Miles de vendedores ambulantes, limpiaparabrisas y cuidacoches marcharon por las calles de la capital mexicana hacia la Asamblea Legislativa y el Zócalo, en protesta por la nueva Ley de Cultura Cívica. Los manifestantes conformados en el Frente Nacional de Organizaciones, señalan que no cuentan con recursos ni educación para ejercer otro tipo de trabajo y […]
Miles de vendedores ambulantes, limpiaparabrisas y cuidacoches marcharon por las calles de la capital mexicana hacia la Asamblea Legislativa y el Zócalo, en protesta por la nueva Ley de Cultura Cívica.
Los manifestantes conformados en el Frente Nacional de Organizaciones, señalan que no cuentan con recursos ni educación para ejercer otro tipo de trabajo y demandaron a las autoridades empleos en lugar de prohibirles sus actividades.
Con la llamada Ley de Cultura Cívica, que desde la semana pasada entró en vigor, el gobierno de la ciudad busca limpiar las calles de prostitutas, limpiadores de parabrisas que aguardan a sus clientes en cada semáforo, vendedores que se filtran en los vagones del tren subterráneo y «cuidacoches» o «franeleros», que rondan las calles.
El Artículo 24, de la Ley en cuestión penaliza a quien: «preste algún servicio sin que le sea solicitado y coaccione de cualquier manera a quien lo reciba para obtener un pago por el mismo».
Las sanciones
La presentación del infractor ante las autoridades sólo procederá por queja previa y se sancionará con una multa por el equivalente de uno a 10 días de salario mínimo o con arresto de seis a 12 horas.
La marcha llegó frente a la Alcaldía donde pidieron al titular protección. Esta legislación fue inspirada en una recomendación del ex alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani.
Giuliani aplicó una medida similar cuando ejerció su política de tolerancia cero durante su mandato como alcalde de Nueva York.
Según cifras de la policía capitalina, unos 4.000 manifestantes protestaron por breve tiempo frente al Congreso local, aunque sólo unos 300 continuaron la marcha hasta el Zócalo, para llegar a la oficina del alcalde de la ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador.
Los afectados se quejan de que la ley les está robando su modo de vida, mientras que analistas señalan que penalizar a los vendedores ambulantes y trabajadores callejeros podría encaminarlos a aumentar el crimen.
La policía ha arrestado a más de 300 personas por violar la Ley de Cultura Cívica. Sin embargo, la ley no se aplica a los policías, algunos de los cuales han sido denunciados por extorsión.
12 de agosto de 2004