Documento del Kolectivo Contra Informacion Hommodolars Uno de los grandes problemas de los movimientos sociales en Chile, es que estos siempre intentan hegemonizar los discursos y las acciones que se llevaran a cabo, exteriorizando un cierta identidad que los haga «reconocibles» por los otros como los verdaderos «anti-capitalistas» o quienes poseen el discurso de la […]
Documento del Kolectivo Contra Informacion Hommodolars
Uno de los grandes problemas de los movimientos sociales en Chile, es que estos siempre intentan hegemonizar los discursos y las acciones que se llevaran a cabo, exteriorizando un cierta identidad que los haga «reconocibles» por los otros como los verdaderos «anti-capitalistas» o quienes poseen el discurso de la revolución, de una forma correcta.
Es así como en el país hemos podido ver un complejo dispositivo de «inclusión-exclusión» en el cual han sido parte la mayoría de los movimientos sociales, que a ala vez que hegemonizan el discurso contrario al capital (estos movimientos sociales), se les considera como organizaciones ya integradas al sistema social, y que por tanto, gozan de una cierta institucionalidad y con ella dejan de producir «sabotaje» o de construir algo distinto a lo establecido o permitido como «distinto». ¿Por qué? Porque se aceptan sus ideas como «validas» dentro del «mercado de ideas», pero nunca como realizables. Por la tolerancia represiva: tolera todo aquello que le puede ser perjudicial, siempre y cuando no sea realizable, sino solo a nivel de discurso.
Entonces tenemos que quienes son los «dueños» del discurso contrario al capital, a su vez, se integran cada vez mas a la forma que el sistema social considera correcta para llenar el espacio vacío de «critica a lo establecido». Esto quiere decir que toda sociedad deja espacios para la «diversidad», pero una diversidad que no le es dañina. Una tolerancia que a su vez, se sumerge en la represión. Pero que al momento que logra controlar todo el discurso anti capital, lo transforma en un lugar poco dañino para el capital mismo. Los que manejan el discurso contrario a la Apec, los que lo dominan, son las organizaciones que apostaran por el foro, por reunirse a debatir, llegar a conclusiones, ver como humanizar el capitalismo, pero que a su vez rechazan cualquier otro tipo de manifestación contra la Apec. Esto nos deja ver el intento de monopolio discursivo, de mostrar que «esto es lo correcto, lo demás es vandalismo».
Si la lucha es multidimensional, un foro no seria un objetivo en sí mismo, sino que aparte de discutir las ideas, también se estaría en la calle, se harían rayados, se informaría a la gente que cotidianamente camina por el centro de la capital. Desde un acto artístico de intervención del espacio publico, hasta una molotov en un banco, pasando por un foro donde se discuten ideas. Eso seria una protesta con todas sus palabras, no una protesta que excluye al mismo tiempo que dice incluir.
La monopolización del discurso anticapitalista es uno de los grandes problemas al momento de unir fuerzas para repudiar las políticas neoliberales y la visita de un ser como George Bush. Con dicha monopolización, poco espacio tendrán los sectores aun no integrados completamente al juego político electoral. (el foro esta realizado por organizaciones ligadas a partidos políticos)
Si vemos que jóvenes rayan murallas, o se manifiestan violentamente, entonces lo que vendrá del foro, es lo de siempre: infiltrados, incitadores de la violencia, lumpen. Eso demostrara aun más su capacidad de integrarse al sistema, de excluir, al mismo tiempo que ellos mismos como «anti-capitalistas» excluyen otras acciones.
Porque una voz de un puro foro social, no será voz si no esta en todas partes. Y ese en «todas partes» lleva obligadamente una descentralización del discurso anticapitalista, es decir, de una lucha multidimensional, de una construcción colectiva de no solo ideas, sino también métodos de lucha que son resultados de ideas.
Pero la integración de dichos movimientos a la normalización neoliberal les podría costar caro, ya que seria imposible que las luchas multidimensionales contra el capital sean aceptadas y toleradas por el mismo capital. Su margen de «aceptación de la critica» solo llega hasta el nivel de las palabras, de foros… mas allá de eso, entonces es «terrorismo».
Esto los podría llevar a su exclusión, y como antaño, volver a ser tildados de «terroristas» o que «donde van solo van a destruir».
Entonces para esta Apec, no solo tendremos la brutal represión del gobierno, sino la salvada de pellejo que lo más probable harán aquellos mas «integrados» a lo que el sistema social permite como «diversidad», pero que cuando se transforme en «acción», es decir, pasar de las palabras a los hechos, entonces tildaran de infiltrados, encapuchados, anarquistas o simplemente lumpen-delincuentes. A aquellos que no vayan con lo que los visionarios han decidido como las «correctas formas de lucha».
22.10.04