La insurgencia talibán ha conseguido una presencia permanente en el 72% del territorio de Afganistán, lo que representa un aumento del 18% con respecto a noviembre de 2007, y se acercan a la capital, Kabul, según señala el último informe del Consejo Internacional de Seguridad y Desarrollo (ICOS). El estudio revela que en algunas ciudades […]
La insurgencia talibán ha conseguido una presencia permanente en el 72% del territorio de Afganistán, lo que representa un aumento del 18% con respecto a noviembre de 2007, y se acercan a la capital, Kabul, según señala el último informe del Consejo Internacional de Seguridad y Desarrollo (ICOS). El estudio revela que en algunas ciudades y pueblos afganos los talibán han establecido una especie de gobierno «de facto».
«La deprimente conclusión es que, a pesar de las enormes inyecciones de capital internacional que fluyen a este país y a pesar del enorme deseo de tener éxito en Afganistán, el Estado está otra vez en serio peligro de caer en manos de los talibán», subraya el informe hecho público ayer por el Consejo Internacional de Seguridad y Desarrollo (ICOS, por sus siglas en inglés). En él se revela que la insurgencia talibán ha incrementado considerablemente su presencia permanente y poder en este país, donde controla ya el 72% del territorio, frente al 54% de 2007.
El ICOS, conocido antes como «The Senlis Council», es un centro de estudios especializado en programas de seguridad global, con sede en Londres, París, Bruselas y Río de Janeiro y plataformas de investigación en Afganistán, Irak y Somalia.
En su último informe, asegura que «el incremento de su expansión geográfica demuestra que las estrategias políticas, militares y económicas de los talibán son ahora más exitosas que las de Occidente en Afganistán».
Como ejemplo, indica que han asegurado su dominio «permanente» y son considerados «el poder gubernamental de facto» en muchos pueblos y ciudades del sur del país, y, al sentirse muy confiados, están «a las puertas de la capital» y ya se han infiltrado en algunas zonas de la ciudad.
De hecho, de los cuatro caminos que unen Kabul con el resto del territorio, sólo uno -el del norte- es considerado seguro para viajar, mientras que el sur es inseguro. «Al bloquear las puertas de la ciudad de esta manera, los insurgentes talibán están colocando una soga alrededor de la ciudad y estableciendo bases cerca de ella desde donde lanzar ataques», indica el ICOS, que afirma que se han cometido ataques con bombas, ejecuciones y secuestros de afganos y de extranjeros en la misma capital.
El documento critica a la comunidad internacional por su «fracaso» en materia de seguridad. «La incapacidad -prosigue- de los actores internos e internacionales para contrarrestar la consolidación de los insurgentes es profundamente preocupante, y el fracaso de los maestros de la OTAN para atender la realidad de la situación de seguridad en Afganistán ha llevado al país y al Gobierno de Karzai a un precipicio». A su juicio, será necesaria más de una derrota militar de los talibán para «construir la confianza, especialmente en las provincias del sur».
Según el informe, la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF, la misión de la OTAN), que cuenta con 53.000 efectivos, tendría que aumentar su número en miles de soldados para conseguir modificar la situación en el país.
El ICOS cree que EEUU y sus aliados han sido ingenuos puesto que se ha permitido el retorno de los talibán después de la invasión militar de 2001. «Mientras que las perspectivas de la comunidad en Afganistán nunca han sido más débiles, los talibán -añade- han experimentado un renacimiento que ha ganado fuerza desde 2005».
El informe señala que «los talibán están dictando las decisiones y acciones tanto políticos como militares» y matiza que no se puede establecer la seguridad en el 72% de las áreas controladas por ellos debido a su «agilidad» y «unidad de propósito».
En su opinión, es necesario unificar el mando de las fuerzas aliadas, ampliar la reconstrucción de las zonas rurales y apoyar la democracia en el ámbito local para dar la vuelta a la situación actual.
«La insurgencia sigue transformando la debilidad de la OTAN en su propia fortaleza», concluye el ICOS.
confianza
El informe del ICOS considera más grave que el control del 72% el hecho de que los talibán estén ganándose la confianza de la población, especialmente en el sur del país asiático.
incapacidad
El documento constata la «incapacidad» de los actores locales y extranjeros para responder a la consolidación de la insurgencia en Afganistán, lo que califica de «profundamente preocupante».
Segundo ataque consecutivo a un convoy de la OTAN
Un grupo de insurgentes volvió a incendiar ayer en la ciudad paquistaní de Peshawar, por segundo día consecutivo, camiones y material destinados a las tropas de la OTAN desplegadas en Afganistán.
El superintendente de la Policía en Peshawar, Khasif Alam, explicó que un grupo de hombres prendió fuego en la terminal de Bilal, a unos siete kilómetros de la ciudad, a un centenar de camiones, jeeps y contenedores de suministros para las tropas extranjeras.
En las últimas semanas han aumentado los ataques contra camiones utilizados por la Alianza, que tiene en Pakistán la principal vía de acceso para sus suministros. Los talibán paquistaníes, agrupados bajo el paraguas de Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP), han amenazado con actuar contra quienes ayuden a las fuerzas de la OTAN en Afganistán.
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