El cataclismo financiero generado por Wall Street y la cultura del «demasiado grandes para quebrar» de los bancos y las instituciones financieras basadas en el dinero están generando iniciativas locales y reclamos para descentralizar y democratizar las finanzas. Mientras que las redes nacionales de seguridad se están deshilachando debido a los cortes presupuestarios, los liderazgos […]
El cataclismo financiero generado por Wall Street y la cultura del «demasiado grandes para quebrar» de los bancos y las instituciones financieras basadas en el dinero están generando iniciativas locales y reclamos para descentralizar y democratizar las finanzas.
Mientras que las redes nacionales de seguridad se están deshilachando debido a los cortes presupuestarios, los liderazgos locales están creciendo y ofrecen alternativas creativas para que las comunidades puedan nutrir sus propias economías.
Los clubes o asociaciones locales de trueque, como Freecycle.com, Craigslist y LETS, y los vales como papel moneda alternativo están proliferando, como siempre lo hacen cuando los banqueros centrales y el Fondo Monetario Internacional (FMI) fracasan o aplican remedios equivocados.
Algunas de las más exitosas monedas complementarias son la WIR de Suiza y la estadounidense Berkshares, con el equivalente a dos millones de dólares en circulación y la aceptación de bancos y negocios en Massachussets. Similares monedas están sirviendo a mercados locales de compensación en Gran Bretaña, Canadá, Australia, Argentina, Brasil y otros países.
Los préstamos de persona a persona y los proyectos de microfinanciación están en auge en muchos países. Women’s World Banking, Grameen Bank en Bangladesh, ahora emulado en muchas naciones, FINCA y ACCIÓN en América Latina, así como nuevas versiones online, incluyendo Microplace, Kiva y también como prestamistas Prosper.com en Estados Unidos y Zopa.com en Gran Bretaña. Bancos cooperativos de crédito, que operan en Europa y América del Norte desde hace un siglo, se están volviendo más activos aún.
Las asociaciones de bancos y comercios locales están ejerciendo una mayor influencia política. En Estados Unidos, estas asociaciones están reclamando igual tratamiento en la asignación de los multimillonarios fondos gubernamentales dispuestos para el rescate financiero de las empresas en bancarrota que han llovido sobre las grandes bancos, cuyos imprudentes préstamos desencadenaron el desastre financiero.
Fundaciones como la Rudolf Steiner Foundation, Acumen y la de los creadores de Ebay, Pierre Omidyar y Jeffrey Skoll, están invirtiendo en empresas sociales que satisfacen necesidades sociales mientras hacen ganancias modestas.Tal capital social está creando ahora un nuevo sector híbrido en muchas economías.
En el Reino Unido, la New Economics Foundation (NEF) ha estado generando iniciativas locales y su propuesta para salvar las 11.500 oficinas de correo británicas mediante el agregado de funciones bancarias locales es respaldada por los sindicatos, los pequeños comerciantes, los grupos de interés público y los jubilados.
Time Bank, una creación de Edgar Cahn en Estados Unidos que faclita el intercambio cooperativo de bienes y servicios, está ahora ayudando a la gente local a conectarse y a compartir servicios en Japón, Europa y países de otros continentes. Los servicios incluyen el sumnistro ayuda a inválidos confinados en sus casas, cuidar niños de los vecinos, vigilar las propiedades, cortar el césped y compartir aparatos electrodomésticos. De la modalidad de compartir el auto entre vecinos se están ocupando nuevas compañías tales como Zip Car en Estados Unidos y otras en Canadá y Europa.
China es anfitrión de muchas iniciativas locales, como la que conecta a pequeños comercios en redes y la que proporciona préstamos accesibles a 25 millones de estudiantes chinos. Circle Pleasure, una compañía que vende cartas de consumo prepagas, ha formado una empresa conjunta con Quifang para un servicio bancario de persona a persona. Esta es la primera compañía privada que recibe una licencia del Banco Central de China. En muchos pueblos de India y Bangladesh las «damas del teléfono» alquilan el uso de sus teléfonos celulares a otras aldeas. Los campesinos y los pescadores pueden consultar por ese medio los precios en los mercados vecinos para saber cuales son los mejores lugares para vender sus mercancías.
Todas estas soluciones locales suscitan una pregunta: ¿Cómo hemos permitido a los grandes bancos y al sector financiero centralizado que se convirtieran en depredadores de las economías reales que producen la verdadera riqueza mundial?
En todo el mundo la gente se está dando cuenta de que simplemente puede evitar a los grandes bancos y las bolsas de valores y crear localmente servicios crediticios y de otros tipos. Los viejos y excesivamente inflados sectores financieros deben achicarse, bajar sus beneficios y absorber las pérdidas de sus temerarias apuestas. Un sector de servicios financieros realmente eficiente debería tener menos del 10% del PIB nacional, mientras por ejemplo en el Reino Unido ha superado el 20%, «metastasidizándose» gracias a sus «ingenieros financieros» que succionan la economía real.
Cuán lejos pueden ir las finanzas de persona a persona si evitan a los grandes y codiciosos bancos y si desafían éticamente a los financistas de Wall Street y a sus aliados políticos? Es un camino largo pero se puede recorrer gracias a todas las herramientas de las comunicaciones, ahora ampliamente disponibles.
La economista Hazel Henderson (www.ethicalmarkets.com) es autora de Ethical Markets: Growing The Green Economy (2007) y coautora del índice sobre calidad de la vida Calvert-Henderson (www.calvert-henderson.com).