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Latinoamerica: la responsabilidad de los estados frente a los derechos del niño

Fuentes: Rebelión

El Consejo de Seguridad de la ONU se comprometió a proteger a la población infantil afectada por los conflictos armados en el mundo y advirtió de su intención de imponer sanciones a los grupos que reclutan niños soldados. El máximo órgano de las Naciones Unidas se manifestó partidario de aumentar la presión en favor de […]

El Consejo de Seguridad de la ONU se comprometió a proteger a la población infantil afectada por los conflictos armados en el mundo y advirtió de su intención de imponer sanciones a los grupos que reclutan niños soldados.

El máximo órgano de las Naciones Unidas se manifestó partidario de aumentar la presión en favor de los menores víctimas de conflictos armados en una declaración adoptada al término de un debate abierto sobre ese drama. Los conflictos armados han costado la vida en la última década a unos 10 millones de menores y heridas a otros seis millones, según la ONU. El debate del 12 de febrero fue presidido por el ministro de Asuntos Exteriores de Panamá, Samuel Lewis Navarro, cuyo país encabeza este mes el Consejo de Seguridad.

«No podemos continuar ignorando este tipo de problemas, y mucho menos podemos ignorar la responsabilidad de actuar», dijo el ministro panameño a la salida del acto. Lewis Navarro señaló: «hoy en día hay un alto reconocimiento del problema y hemos visto cómo algunos de los órganos jurídicos internacionales avanzan en la penalización, pero tenemos que hacer mucho más».El canciller se mostró complacido por la presencia en el debate de su homólogo francés, Bernard Kouchner; del ministro de Cooperación para el Desarrollo de Bélgica, Charles Michel, y del subsecretario de Estado de Asuntos Exteriores de ITALIA, Vittorio Craxi, además de representantes de otros 51 países.

Este articulo trata de analizar la responsabilidad de los Estados frente a los derechos del Niño, desde la perspectiva de un experto como Norberto Liwski, para aterizar en un caso concreto lleno de contradiciones como es el plan de erradicacion regional del trabajo infantil en la Comunidad Andina CAN que no responde a las necesidades y a la realidad de los miliones de niño, niñas y adolescentes trabajadores de Latinoamerica.

LA RESPONSABILIDAD DE LOS ESTADOS FRENTE A LOS DERECHOS DEL NIÑO

Norberto Liwski, Ex Vicepresidente del Comité de Derechos del Niño de Naciones Unidas y Asesor del Instituto Interamericano del Niño – OEA, ha analizado la responsabilidad de los Estados frente a los derechos del Niño durante el dia de debate general del Alto Comisionado de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas realizado en Palacio Wilson, Ginebra, el 21 de septiembre de 2007.

«En primer lugar cabe destacar que el Comité de Derechos del Niño supo recepcionar una creciente inquietud de diferentes organizaciones nacionales, regionales e internacionales que transitando por esta esencial y compleja temática requerían de este órgano de tratado la amplificación de sus experiencias y la profundización conceptual y operativa en la materia. Cabe pues el reconocimiento a estos movimientos de la sociedad civil que tuvieron en los países de América Latina y África uno de los puntos de mayor incidencia global.Por otra parte y como muy bien lo señalaron diferentes Miembros del Comité en sus respectivas intervenciones era necesario dar apertura a un nuevo momento en el sistema de verificación en el cumplimiento de los compromisos de los Estados con la Convención, particularmente el artículo 4. Asimismo, el Comité entendió que era la oportunidad de reforzar sus propias capacidades para generar las observaciones y recomendaciones que contribuyan más eficazmente al cumplimiento de sus objetivos, incluyendo la esfera de la cooperación internacional reafirmando la necesidad de asegurar el compromiso de los países ricos de ayuda al desarrollo con un 0,7%. Estos diversos actores institucionales advirtieron que al debatir sobre inversión estamos ingresando en las zonas menos visibles de los derechos de los niños, pero a su vez la más sensible y concluyente para expresar la voluntad política de hacer efectivos los derechos económicos, sociales y culturales en particular y su proyección al conjunto de derechos.

Si bien la naturaleza del tema nos aproxima a niveles de análisis de alta especificidad técnica, el recorrido del tratamiento del tema que propuso el Comité reafirma que el mismo se efectúa desde el enfoque de derechos en la que se destaca la visión holística de la Convención sobre los Derechos del Niño, como la universalidad, integralidad y exigibilidad de los derechos que componen la trama tanto de los principios generales (interés superior del niño; no discriminación; derecho a la vida; derecho a ser escuchado), como de las disposiciones conexas al artículo 4 incluyendo el fortalecimiento familiar y comunitario, artículo 24 el derecho a la salud, articulo 26 el derecho a la seguridad social, artículo 27 derecho a adecuado estándar de vida, artículos 28 y 29 derecho a la educación y al juego dentro del concepto de realización progresiva que implica a su vez la actuación inmediata de los Estados.De modo que en la identificación de los aspectos mas destacados y reiterados de este Día de Debate se combinan componentes de la macroeconomía con la perspectiva de derechos e interés superior, que en muchos casos dan por resultado una necesaria revisión crítica de modelos ajenos a esta concepción.

Me permito a continuación señalar de manera transversal, es decir integrando los dos sub temas y sin pretender un orden de categorías o jerarquías, algunas preocupaciones comunes como asimismo orientaciones que se recogen dirigidas a los Estados Partes, la sociedad civil y al propio Comité.

La relación entre legislación vigente, que asegure la intangibilidad en la asignación de recursos, los presupuestos y los planes de acción están requiriendo una exigente armonización.

En tal sentido es necesario formular y hacer uso de las cadenas presupuestales para precisar la conexión entre el proceso de asignación presupuestaria en sus países y sus planes de acción para la infancia y otras políticas relevantes como las estrategias de lucha contra la pobreza (UNICEF Bélgica).

Asimismo se reafirmó que para dar un paso mas en asegurar la vigencia de los derechos deberá superarse el solo análisis presupuestal y adoptar una visión integral reconociendo que las reformas económicas repercuten sobre los derechos de los niños y en consecuencia deberá identificarse como requisito el impacto que producirán en el cumplimiento de sus derechos, incluyendo las operaciones de endeudamiento (Save the Children).

En tal sentido, se ha propuesto que los gobiernos impliquen mas y mejor a la sociedad civil y prioricen la asignación y ejecución de presupuestos públicos no solo en la cobertura y calidad de los servicios básicos sociales, sino además sobre otras áreas (sector militar, pago de deuda pública).

En otro orden, se manifestó fuerte preocupación sobre la administración y la necesidad de cambios organizacionales, tanto a nivel nacional como local, de tal manera de alcanzar el objetivo de resultados compatibles con la garantía de derechos con una administración pública transparente, eficaz y eficiente. Bajo estos principios administrativos, los Estados deberán fomentar la equidad distributiva de los recursos de modo que el criterio de asignación corresponda al grado de necesidad para el ejercicio pleno de los derechos económicos, sociales y culturales. El índice de Desarrollo Humano constituye un instrumento adecuado de universal aprobación y la necesidad de construcción de indicadores adecuados al enfoque de derechos respecto de la inversión, como asimismo se señaló la importancia de estudios sobre los criterios de asignación de prioridades.

Promover la participación ciudadana y muy especialmente la de organizaciones de niños/as, debe constituirse en un aspecto relevante de las políticas públicas tanto en su diseño como en la auditoria social de la inversión para la niñez. En otro ámbito de preocupaciones se señalaron las deficientes modalidades de información, orientándose en tal sentido a que los Estados implementen un sistema público de información oficial que permita monitorear la información destinada a los niños, niñas y adolescentes, a través de indicadores de resultados, procesos e insumos, con el fin de visualizar a los niños, niñas y adolescentes en el presupuesto público y democratizar la información. Bajo esta misma orientación se destacó el importante rol que deben cumplir las instituciones nacionales independientes de Derechos del Niño, en tanto supervisión y vigilancia del cumplimiento de estos derechos y garantías de adecuada rendición de cuentas.

La información que se requiere del Estado deberá incluir la población beneficiaria, el origen de los fondos y sobre que derechos están actuando a través de sus intervenciones.

Se han presentado experiencias de buenas prácticas y de alto aprendizaje, particularmente en la realización de programas de presupuesto participativo y de mejor utilización de los recursos en virtud de alcanzar niveles adecuados de coordinación de los diferentes programas y áreas de políticas públicas para la niñez, fijando asimismo mecanismos técnicos para una mayor asignación y gestión pública por resultados.

El fortalecimiento de la instancia de coordinación nacional, la base presupuestaria de los Planes Nacionales de Acción y la descentralización equitativa y con garantías de gestión, conforman una plataforma de mayor y más adecuada utilización de los recursos, particularmente en los sistemas federales.

Se ha observado con preocupación que en los diferentes ámbitos tanto del sector público como de la sociedad civil se puede apreciar una debilidad en relacionar economía con derechos de los niños, de lo cual surge la necesidad de promover y desarrollar capacidades mediante las variadas ofertas de capacitación, involucrando a la academia e incluyendo su faceta de investigación especializada, orientada tanto al sector público como a la sociedad civil. La relación de los organismos multilaterales de crédito, quienes tienen en sus agendas una enorme responsabilidad de profundizar el análisis del impacto de sus políticas respecto a la implementación de los derechos de los niños y efectuar aquellas revisiones que orienten sus intervenciones de manera integrada con los Planes Nacionales de Acción, consideren especialmente a los organismos de coordinación y evalúen el conjunto de sus acciones bajo el principio del interés superior y el enfoque de derechos de los niños.

Se ha planteado con sumo interés la solicitud de que el Comité inicie la elaboración de un Comentario General sobre el artículo 4 y establecer un diálogo con el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales respecto del mismo artículo y del Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales» concluye Norberto Liwski.

PLAN REGIONAL DE ERRADICACION DEL TRABAJO INFANTIL EN LA COMUNIDAD ANDINA

Ahora aterizamos esta analisis en un caso concreto lleno de contradiciones como es el plan de erradicacion regional del trabajo infantil en la Comunidad Andina CAN.

Durante la IV Conferencia Andina sobre Empleo, que se ha realizado del 14 al 16 de enero de 2008, el Estado de Ecuador ha presentado este informe elaborado por el experto Ernesto Delgado que tuve el placer de entrevistar el 29 de diciembre. «Del 15 al 18 de octubre de 2007, contando con el auspicio de IPEC-OIT y siendo parte de los convocantes el Ministerio de Trabajo del Ecuador y la Secretaría General de la Comunidad Andina, se realizó en Quito el «Primer Encuentro Andino de Comisiones Nacionales de Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil y Protección del Adolescente Trabajador, en donde, a más de la presentación el Plan Integrado de Desarrollo Social (PIDS) de la Comunidad Andina, se desarrollaron temas y se establecieron acuerdos sobre los emprendimientos de erradicación del trabajo infantil, en torno a modalidades de coordinación e intercambio entre las Comisiones Nacionales de los Países Andinos, la inserción de los programas sobre este tema en las estrategias de lucha contra la pobreza y el desarrollo social, la vinculación con los programas nacionales de trabajo decente y con el diálogo social y el nuevo abordaje del tema desde la comunicación social.

Información sobre trabajo infantil: en el Ecuador se impulsó durante el 2007 la realización de la «Segunda Encuesta Nacional sobre Trabajo Infantil» e incorporados en el Observatorio Laboral del Ecuador.

Como parte de la preocupación existente en los países de la Comunidad Andina sobre sistematizacion y provision periodica de informacion sobre el trabajo infantil y sus peores formas,buscando facilitar la elaboración de diagnósticos adecuados en lo territorial y en lo sectorial, que fundamenten la selección de prioridades y la toma de decisiones sobre inversión social,se pone a consideración de los países miembros de la Comunidad Andina, el enfoque que se está aplicando para el manejo, actualización y seguimiento de esta.

PETI: Programas de Erradicación del Trabajo Infantil

Información, a fin de que los sistemas similares instalados en los países miembros, puedan acceder a la cooperacion horizontal que sea necesaria en este tema.

Tema importante en las políticas para la erradicación del trabajo infantil, constituye el registro de las peores formas de trabajo infantil y adolescente.

El Programa IPEC ha planteado un enfoque estratégico para los próximos tres años, a través de:

– Apoyar esfuerzos y acompañar iniciativas nacionales para que los programas PETI’ pasen a ser parte de las políticas públicas del país y de sus estrategias de política social.

– Lograr la incorporación de políticas de ETI en los programas nacionales de trabajo decente.

– Introducir nuevos conceptos y modalidades comunicativas en el abordaje del tema de la opinión pública (percepción de la sociedad sobre el t.i. para articular mensajes apropiados de sensibilización). El IPEC también ha planteado 3 criterios de prioridad temática:

– trabajo Infantil y Pueblos Indígenas en el marco del Convenio 169 de la OIT. Actuará con UNICEF y FLACSO en seis países de la Región,

– Migración y su impacto en el Trabajo Infantil en tres países: Ecuador, Colombia y Bolivia.

– Mujer y Trabajo Infantil: incorporar sistemáticamente el enfoque de género.

Finalmente, el mismo IPEC plantea 2 instrumentos básicos para apoyar estos empeños:

– Conocer mejor la dimensión del trabajo infantil, mediante la información (estudios, encuestas, investigaciones sectoriales, etc.) y los sistemas de información.

– Estimular diversas formas de percepción de la sociedad sobre el trabajo infantil, creando mensajes y medios apropiados de sensibilización».

LA RESPUESTA DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES NATS

Ángel González, colaborador del Movimiento Latinoamericano de NATs – MOLACNATs y de la CORENATs. Venezuela evidencia que «no veo grandes cambios en la percepción de la CAN sobre el team del trabajo infantil. Lo que creo en todo caso que son los mismos burócratas de la Organización Internacional del Trabajo OIT /IPEC que siempre han manejado el tema de la OIT los que ahora han «infiltrado» al gobierno de Ecuador al igual que antes lo hicieron con Perú. Creo que los compañeros ecuatorianos están actuando de buena fe, sobre todo si no hay un referente en Ecuador que puede virar la visión que se tiene sobre los niños trabajadores. Por otro lado me parece cómodo decir que es difícil aplicar las recomendaciones «por que hay gente que defiende el trabajo infantil» bueno esto por una parte nos da un merito que a decir verdad no nos pertenece sobre todo cuando sabemos que aun hay mucha debilidad en los movimientos en cuanto a incidencia política se refiere, salvo a algunas excepciones. Creo que más bien es una excusa más ahora anticipada del fracaso de las políticas de la OIT. Por otro lado y a propósito de esto, para el caso de Bolivia se va a crear un dilema entre el plan y lo constitución que se va a probar».

Olga Rivera, educadora nacional del Movimiento Nacional de niños, niñas y adolescentes trabajadores hijos de obreros cristianos MANTHOC (organizacion que tiene 30 años de historia – www.crin.org/docs/nats_ani_cdn.doc) desde Lima comenta que «entrar en el tema del «Trabajo de los niños, niñas y adolescentes -NATs» en Latinoamérica es hablar de acuerdos y compromisos entre los Gobiernos, unos Estados con otros y con organismos internacionales, con la participación de la sociedad civil, incluyendo los niños y adolescentes, como lo dice la Convención sobre los Derechos del Niño – CDN, que es uno de los documentos de norma mundial sobre el tratamiento que los Estados deben dar a la infancia. Vemos que en el documento del CAN no se menciona el interés superior del niño que es uno de los principios de la CDN en donde se señala que en todas las acciones referentes a la niñez deben tomarse en cuenta sus mejores intereses. Además hay que reconocer cuál es el marco jurídico y condiciones culturales en las que se desarrollan los pueblos para la formulación de políticas públicas contextualizadas en la realidad de todos los sectores sociales, las cuales se harán explicitas en los planes de desarrollo de un país y no con recomendaciones y estrategias provenientes desde una sola visión y contexto aplicadas a realidades y discursos y visiones diferentes. Que los acuerdos deben ser entendidos también como construcciones sociales, que deviene en una forma de convivencia; entonces la preocupación de los agentes responsables de asegurar que las condiciones se den sin coacción y con la mayor sensatez, debieran regirse bajo el supuesto de la búsqueda del bienestar para todos y todas con su participación en la forma que la población consideran su bienestar, en las que se incluyen también la participación de los niños y adolescentes. Cuando se plantea la erradicación del trabajo de los NATs, no se reconoce la presencia y contribución de los niños, niñas y adolescentes a la vida económica del país, como productores y consumidores, como actores y protagonistas de su desarrollo personal y cambio social.

La categoría trabajo de los NATs, está inmersa en una visión negativa de la misma, el trabajo es visto no como una actividad humana que provee de dignidad y desde donde el hombre aporta ética y materialmente a la vida en su conjunto. Tampoco es visto como un acto de libertad y que por tanto nos hace libres. Qué es lo que se entiende por trabajo decente?, es el trabajo que permite el desarrollo personal e integral del niño, niña y adolescente? Se enfatiza en aspectos negativos y las malas condiciones en las que realizan su trabajo los NATs, situación que se generaliza a todos los NATs, sin tomar en cuenta condiciones de trabajo adecuadas en que laboran otros NATs. En las agendas del TLC, está el compromiso, de los Estados, erradicar el «trabajo infantil»; bajo un diagnóstico rápido de las actuales condiciones en las que trabajan los niños y niñas sin mencionar para nada el rango de edades ni condiciones. Reflexiones ya desarrolladas en el Código de Niños, Niñas y adolescentes del Estado peruano y que hoy nuevamente entra en el debate para su modificación. Estamos trabajando para que se logre una mayor participación y visibilización de los niños, niñas y adolescentes en el proceso de modificación del Código del Niño y Adolescente

Consideramos que desde el MANTHOC, es menester exigir a los Gobiernos suscritores de Acuerdos Internacionales, que den mayores precisiones respecto a qué se está considerando por «erradicar el trabajo infantil» y cómo se va a actuar para velar por los niños, niñas y adolescentes trabajadores sujetos de derechos, su dignidad e integridad «ciudadanos», como protagonistas y no como «sujetos beneficiarios».

Proponemos que los Estados debieran ser más claros en pronunciarse frente los verdaderos intereses y necesidades de su población en general y en relación al trabajo de los niños, niñas y adolescentes que hagan efectivo la participación de la población y de los niños, niñas y adolescentes, en el diálogo, la búsqueda de consensos y toma de decisiones sobre políticas de infancia entre Estado y Sociedad.

Finalmente, señalamos que los diferentes movimientos sociales debieran adherirse y ser parte de los procesos de vigilancia y cambios en el desarrollo de los acuerdos suscritos por nuestros Estados con la OIT, los EEUU y otros que tiene que ver con el trabajo de los NATs y la infancia en general» concluye el MANTHOC (www.manthocperu.org).

EL CASO CONCRETO DE COLOMBIA

En Colombia, más de 2 millones de niños trabajan, según datos oficiales del gobierno. De ésos cerca de 960 mil hacen trabajos domésticos y tienen carga horaria semanal de 15 horas. Para disminuir el problema de la explotación de mano de obra, el gobierno lanzó en la mañana de ayer (07), en el Auditorio del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, una «Estrategia Nacional» para combatir las peores formas de explotación del trabajo infantil. El objetivo es reducir, entre 2008 y 2015, el número de niños trabajadores. En la faja etaria de 10 a 17 años, en 2004, 6,7% de los niños trabajaban. La meta de la Estrategia es bajar ese número al 5% en 2010 y 2,5% en 2019. También en la faja entre los 5 y 17 años, el Plan Nacional de Desarrollo quiere reducir la participación del 7,2% en 2005 al 5,3% en 2010.La Estrategia Nacional para prevenir y erradicar el trabajo infantil busca efectivizar el Plan Nacional de Desarrollo que prevé identificar a los niños explotados o en riesgo de serlo; implementar medidas urgentes para restablecer sus derechos; coordinar inter-institucionalmente el acceso a la educación; fortalecer los servicios sociales; registrar el acceso y permanencia en los servicios para niños en riesgo; observar la respuesta familiar a estas propuestas y evaluar los alcances de las medidas. Además, la estrategia quiere focalizar y ordenar el accionar de las entidades estatales y privadas que intervienen en el tema, para actuar en dos puntos que contribuirán a la disminución del trabajo infantil. El servicio educativo, programas, uso creativo del tiempo libre y del sistema general de protección social; y el acceso de las familias a los servicios sociales que permitan que los niños no busquen alternativas de supervivencia siendo explotadas en el trabajo, cuando deberían estar en la escuela.Los trabajos realizados por los niños colombianos son explotación sexual, en los grupos armados ilegales, trabajos prohibidos en minería artesanal, en la agricultura comercial y en el comercio de calle, informal. Actualmente, 393.038 niños y adolescentes trabajan en el sector agrícola, 338.965 en el comercio. Y en 894 municipios, la explotación de la mano de obra se da en la minería, que ofrecen condiciones extremas de miseria. Según el Ministerio de Protección Social, la ratificación por el Estado colombiano del Convenio 182 de la Organización Internacional del Trabajo sobre Erradicación de las Peores Formas de Trabajo Infantil, por medio de la Ley 704 de 2001 y depósito en el año 2005, convirtió a la erradicación del trabajo infantil y la eliminación de la participación de los niños y adolescentes en uno de los puntos fundamentales de la política pública, destaca la agencia Adital (http://www.adital.com.br/site/noticia.asp?lang=ES&cod=31584).

Jairo A. González Castro, psicologo del proyecto de formacion y organizacion de adolescentes y jóvenes en el sector minero de Tópaga comenta que «en Colombia sabemos que entre más prohibiciones, mayor el nivel de transgresión de las normas y mayor profundización de la problemática que se necesita cambiar. Probablemente, el hecho de que algunas formas de trabajo infantil se haya convertido en peores formas de trabajo, hayan sido las mismas prohibiciones. Es más, las peores formas de trabajo son en muchos municipios las únicas formas de trabajo. Desde el ICBF y el Ministerio de Protección se ve siempre el problema del trabajo infantil como la causa de la inasistencia a clases, el impedimento del libre desarrollo de la personalidad, riesgos para su integridad física y psicológica, incremento de la pobreza, etc., y el efecto de este, como estos problemas sociales mencionados. Y como causa única del trabajo infantil,… la pobreza de las familias. Creen que siendo la pobreza sólo una de las causas del trabajo infantil, esta debe combatirse.

Sin embargo, si la pobreza fuera la única causa del trabajo y/o explotación infantil, el Icbf y el Ministero de Protección Social, se ganarían un aplauso y yo sería el primero en dárselo. Pero un gobierno paternalista que da subsidios económicos y sólo eso, obtiene personas dependientes que poco cultivan la responsabilidad y los valores de la dignidad que sólo proporciona el trabajo.

La valoración crítica del trabajo implica todo un proceso a través del cual además de aprenderse unas competencias, unos valores y un saber hacer, se adquiere uno de los valores del que más hemos adolescido los colombianos con respecto a las demás personas: el respeto. Respeto a la diferencia, al trabajo de otros, y al propio. Es inconcebible que una persona dure 17 años, 11 meses y 29 días sin trabajar y luego pretendamos que se convierta en un «buen trabajador» a los 18 años.

Así como se pretendió abolir la esclavitud hace varias décadas, esta se logró abolir sí, pero el concepto, porque quedamos todavía los subordinados, contentos con un sueldo, que somos castigados (en forma diferente pero castigados) con la indiferencia o con torturas psicológicas esperanzadoras que entre otras están las de conservar el puesto. Si seguimos llamando «trabajo infantil» a la infancia trabajadora, lo único que van a desaparecer son esas dos palabras, porque infancia trabajadora siempre la tendremos. Pero si el énfasis lo hacemos en la infancia que tiene una necesidad y una cualidad histórica y social de trabajar, podemos empezar a ser constructivos en personas que tendrán la opción de elegir entre trabajo intelectual, artístico, deportivo o físico. Rechazo la explotación laboral, la explotación sexual y el trabajo infantil dentro de las minas, pero abogo por una infancia que trabaja en condiciones dignas, educativas, creativas y divertidas, en el que además de servir como medio de aprendizaje y de subsistencia, le permita al joven que lo realiza, demostrase así mismo y a su familia con hechos en vez de palabras, que es importante y valioso como ser humano».

Reinel Garcia, coordinador de Creciendo Unidos de Bogotà comenta que es una «lástima que las miradas siguen siendo asistencialistas y en nada contribuyen a la formación integral y a los proyectos de dignificación de sus condiciones laborales, por el contrario el panorama siempre estará rodeado de leyes policivas. De igual manera nos parece importante la mirada internacional desde el enfoque de los DDNN. Urge la reflexión desde un marco internacional que incorpore la mirada desde la valoración crítica. Experiencias como la de Bolivia nos muestra que es posible (www.crin.org/docs/derechos_infancia_morsolin_febrero%202008.doc). De ahí la importancia de los movimientos organizados de nasts en cada país».

*Cristiano Morsolin, educador italiano y operador de redes internacionales para la defensa de los derechos humanos en Latinoamérica. Co-fundador del Observatorio Independiente sobre la Región Andina SELVAS. Trabaja en Latinoamérica desde 2001.