El enfoque será la presencia militar estadounidense, y el rol de las plataformas militares en América Latina. El propósito más urgente es la creación de una Red Mundial No Bases, idea que nació en el Foro Social Mundial. Otro mundo no será posible sin la abolición de la telaraña militar estadounidense en América Latina. Ese […]
El enfoque será la presencia militar estadounidense, y el rol de las plataformas militares en América Latina. El propósito más urgente es la creación de una Red Mundial No Bases, idea que nació en el Foro Social Mundial.
Otro mundo no será posible sin la abolición de la telaraña militar estadounidense en América Latina. Ese es el pensamiento que regirá la Conferencia internacional, que se llevará a cabo del 5 al 9 de marzo en Quito y Manta, Ecuador, contra las bases militares de Estados Unidos en la región. Activistas, académicos y políticos de diferentes países comprometidos con la paz, analizarán el rol de las bases militares extranjeras y otras formas de presencia militar dentro de las estrategias de dominación global (evidenciadas por las políticas de Washington), sus impactos sobre la población y el medio ambiente.
La Conferencia buscará visualizar, compartir experiencias y solidarizar con las luchas de resistencia contra las bases militares extranjeras en el mundo. Asimismo, se diseñarán estrategias y planes de acción globales que fortalezcan las luchas locales y nacionales, y la coordinación entre ellas.
También se establecerán por consenso objetivos, planes de acción, mecanismos de coordinación, comunicación y toma de decisiones para la Red Internacional por la Abolición de Bases Militares y otras formas de presencia militar extranjera.
Un 95 por ciento de las bases militares que existen en el mundo pertenecen a Estados Unidos, y el restante 5 por ciento son propiedad de Francia, Reino Unido, India y otros países.
Las bases de Tres Esquinas en Colombia; Iquitos en Perú; Manta en Ecuador; Palmerota en Honduras; Comalapa en El Salvador; Reina Beatri, en la Isla de Aruba; Libería en Costa Rica. Sumado a ello, las torturas en las bases de Guantánamo, la construcción de nuevas bases en Okinawa; la reestructuración de alianzas militares en Asia; y los ejercicios militares como parte de la llamada «guerra mundial contra el terror», alertan sobre el plan de expansión económico- político-militar estadounidense, y advierten sobre la necesidad de frenar esa red de dominio.
Elsie Monge, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Ecuador, asegura que en el 2005 existían 735 bases militares de Estados Unidos repartidas en los cinco continentes, con valor aproximado de 127.000 millones de dólares.
No obstante, esas bases reconocidas oficialmente por el Pentágono, no incluyen los denominados Puestos Avanzados de Operaciones o Centros de Seguridad Cooperativa, acuerdos de cooperación firmados con algunos gobiernos serviles que permitieron extender el control militar a más de mil puntos en todo el planeta. Presencia en ocasiones disfrazada de misiones de ayuda humanitaria, médicas y construcción de escuelas, que buscan ganarse a la población civil.
Un caso emblemático de vigilancia estratégica, es la base de Manta, que se remonta a 1999 cuando Ecuador y Estados Unidos firmaron un acuerdo con una duración de 10 años para operaciones de monitoreo y control del tráfico aéreo de drogas. Posteriormente, este objetivo fue cambiando y Estados Unidos utilizó la base y el Puerto de Manta para el control migratorio y para proveer de inteligencia en tiempo real a las fuerzas militares colombianas para el combate a la guerrilla.
De acuerdo a informaciones oficiales de Estados Unidos, unos ocho mil migrantes que partieron desde las provincias de la costa ecuatoriana con rumbo a Centroamérica y el país del Norte, fueron detenidos por los guardacostas estadounidenses, pese a que el convenio de Manta establece que la interdicción solo será realizada por la Armada ecuatoriana. En el 2009 vence el convenio, y según afirmó el presidente Rafael Correa, no será renovado.
Por otro lado, el 8 de marzo está previsto la realización de una «Caravana de mujeres por la paz contra las bases militares», que partirá de Quito con dirección a Manta, con paradas en las ciudades de Santo Domingo, Chone, Portoviejo y Montecristi. En tanto, el viernes 9 habrá un encuentro con los movimientos sociales locales y una marcha hacia la base militar.
http://www.prensamercosur.com.ar/apm/nota_completa.php?idnota=2899