Tras el atentado a un vehículo militar de las fuerzas de las Naciones Unidas interpuestas dentro de Líbano entre los combatientes de la resistencia libanesa y el ejército israelí, tal y como establece la Resolución 1701 de las Naciones Unidas, se vislumbra un nuevo frente violento que incumbe nuevamente a fuerzas occidentales -y de la […]
En todo caso, es bastante probable que le sigan nuevos
ataques y enfrentamientos. El que haya planificado este primer atentado tiene pensado otros.Por otro lado, las Naciones Unidas aparte de seguir en el
sendero de buscar culpables del atentado que causó la muerte del primer ministro libanés, quizá con la ilusión franco- estadounidense de presionar al régimen sirio en todos los escenarios para que se avenga a la política occidental, poco ha hecho para dirimir la ocupación israelí de las Granjas de Sebaa y sus acciones sobre la apropiación de acuíferos o la situación de los presos secuestrados libaneses.Estas perennes dos pesos, dos medidas limita la autoridad de
las fuerzas internacionales, de los Estados que las proveen y de los Gobiernos que sesgadamente dictan las resoluciones del Consejo de Seguridad.Estas circunstancias, la incoherencia de la política internacional
de no obligar a Israel a asumir sus responsabilidades (ni siquiera la de sufragar indemnizaciones por la destrucción gratuita de infraestructuras o del bombardeo de armas de fragmentación), incluyendo la del Gobierno español, sumiso a los dictados de Estados Unidos, tras la salida de tropas de Iraq, hizo que muchas organizaciones, entre ellas el CSCA, reclamasen que no había que mandar tropas a Líbano.En las actuales circunstancias, de mantenimiento de doble
medida con respecto a Israel de los países occidentales y de la OTAN, la estancia de tropas internacionales sólo se considerará como cómplice de la política hegemónica y del Gran Israel del sionismo.Habrá más muertos. De unos y de otros. Podrán llamar a unos
terroristas y a otros fuerzas de una paz. Así será. Pero eso no cambia la percepción de que las fuerzas internacionales están ayudando a un estatus quo injusto como es el mantenimiento de la ocupación israelí y de los Gobiernos, en este caso libanés, solícito a las demandas de sumisión del Gran Oriente Medio forjado en los altares de los neocons evangélicos.Santiago González Vallejo es miembro del Comité de Solidaridad con la Causa Árabe (www.nodo50.org/csca)