Los 15 marines británicos detenidos el pasado viernes por autoridades de Irán «reconocieron haber entrado ilegalmente en aguas territoriales» de ese país, de acuerdo con lo declarado por el asesor para Asuntos de Prensa y Defensa de las Fuerzas Armadas de la nación islámica, Ali Reza Afshar, quien fue citado por la prensa local. «Estos […]
Los 15 marines británicos detenidos el pasado viernes por autoridades de Irán «reconocieron haber entrado ilegalmente en aguas territoriales» de ese país, de acuerdo con lo declarado por el asesor para Asuntos de Prensa y Defensa de las Fuerzas Armadas de la nación islámica, Ali Reza Afshar, quien fue citado por la prensa local.
«Estos militares están sometidos, ahora, a interrogatorio y reconocieron haber entrado ilegalmente en aguas jurisdiccionales nuestras», afirmó el funcionario este sábado, tras lo cual reiteró que Teherán exige una explicación al Gobierno británico por haber violado la soberanía iraní.
Ali Reza Afshar subrayó, además, que la detención de los efectivos británicos «demuestra que las fuerzas armadas de Irán están preparadas para defender la República Islámica bajo cualquier circunstancia».
Autoridades militares iraníes informaron, luego de la detención, que los 15 marines fueron trasladados a Teherán para que explicaran su entrada ilegal al territorio de ese país y que estos estaban equipados con avanzados sistemas de posicionamiento electrónico, por lo que eran perfectamente conscientes de su presencia en las aguas de Irán.
El portavoz iraní de Asuntos Exteriores, Mohammad Ali Hosseini, declaró este sábado: «El acto hostil y de interferencia británico fue sospechoso y contrario al derecho internacional, por lo que no hay justificación para que Londres no se haga responsable».
La versión del Gobierno británico sobre el hecho consistió en indicar que sus marines «habían perdido el control de su posición exacta», mientras efectuaban «inspecciones rutinarias» en aguas jurisdiccionales de Irak, el país vecino de Irán que fue invadido por tropas anglo estadounidenses en marzo de 2003.
El Gobierno británico incurrió en una situación similar en julio de 2004; entonces, las fuerzas navales iraníes detuvieron durante tres días a ocho marines ingleses que también violentaron la soberanía de las aguas persas.