El paro cívico de 24 horas convocado por la Confederación General de Trabajadores de Perú (CGTP) llenó las calles de Lima y de varios municipios peruanos de trabajadores. El paro iniciado ayer, día 14, se lleva a cabo en un momento de baja popularidad del presidente Alejandro Toledo, con niveles de aprobación de menos de […]
El paro cívico de 24 horas convocado por la Confederación General de Trabajadores de Perú (CGTP) llenó las calles de Lima y de varios municipios peruanos de trabajadores. El paro iniciado ayer, día 14, se lleva a cabo en un momento de baja popularidad del presidente Alejandro Toledo, con niveles de aprobación de menos de 10% en las últimas encuestas. Según la prensa local, más de 70 personas ya fueron detenidas debido a enfrentamientos con la policía. Son 93.000 policías para controlar el orden en las calles de todo país.
El objetivo de la manifestación es exigir aumentos de sueldos e cambios políticos al gobierno de Alejandro Toledo, además de una Asamblea Constituyente con el propósito de rever la constitución que se aprobó durante el gobierno del ex presidente Alberto Fujimori.
Juan José Gorriti, secretario general de la Confederación General de Trabajadores (CGT), anunció que hoy la entidad evaluará los resultados del paro cívico nacional realizado ayer, al cual calificó de contundente.
Los trabajadores de Arequipa, ciudad turística donde están sendo llevados a cabo los partidos de la Copa América, divulgaron un comunicado de prensa donde denuncian que el gobierno no pretende cambiar a la Constitución porque «sólo con esa modificación se podrá poner fin a las pensiones excesivas (ilegalmente obtenidas) de más de 25 mil Soles, mientras la gran mayoría no recibe ni 300 Soles mensuales.
Por su parte, las centrales sindicales del Perú afirmaron que evaluarán nuevas acciones de lucha si el gobierno desconoce los reclamos de los sectores populares de cambios en el modelo económico y social.
Juan José Gorriti, secretario general de la Confederación General de Trabajadores (CGTP), anunció que este jueves esa entidad evaluará los resultados del paro cívico nacional realizado ayer, al cual calificó de contundente.
La demanda principal de la protesta, durante la cual se realizaron manifestaciones en la capital y las ciudades del resto del país, es el cambio del modelo económico neoliberal del gobierno.
Dirigentes sindicales señalaron que esa política no sólo aumenta la pobreza y el desempleo de la mayoría de los peruanos, sino que sólo sirve para enriquecer más aún a un grupo de empresarios.
Exigen asimismo la convocatoria de una asamblea constituyente para derogar la Constitución de 1993, que denuncian consagra el modelo neoliberal y para lograr los cambios necesarios hacia la justicia social.
Mario Huamán, presidente de la CGTP, citó además entre los reclamos de los trabajadores el combate frontal a la corrupción del anterior régimen de Alberto Fujimori (1990-2000) y la del gobierno actual.
Huamán anunció esta medianoche que los organizadores de la protesta evaluarán los resultados de la movilización y decidirán las nuevas acciones a seguir, entre las que no descartó el pedido de renuncia del presidente, Alejandro Toledo.
El Mandatario felicitó anoche a los organizadores del paro por la madurez de las demostraciones, realizadas de forma pacífica y sin actos de violencia en la mayoría de la nación.
Toledo dijo que su gobierno escucha y hay temas en los que puede mejorar y otros que simplemente no están en sus manos.
No obstante, eludió referirse a la eventualidad de una radicalización del movimiento de protesta con la demanda de su renuncia o calificar el paro.
Mientras el gobierno afirma que la huelga general no tenía éxito, una multitud fue a la Plaza Dos de Mayo para oír los discursos de los dirigentes laborales y enfatizar las demandas por el cambio de las estructuras políticas e sociales de Perú. Si en Lima, las movilizaciones siguen con la intensidad planteada por la Confederación, los líderes afirman que en otros municipios los trabajadores también demostraron su adhesión a la convocatoria. Es estimado que unos 2 millones de peruanos tengan acatado las medidas de protesta, siendo 300 mil sólo en Lima.
Haciendo una evaluación, el secretario general de la Confederación, Juan José Gorriti, en conferencia de prensa, afirmó que «en Lima pareciera que fuera un día feriado o día domingo. Los temores que algunos tenían, sobre que se iba a impedir la libre circulación, fueron falsos. Sin embargo, ha habido un número muy reducido de vehículos en las calles de Lima y la mayoría de ellos estaban casi o totalmente vacíos».
Con 93 mil policías en las calles de las ciudades del país para garantizar la seguridad de las personas, muchos accesos al centro de la capital peruana han sido bloqueados impidiendo el ingreso de caravanas de trabajadores que partieron de municipios cercanos para asistir al acto público en la Plaza Dos de Mayo. Sin embargo, las manifestaciones se realizan en varios puntos de Lima.
El asunto fue el principal destaque de los periódicos. Los más exaltados exclamaban «Hoy es paro pacífico y democrático» (La República) o «Hoy las calles son del pueblo!» (La Razón). El diario Expreso Interactivo salió hoy con una encuesta elaborada por el Grupo de Opinión Pública de la Universidad de Lima. De las 442 personas cuestionadas sobre la convocatoria de una Asamblea Constituyente – la principal reivindicación del paro – 48,9% apoyaron la propuesta; 31,4% estaban en desacuerdo; y 19,7% no sabía opinar.
En entrevista a La Razón, el congresista Javier Diez Canseco, uno de los opositores de Toledo, afirmó que el 84% de la población que quiere el actual mandatario fuera del comando del país tiene con el paro una oportunidad singular de demostrarlo. Mientras la Defensoría del Pueblo reaccionó de manera negativa a la iniciativa del gobierno de involucrar el Ejército en las jornadas del paro.
Hasta el 28 de julio
El secretario general de la Confederación dijo que tras el paro y la presentación de 13 puntos de reivindicación, el gobierno tendrá un plazo para responder a las demandas hasta el 28 de julio.
Cambios en la estructura política y social, la lucha contra la corrupción y el narcotráfico, atención a las demandas regionales, mayor integración de América Latina, restitución inmediata de los derechos laborales, atención a la seguridad social, solución para los problemas agrarios y defensa de los derechos humanos son algunas de las reivindicaciones del paro.
Histórico
El ultimo paro nacional se realizó el miércoles 28 de abril de 1999 y también fue organizado por la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), además de los frentes regionales, transportistas, médicos, jubilados y líderes de partidos políticos. En esa oportunidad el pueblo dijo ¡no! a la segunda reelección del ahora prófugo ex presidente Alberto Fujimori.
En tres años, el gobierno afrontó sucesivas protestas sociales. La primera ocurrió tras 11 meses de instalado en el poder. El 16 de junio del 2002, Arequipa se movilizó contra la privatización de las empresas eléctricas Egasa y Egesur. Su pretendida venta al consorcio belga Tractebel motivó el «Arequipazo», que en dos semanas provocó pérdidas por 350 millones de soles, 100 heridos y un estudiante muerto. El gobierno decretó estado de emergencia y sólo una mesa de diálogo con el compromiso del gobierno de suspender la privatización, calmó la situación.
El 28 de mayo del 2003, estudiantes de Puno protestaron por la declaratoria de emergencia nacional. Choques con la policía provocaron la muerte del universitario Eddy Quilca y 40 heridos. El 20 de abril del 2004, diez mil cocaleros llegaron a Lima tras marcha de sacrificio de 18 días desde el Alto Huallaga, valle del Apurímac y Monzón. Exigían la no erradicación de cultivos de coca. El 26 de abril, pobladores de Ilave, en Puno, asesinaron al alcalde Cirilo Robles, acusán- dolo de corrupción.