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Londres dará garantías a Irán de que no volverá a penetrar en sus aguas

Fuentes: Gara

Los gobiernos de Londres y Teherán negocian ya directamente una salida a la crisis tras el incidente en aguas fronterizas en el Golfo Pérsico que acabó con la captura de 15 marinos británicos. La Royal Navy está dispuesta a dar garantías a Irán de que no entrará en el futuro en aguas iraníes. Coincidiendo con […]

Los gobiernos de Londres y Teherán negocian ya directamente una salida a la crisis tras el incidente en aguas fronterizas en el Golfo Pérsico que acabó con la captura de 15 marinos británicos. La Royal Navy está dispuesta a dar garantías a Irán de que no entrará en el futuro en aguas iraníes. Coincidiendo con estas gestiones, el presidente Bush arremetió con dureza contra el Gobierno iraní. Este replicó anunciando avances en su programa nuclear.

Londres decidió el sábado en una reunión del Gabinete de crisis enviar a Teherán un alto responsable de la Marina británica para ofrecer un compromiso oficial a cambio de la puesta en libertad de los quince marinos capturados en aguas del Golfo Pérsico hace una semana. Según el diario `The Sunday Telegraph’, el Gobierno británico se comprometería ante Teherán a que la Royal Navy no entre nunca en aguas de ese país sin autorización.

«Estamos dispuestos a dar garantías a los iraníes de que no entraremos jamás en sus aguas territoriales, ni ahora ni en el futuro», señaló un responsable británico de Defensa. La ministra de Exteriores británica, Margaret Beckett, señaló que «creo que todo el mundo rechaza la situación que se ha creado y queremos buscar una salida, de forma pacífica y lo más pronto posible». añadió.

Coinciden en ello las principales encuestas, que certifican que una mayoría de británicos rechaza el uso de la fuerza y aprueba la búsqueda de una solución diplomática.

Según fuentes del Ministerio de Defensa, el Gobierno de Tony Blair no está dispuesto a admitir que los militares británicos penetraron en aguas iraníes, tal y como insiste en Gobierno de Teherán, pero sí a dar garantías a los iraníes de que no lo harán en el futuro. «No presentamos disculpas, ni reconocemos haber entrado en sus aguas, pero puede ser una vía de solución de la crisis», señalaron.

Diálogo directo

El ministro británico de Defensa, Des Browne, anunció ayer que Londres y Teherán mantienen ya conversaciones directas sobre la crisis.

En este contexto, sorprendió el duro tono de la primera comparecencia del presidente de EEUU, George W. Bush, quien denunció el «comportamiento inexcusable» de Irán.

Bush calificó por primera vez a los soldados capturados de «rehenes», término que Londres ha rehusado utilizar hasta ahora sustituyéndolo por el aséptico «personal detenido».

«Los iraníes deben devolver a los rehenes, ellos son inocentes y no han hecho ningún mal», señaló en su lenguaje maniqueo habitual el presidente de EEUU.

Londres ya pidió el sábado que no se inmiscuyera en el affaire criticando a Teherán. Más difícil será que critique a su principal aliado.

El presidente iraní, Mahmud Ahmedinejad, mantuvo su tradicional actitud desafiante y, con motivo del aniversario de la creación de la República Islámica y en una visita al frente de la guerra entre Irak e Irán, arremetió contra los «poderes arrogantes», en alusión a Occidente.

Al margen de la crisis con Londres, Ahmedinejad se refirió al contexto más global de la crisis con Occidente y prometió que «el pueblo iraní recibirá pronto buenas noticias sobre el desarrollo del programa nuclear» civil cuya retirada exigen EEUU y sus aliados.