es una técnica rutinaria, bien trabajada, señores míos. Vosotros la pusisteis al alcance de la mano de cualquier bastardo, vosotros les enseñasteis a utilizarla: no os puede sorprender que ese mismo aborto, la utilice ahora según le convenga sin pediros consejo. No podía ser de otro modo. Además estos bastardos tienen jefes por encima vuestro, que tampoco se van a andar con miramientos con vosotros.
Últimamente parece que se han puesto de acuerdo en señalar el «Octubre Negro» del 93 como pistoletazo de salida para el terror. Discúlpenme, pero ¿Qué pasa entonces con Fergana, Nagorni Karabaj, Osetia del Sur, Tuva, donde a los rusos los quemaban vivos o los despellejaban, Osh en Kirguistán, Bakú, Sumgait, la «limpieza étnica» de rusos en Chechenia…?
Nos dicen que en Beslán por primera vez levantaron la mano contra los niños. Pero si en Fergana, les abrían el vientre a las embarazadas y les sacaban a sus hijos, que quedaban moviéndose en un charco de sangre, junto a sus madres degolladas. Por todas partes moría nuestra gente, gente soviética. No nos podemos quedar en el 93.
Y luego, literalmente cada decisión gubernamental, si se puede decir así, de este régimen de ocupación, constituye un acto de terror y violencia contra nuestro pueblo. ¿Qué fue si no la «liberalización de precios» y el saqueo de los ahorros del 92, por el que condenaron a la miseria a decenas de millones de honrados trabajadores soviéticos, en un abrir y cerrar de ojos? Y qué decir del saqueo de la propiedad estatal, la destrucción masiva de empresas agropecuarias y del tejido industrial, que dejaron a miles de trabajadores en la calle, arrebatándoles el único medio de supervivencia, toda perspectiva de llevar una vida digna. ¿Qué son medio año sin recibir el sueldo, con dos horas de electricidad al día, sin agua caliente? Gente cocinando en invierno, en hogueras en la calle.
Después de esto todavía habrá quien se pregunte de dónde sale el terrorismo. El terror, es el método de gobierno en un territorio ocupado. Podrá ser más o menos evidente, pero la esencia no varía.
Este es además el método de gobierno sobre el régimen de ocupación por parte de sus auténticos amos, los que viven en la metrópoli, al otro lado del océano.
¿Cómo? ¿Qué no queréis dejar «libre» a Chechenia? Aquí tenéis una guerra de sabotaje en las calles de vuestras ciudades, en los estadios, en el metro, en los trenes, en las salas de conciertos, en las escuelas.
La gente se pregunta después de cada atentado terrorista importante, si no estará el gobierno detrás. ¿No será que le conviene, como después de las explosiones en los bloques de viviendas en el 99?
Resulta muy difícil establecer la frontera entre el terrorismo contra el que se supone que lucha el gobierno, y aquel que mana directamente de él.
Estimados camaradas, desde el 2002, con el apoyo del PCFR, funciona el centro de coordinación de acciones de protesta. El Movimiento Ciudadanos de la URSS, está representado en él. Es una iniciativa útil, que de no ser por las constantes disensiones internas en el mismo PCFR, podría serlo mucho más.
Mirad sino lo que pasa. A finales de septiembre, primeros de octubre, venimos celebrando cada año actos en recuerdo de los caídos en la defensa del parlamento en el 93. Finalizan los actos con un réquiem el 4 de octubre. Y a los dos días, el 7 de octubre, una maravillosa fecha soviética, que por cierto nadie ha abolido, el día de la Constitución de la URSS. Es lógico que nos preguntemos: ¿si queremos recuperar la memoria de los defensores de la Constitución Soviética, no sería más lógico que terminasen las celebraciones en el día en que celebramos su entrada en vigor, para acabar así en una nota de optimismo y no de funeral?
Estaréis de acuerdo en que el lema central de este mitin debería ser: La ocupación, madre del terror. Necesitamos liberar al país de la dictadura de los ocupantes del capital trasnacional. Y nos olvidaremos de explosiones, guerrilleros, shajidi y demás basura, como ocurría en la época soviética.
A nuestro presidente se le escapó no hace mucho una declaración muy interesante. Vino a decir que en la URSS la posibilidad del terrorismo era reprimida por la misma ideología dominante.
Bueno, significa entonces que era una ideología maravillosa, si por si misma, sin ayuda de ningún «spietnaz» se las ingeniaba para reprimir el terrorismo. Es allí donde debemos volver, a esta ideología, y a la Constitución basada en ella.
Confío que nuestro Consejo de coordinación no se pierda dentro de un año, sino que crezca y se fortalezca. Necesitamos que no se conforme con organizar un réquiem por la Constitución Soviética, por la que dieron sus vidas los héroes del Octubre Negro. Necesitamos que sea capaz de convocar a una gran cantidad de gente, para declarar, a viva voz, y sin ninguna clase de equívocos, que nuestro objetivo es la restauración del Poder Soviético y del orden constitucional soviético. No nos conformamos con el cambio de curso de las reformas, ni con la dimisión del gobierno. Este gobierno no basta con que dimita, deberá sentarse en el banquillo de los acusados. Tampoco hay que variar ningún curso, puesto que lo que hay no son reformas, sino la ocupación extranjera de nuestro país.
Lo primero para hacer frente a una desgracia, es saberla llamar por su nombre. El nombre de nuestra desgracia en la actualidad es el de: ocupación imperialista de la Unión de RSS y de la República Federal Socialista Soviética Rusa. La ocupación es la madre del terror.
¡Fuera los ocupantes americanos y de la OTAN y sus protegidos del Kremlin!
¡Viva el Poder Soviético, guardián de la paz, la justicia social y el trabajo creador!
¡Viva la amistad fraterna entre todos nuestros pueblos, que habitan nuestra todavía indómita Patria, la Unión Soviética!