La vida negra. De repente, un día, te quedas en negro. Fundido, sin horizontes, a oscuras. Un día, otro día… una vida. Y no pasa nada. «Lo siento, la suma de los colores da negro». La tía Luisa solía rematar así sus conversaciones. Sus palabras encabezan el último libro de relatos del escritor Nicolás Casariego. […]
La vida negra. De repente, un día, te quedas en negro. Fundido, sin horizontes, a oscuras. Un día, otro día… una vida. Y no pasa nada. «Lo siento, la suma de los colores da negro». La tía Luisa solía rematar así sus conversaciones. Sus palabras encabezan el último libro de relatos del escritor Nicolás Casariego. «Lo siento, la suma de los colores da negro». Con esa frase, la tía Luisa «daba a entender que la vida era triste, y la gente, malvada».
El negro absoluto. Nadie había llegado tan lejos. La revista Nanoletters desvela en su último número que un laboratorio de Estados Unidos ha conseguido «el material más oscuro jamás fabricado». Se trata de una estructura formada por nanotubos de carbono. El engendro, una especie de alfombra, absorbe toda la luminosidad que le llega, todos los colores. Apenas refleja el 0,045% de la luz que recibe. Negro negrísimo. «El material más negro que existe, al menos en la Tierra», explican sus descubridores. Doscientas veces más negro que el carbón. Un récord. Una sombría señal.
Sacar los colores. Gioconda Belli acaba de ganar el premio Biblioteca Breve con su nueva, y aún inédita, novela. En «El infinito en la palma de la mano» la escritora nicaragüense fabula sobre cómo fue la vida de Adán y Eva en el paraíso. En otro de sus libros anteriores, el poemario «Fuego soy apartado y espada puesta lejos», Belli imaginó también ese tiempo primero. «Lo que nadie nos dijo fue que cuando Eva, / avergonzada de su desnudez, / dejó atrás las puertas del paraíso / se encontró con un niño / que le ofreció un manojo de candelas romanas. / En la primera noche sin inocencia / ella las encendió una tras otra. / Viendo chisporrotear la luz / comprendió el sentido de la existencia: / Arder. / Iluminar la oscuridad». En el principio, el mundo no era mundo, era negro. En el final, la noche volverá para cubrirlo todo. Entre uno y otro, la vida en color. Unas cerillas, una caja de luces. El arco iris en la palma de nuestra mano.