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Más de cien mil estadounidenses se manifiestan contra la guerra en Irak

Fuentes: a Nación

Los pacifistas estadounidenses, encabezados por Cindy Sheehan, la madre de un militar muerto en Irak, protestaron hoy en Washington al grito de «verüenza» y portando carteles con la inscripción «Bush es un desastre de categoría 5», comparando al presidente con la fuerza de destructiva del huracán Katrina. Durante 11 horas, desde la mañana hasta el […]

Los pacifistas estadounidenses, encabezados por Cindy Sheehan, la madre de un militar muerto en Irak, protestaron hoy en Washington al grito de «verüenza» y portando carteles con la inscripción «Bush es un desastre de categoría 5», comparando al presidente con la fuerza de destructiva del huracán Katrina.

Durante 11 horas, desde la mañana hasta el atardecer, Washington fue escenario de varias protestas, ya que militantes anti-globalización se unieron a los pacifistas para expresarse contra los dirigentes del mundo financiero, reunidos en la asamblea del otoño boreal del Fondo Monetario Internacional. Paralelamente, cientos de estadounidenses decidieron marchar en apoyo a la invasión y ocupación de Irak, a modo de contra-protesta.

Los organizadores de la manifestación pacifista aseguraron que más de 100.000 personas respondieron a la convocatoria contra la guerra. El jefe de la policía local, Charles Ramsey, confirmó la estimación. «Creo que probablemente alcanzaron ese número», dijo.

Así, las calles de Washington se colmaron de autobuses y automóviles, estudiantes, veteranos de Vietnam, monjas pacifistas, hermanos franciscanos y padres de soldados que se encuentran en Irak.

A pesar de la magnitud de la protesta gran parte de los estadounidenses no se enteraron de lo sucedido, ya que la televisión concentró su atención en la emergencia causada por el huracán Rita, que descendió hoy a tormenta tropical, en Texas y Louisiana.

La marcha pacifista, la manifestación contra la guerra más importante desde la invasión a Irak en 2003, comenzó en un parque detrás de la Casa Blanca y concluyó frente al monumento a George Washington con un recital de la cantante folk Joan Baez. Los manifestantes, repitiendo la palabra «verg?enza», pasaron delante de la Casa Blanca, deshabitada hoy, ya que Bush viajó a Colorado para seguir de cerca la llegada del huracán Rita. El vicepresidente, Dick Cheney, tampoco estaba en el edificio, porque fue sometido a una intervención quirúrgica programada.

«Vergüenza», gritaba Sheehan, frente a los altoparlantes con la Casa Blanca a sus espaldas y protegida por un amplio operativo de seguridad. La mujer se convirtió en símbolo de la oposición a la guerra desde que decidió afincarse en los alrededores del rancho de Bush en Crawford, Texas, para presionar al mandatario, entonces de vacaciones, a recibirla.

Sheehan desistió y suspendió esa medida de fuerza cuando Bush dejó Texas debido a la catástrofe que causó el ciclón Katrina en el sur de país. Desde entonces y hasta la manifestación de hoy, la mujer estuvo de gira por el país en un ómnibus, experiencia durante la cual dijo que recibió «un apoyo enorme, en los estados rojos (de mayoría republicana) y en los azules (demócratas)».

«Cuántos otros hijos de nuestra gente están dispuestos a sacrificar?», preguntó Sheehan a la multitud, que respondió: «ni uno solo más».

En torno de Sheehan los manifestantes alzaban carteles exhortando a Bush a abandonar Irak. «Regresemos las tropas a casa», «Basta de ocupación colonial», entre otras exhortaciones. Muchos manifestantes portaban carteles con las fotografías y nombres de soldados estadounidenses muertos en Irak.

«Esta es una guerra construida sobre mentiras», dijo a ANSA el reverendo negro Jesse Jackson, antes de salir al palco.

Los que encabezaron la protesta calificaron de «criminales de la Casa Blanca» a Bush y a Cheney, y acusaron a las autoridades de haber tratado de impedir la manifestación. Algunos trenes directos desde Nueva York a Washington fueron bloqueados durante horas por un presunto problema técnico, dejando sin transporte a muchos manifestantes en la Penn Station de Manhattan y en varias estaciones de la costa oriental.

Fue una jornada de protesta no sólo en la capital estadounidense, sino también en San Francisco y Los Angeles. En Europa, Londres, París, Roma, Madrid, Copenhague y Helsinki también fueron escenario de manifestaciones contra la guerra.

En Londres, 10.000 personas según la policía, y 100.000 según los organizadores, desfilaron por las calles desde Westminster hacia Hyde Park, para pedir que regresen los 8.500 soldados británicos que participan de la ocupación de Irak. Los manifestantes gritaron consignas contra el primer ministro, Tony Blair, a quien acusaron de «mentiroso».

En París unas decenas de asociaciones convocaron a los franceses a manifestarse contra la guerra en la plaza de la Concorde, cerca de la embajada de Estados Unidos.

En Roma y Helsinki la protesta se realizó frente a las embajadas de Estados Unidos, mientras en Copenhague se realizó en la plaza del municipio Christianshavn Torv, convocada por la asociación Stop Terrorkrigen (Detengan la guerra del terror).