El último viernes (6), un traficante de niños fue sorprendido en flagrante delito en Dajabón, República Dominicana, con cuatro niños de dos, tres, cuatro y seis años. Solidarite Fwontalyé/ Servicio Jesuita a Refugiad@s y Migrantes (SJRM) Haití divulgó comunicado afirmando que se ha podido identificar al traficante, llamado Jean-Paul Frandominique, a los niños y la […]
El último viernes (6), un traficante de niños fue sorprendido en flagrante delito en Dajabón, República Dominicana, con cuatro niños de dos, tres, cuatro y seis años. Solidarite Fwontalyé/ Servicio Jesuita a Refugiad@s y Migrantes (SJRM) Haití divulgó comunicado afirmando que se ha podido identificar al traficante, llamado Jean-Paul Frandominique, a los niños y la casa en la que los escondían.
Según la entidad, el tráfico de personas es una actividad criminal, cotidiana y bien organizada que se realiza en Ouanaminthe y en muchas otras comunidades en sus alrededores. Los traficantes, que habitualmente trataban hombres, recurren ahora a las mujeres y a los niños.
De enero a abril de 2008, se registraron 1.353 niños traficados de Haití a República Dominicana por los pueblos fronterizos: Mellac, Fort-Liberté, Ferrier, Acul-des-Pins, Ouanaminthe, Capotille y Mont-Organisé. «Sabemos que esta cifra no es más que una aproximación a la cantidad real de niños víctimas del tráfico organizado por delincuentes que buscan enriquecerse deshonestamente a expensas de personas indefensas», afirma.
«Solidarite Fwontalyé/SJRM Haití manifiesta su indignación por la suerte que corren estos niños. Cuando se trafica con adultos sólo observamos la situación pero cuando se trata de tráfico de niños no podemos quedarnos indiferentes. Nuestro deber es el de alertar a las autoridades para que impidan que los traficantes partan hacia República Dominicana», declara.
La organización pide al Estado haitiano y al Estado dominicano que investiguen cuál es el destino final de estos niños y con qué fin son introducidos en República Dominicana. Además, invita a la Policía Nacional haitiana (PNH) a mantenerse alerta y a mostrarse como una fuerza de protección y una institución el que la población puede confiar.