LAS MUJERES NO PARIMOS NI FORJAMOS HIJOS E HIJAS PARA LA GUERRA. Cada vez más reafirmamos nuestra consigna, ante la avanzada guerrerista y militarista del gobierno colombiano. Denunciamos el reclutamiento forzado llevado a cabo por las fuerzas armadas del estado que viola los derechos fundamentales de los jóvenes y población en general. Como Organización Femenina […]
LAS MUJERES NO PARIMOS NI FORJAMOS HIJOS E HIJAS PARA LA GUERRA. Cada vez más reafirmamos nuestra consigna, ante la avanzada guerrerista y militarista del gobierno colombiano.
Denunciamos el reclutamiento forzado llevado a cabo por las fuerzas armadas del estado que viola los derechos fundamentales de los jóvenes y población en general.
Como Organización Femenina Popular hemos recibido quejas de parte de madres y comunidad en general, de los municipios de Yondo, Cantagallo, Puerto Wilches y San Pablo, sobre la forma como el Ejército llega reclutando a jóvenes en sus lugares de trabajo, en sus viviendas, en tiendas y lugares públicos en varias ocasiones han llegado con lista y números de cédula en mano tratándolos peor que a los delincuentes, violando sus domicilios e irrespetando su derecho al trabajo.
Este agresivo procedimiento viola normas de reclutamiento como el respeto a la incapacidad de ejercicio físico, a la objeción de conciencia, y a las garantías de jóvenes con compromisos de familia por el mínimo vital, así como población desplazada.
Como mujeres que parimos la vida y que la criamos a pesar de la ausencia del Estado como garante de derechos como la salud, la educación, el trabajo no podemos aceptar que al cumplir sus 18 años sean reclamados por ¨Un señor Estado¨ expresado en fuerzas armadas ¨disque¨ para servirle a la patria. Insistimos en que el reclutamiento no puede ser forzado; nos oponemos a que sean nuestro hijos e hijas los y las que vayan a la guerra como única alternativa que el Estado les ofrece.
La objeción de conciencia es un derecho ético que tiene que ver con el libre desarrollo de la personalidad y a nadie puede obligársele a empuñar un fusil si su conciencia le impide. El Estado Colombiano en su afán militarista y guerrerista ha emprendido una agresiva campaña en contra de las y los civiles implantando la lógica militar en todos los ámbitos de la vida pública y privada de las poblaciones.
Rechazamosel mecanismo de hecho con el que se recluta a nuestros jóvenes, hijos e hijas en los campos y las cabeceras municipales y en la ciudad de nuestra región del Magdalena Medio.
Llamamos a los medios de comunicación a preocuparse por la forma arbitraria con que están siendo reclutados las y los jóvenes por el Ejército Colombiano.
Llamamos a la comunidad internacional a observar el reclutamiento forzado realizado tanto por las fuerzas militares de Colombia como por los actores armados al margen de la ley.
Llamamos a las organizaciones sociales a pronunciarse públicamente frente a esta problemática que afecta las y los jóvenes, a las familias y a las comunidades en general.
MOVIMIENTO SOCIAL DE MUJERES CONTRA LA GUERRA – ORGANIZACIÓN FEMENINA POPULAR