Traducido para www.crisisenergetica.org por Ricardo Jiménez y revisado por Patricia Terino
Este artículo, aparecido originalmente en el sitio web de From The Wilderness el 1 de diciembre de 2004 ( www.fromthewilderness.com/free/ww3/120104_world_burns.shtml ) y traducido al español por los compañeros de Crisis Energética, reviste un interés tan extraordinario que hoy lo presentamos en Rebelión para disfrute de nuestros lectores, pues añade un nuevo punto de vista a las conflictivas relaciones del Imperio con el resto del mundo. En efecto, según se desprende de la prosa de Michael C. Ruppert, Estados Unidos es un gigante con los pies de barro, pero dicha afirmación carece aquí de toda retórica vana o panfletaria: sus pies económicos son tan débiles que en cualquier momento bastará con que los bancos centrales de países adversarios (China, por ejemplo) le asesten un golpe de gracia a esa moneda de ficción que es hoy el dólar para que el Imperio se derrumbe con estrépito. La paradoja es que Estados Unidos vive ahora sus últimos días como amo del mundo, justo cuando está en la cumbre de su poderío militar. El Armagedón está cercano y, cuando llegue -«… en algún punto, probablemente a lo largo del próximo año, tendrá lugar el descontrolado ataque sobre el dólar y entonces las brasas financieras se convertirán en llamas…» -, nada será fácil, porque los imperios suelen morir matando.
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John Lennon escribió: «La vida es lo que ocurre mientras tú estás ocupado haciendo otros planes».
Desde las elecciones generales estadounidenses, mientras muchos en los EEUU y el resto del mundo han estado recobrándose de un tiro en los intestinos que los dejó sin respiración, una movilización «asimétrica» para un conflicto global ha empezado a tomar velocidad. Mientras que muchas de las naciones y ciudadanos del mundo no estaban preparados para un segundo asalto del robo de las elecciones presidenciales de los EEUU, es obvio que muchos de los gobiernos más poderosos del mundo se estaban anticipando y preparando para ello desde hacía algún tiempo. El 3 de noviembre tenían sus zapatillas deportivas puestas y estaban en la línea de salida. No hay otra explicación para el ritmo en el que se han desarrollado los acontecimientos económicos, políticos, militares y energéticos en las tres semanas siguientes al 2 de noviembre. El fin del mundo «tal como lo conocemos» está muy cercano. No parece que se pueda hacer nada para prevenirlo y muy poco de lo que se podría hacer suavizará su impacto. Esto hace incluso más importante lo que From The Wilderness (FTW) ha estado advirtiendo durante muchos años: la preparación personal y comunitaria.
Este artículo constituye la tercera advertencia económica de FTW a sus suscriptores. A la primera de estas alertas, publicada el 9 de septiembre de 2001, le siguieron dos días después los «ataques» al Wolrd Trade Center y al Pentágono. La segunda fue el 8 de julio de 2002, justo antes de una precipitada caída en el índice bursátil Dow Jones de 1400 puntos y la liquidación de más de un billón de dólares del valor accionarial, especialmente de los fondos de pensiones.
Una clave para entender la interrelación de estos acontecimientos consiste en comprender que un colapso económico dramático, especialmente en el caso de un poder muy grande o un Imperio, ha creado históricamente una vacuna contra el poder que ha resultado en la guerra. Si, como dijo von Clausewitz, «la guerra es una continuación de la política por otros medios», entonces debemos admitir también que la política es una continuación de la economía; y que la economía es una continuación de la energía. Toda la economía, al menos en este mundo, se basa en la energía, tanto si es energía de hidrocarburos como trabajo físico (calorías alimenticias). Hay 10 calorías de energía de hidrocarburos en cada caloría de alimentos que consumimos.
La energía es la capacidad para realizar un trabajo; es, en efecto, la capacidad para sobrevivir. La energía es economía.
Ahora, la guerra económica, superior en varios órdenes de magnitud a la que se llevó a cabo tras el 11-S, está en marcha. Mientras la mayor parte del mundo esperaba que pronto estaría ocupándose de una presidencia de Kerry, que podría haber proporcionado un compañero con quien valiese la pena trabajar, se abstuvo de realizar movimientos económicos que pudieran dañar de forma permanente a los EEUU. No había ninguna intención de destruir la economía estadounidense hasta que quedase claro que las elecciones fueron amañadas y que los neoconservadores se habían estado moviendo hacia delante todo el tiempo con una agenda hostil. Para el mundo, el 2 de noviembre representó ya otro Rubicón: no habrá ninguna esperanza de «coexistencia pacífica» con el Imperio Estadounidense. Finalmente, este conflicto debe convertirse en un conflicto físico.
Esto aparentemente es lo que los neoconservadores querían también dejar claro. Esto es lo que piensan hacer (es lo que quieren decir con la frase «nada nos detendrá», repetida cuatro veces en el discurso de Bush en el Congreso Nacional Republicano). También querían que se comprendiera que el Imperio sacrificaría de buena gana a su propia gente en una prueba de fuerza, tal como hizo la Unión Soviética en la II Guerra Mundial. Por lo tanto, sólo las elites mundiales, definidas por el dinero y el poder en vez de por la nacionalidad, se beneficiarán a corto plazo. De hecho, dada la amenaza nuclear que conlleva todo esto, es ahora debatible si incluso habrá mucho más que un largo plazo (unos veinte años desde ahora) para pronosticar algo. Un fuerte ataque sobre el dólar es inminente y, a partir del momento en que comience, estaremos viviendo en un mundo despiadado e implacable, totalmente nuevo. La mejor forma de debilitar militarmente a los estadounidenses, antes que combatir con ellos, es eliminar en todo lo posible sus fondos.
Si mi advertencia le parece hiperbólica, entonces considere sólo una de las declaraciones hechas por alguien cuyo trabajo es evitar la hipérbole.
El 23 de noviembre, el Boston Herald informó sobre unas chocantes declaraciones realizadas por Stephen Roach, el principal economista para el gigante de la inversión bancaria Morgan Stanley.
«Roach se reunió con grupos selectos de directores financieros a mediados de la pasada semana, incluido un grupo de Fidelity. Su predicción: Estados Unidos no tiene más de un 10 por ciento de posibilidades de evitar un «Armagedón» económico.
No se permitió el acceso de la prensa a los encuentros. Pero el Herald ha obtenido una copia de la presentación de Roach. Una aturdida fuente, que estuvo en una de las reuniones, dijo, «me chocó lo extremo que fue -mucho más, me pareció, que en público».
Roach ve un 30 por ciento de posibilidades de que haya una depresión pronto, y un 60 por ciento de que «iremos tirando durante un tiempo y retrasaremos un eventual «Armagedón».»
El núcleo del análisis de Roach es el simple hecho de que, con vistas a mantener a flote la economía estadounidense e incluso una fe moderada en el dólar, deben asegurarse 2,8 miles de millones de dólares al día en inversiones extranjeras directas (en inglés, foreign direct investment o FDI), en su mayor parte a través de la adquisición de pagarés del Tesoro (Treasury Notes) para pagar los intereses de su burbuja económica. Otras fuentes sitúan las FDI requeridas en 4 000 millones de dólares al día.
¿Cuál es el sentido de todo esto cuando la administración Bush aumentó la deuda estadounidense hasta alcanzar el tope de 800 000 mil millones de dólares el 19 de noviembre y continúa retirando la alfombrilla bajo el dólar mientras, al mismo tiempo, reduce los impuestos e incrementa el gasto? Hay señales que advierten que estos movimientos bien publicitados fueron peligrosos para los estadounidenses y sus carteras hace más de dos meses cuando, el 9 de septiembre, la subasta diaria rutinaria de T-Bill en el Tesoro estadounidense abrió y nadie apareció para comprar.
Marshall Auerback -uno de los analistas económicos favoritos de FTW– escribió para Prudent Bear el 16 de noviembre:
¿Es de suponer que haya una subasta de bonos y todo el mundo se quede en casa? Tuvimos una variante de eso hace unos meses. Durante una venta rutinaria de bonos del Tesoro estadounidense, a principios de septiembre, uno de los pilares esenciales que sostiene la economía a flote desapareció de repente. Los extranjeros, que han estado comprando hasta ahora regularmente cerca de la mitad de toda la deuda emitida por el gobierno estadounidense, se quedaron en casa el 9 de septiembre.
«Pensamientos de pánico centellearon por allí», dijo Sadakichi Robbins, director de la actividad comercial de ingresos fijos globales de Bank Julius Baer. Para estar seguros, los extranjeros volvieron con fuerza en la siguiente subasta del Tesoro y el 9 de septiembre fue rápidamente desechado como una aberración.
Pero el episodio demostró algo que hemos repetido ad nauseum en estas páginas: el punto hasta el que siguen dependiendo los EEUU de la bondad de los extranjeros en términos de sostener su propio estilo de vida. Hemos postulado la noción de que un golpe de los compradores, un cambio repentino de los créditos foráneos, podría llevar a una crisis financiera tan rápido como un trueno -subiendo abruptamente los tipos de interés, desvaneciendo las reservas del mercado o haciendo caer de forma estrepitosa los precios de las viviendas; un escenario que no parece tan absurdo si tenemos unos cuantos días más como el 9 de septiembre.
En medio de todos estos acontecimientos -conocidos en todas las salas de juntas de Wall Street- la agencia de noticias Reuters informó el 15 de noviembre de que los bonos para los ejecutivos de Wall Street aumentaron del 10% al 15% este año. Casi de forma simultánea, The New York Times informó el 21 de noviembre de que «El aumento del interés compuesto de las tarjetas de crédito hace sufrir a millones de personas». La última noticia revela que en los últimos meses las compañías de tarjetas de crédito han incrementado unilateralmente (en algunos casos hasta el doble) los tipos de interés sobre los débitos de las tarjetas de crédito, sin previo aviso. El neto resultante ha sido un drástico incremento de los pagos mensuales mínimos y de los tipos de interés, que han aumentado en algunos estados tanto como un 28%. ¿Qué haría usted si el mínimo mensual de su tarjeta ascendiera de 460 a 780 dólares?
La mayoría de los estadounidenses no puede salir actualmente de ese tipo de deuda y esto es un indicador seguro de que el peso de una gran debacle económica caería sobre los hombros de los consumidores en vez de sobre las empresas. Los consumidores nunca serán capaces de salir a flote cuando la economía colapse. Tal como señala Catherine Austin Fitts, las entidades crediticias tienen la obligación de actuar con diligencia para asegurarse de que los prestatarios son capaces de devolver el préstamo antes de que lo hagan ellas. Lo que está ocurriendo es que las entidades de crédito están al mismo tiempo alentando a la gente a pedir préstamos, mientras que socavan sistemáticamente -universalmente- su capacidad para hacer frente a tales préstamos. Incluso se sigue alentando a los estadounidenses a pedir préstamos y a gastar, cuando deberían estar siendo advertidos para que acorten y hagan decrecer su deuda. La principal razón es porque pronto -en un suspiro- el mundo va a dejar de respaldar su economía despilfarradora y no habrá ninguna red segura para sostener a aquellos que caigan por las deudas.
¿Por qué? Se denomina un traspaso saludable. Ocurrió en la Gran Depresión y FTW lo describe minuciosamente es su «Análisis del crack de la epidemia de la cocaína» (enlace al artículo original en inglés) en América Latina Central y del Sur en la década de los ochenta. Los billones robados del Tesoro estadounidense, saqueados por manipulaciones de las reservas y burbujas inversoras basadas en derivados, estarán disponibles de nuevo para comprar nuestros devaluados bienes a céntimos el euro tras el colapso.
Esta es la enfermedad del paradigma económico que gobierna EEUU (y el mundo). Es también una enfermedad que está precipitando al mundo a una especie de guerra que se propaga más allá del control humano de forma muy rápida: la I Guerra Mundial con esteroides y anfetaminas.
El preludio a la guerra – Dejar caer el dólar de acuerdo a un plan – Irán en una burbuja.
Lo que ha ocurrido desde el 2 de noviembre es que el mundo entero ha estado telegrafiando un intento claro para intentar parar de proveer a los EEUU con sus subsidios de inversiones extranjeras directas (FDI). Lo que también ha sido telegrafiado es el fomento de todo esto por parte de la administración Bush. El dólar tiene que colapsar. Pero, ¿cuándo? ¿Cuánto falta?
El resto del mundo se ha dado cuenta de que la confrontación militar con los EEUU no es práctica. Sí, es verdad que los militarizados EEUU no pueden llevar a cabo una guerra global en muchos frentes. Están pasándolo suficientemente mal manteniéndose en Irak y Afganistán. No habrá invasión de Irán. China ya ha firmado un contrato financiero por valor de 200 000 millones de dólares con su gobierno (Véase el Asia Times del 6 de noviembre). India, Alemania y Rusia están firmando contratos petrolíferos y gasísticos con Irán, dando su brazo a torcer. Esto es un seguro global para Irán, que planea abrir un mercado para negociar futuros del petróleo en euros en 2005.
Los EEUU (Gran Bretaña e Israel) no pueden permitirse atacar a cientos de miles de millones de dólares en China, Rusia, India y Alemania y otros inversores extranjeros. No se lo pueden permitir.
Aún no hay voluntarios entre las otras naciones para sufrir la carnicería necesaria para mantener a raya al ejército estadounidense. Pero existen formas no violentas de combatir al Imperio, las cuales son, de hecho, precursoras de las confrontaciones militares. En algún punto el Imperio recurrirá a lo que conoce, quizá en Ucrania, quizá en África o quizá en América Latina. En algún momento después de eso, aunque algo se ha hecho, la seguridad se desprenderá de las ramas biológicas y nucleares. Lo impensable se convertirá en una opción racional.
Todo eso puede acontecer en menos de un año. Mientras tanto, el truco para el resto del mundo es cómo librarse del dólar antes de que caiga en picado y, por lo tanto, protegiendo los actuales valores extranjeros.
¿Un callejón sin salida? Quizá no. Muchos países están ahora señalando que estarían dispuestos a hacer un pequeño disparo para darle a EEUU un gran golpe. Eso es lo que dijeron Wall Street, el Tesoro y la Reserva Federal el 2 de noviembre. Y -de acuerdo a un artículo de AP del 29 de noviembre reimpreso en Forbes– el Banco Central de China está moviéndose para intentar manejar el declive del dólar comprando y vendiéndolos entre sus cuatro mayores bancos. El intento más razonable es permitir a las otras naciones que se alineen con este plan para ponerse a salvo con las mínimas pérdidas. Sólo China tiene actualmente reservas (aproximadamente, 175 000 millones de dólares) y una economía lo suficientemente grande (incluso si el Cenit del Petróleo está empezando a golpear ya en casa) para asegurar el cambio y hacerlo aceptable para aquellos que decidan arriesgarse. Parece que desde el 2 de noviembre el resto del mundo siente como si tuviera mucho menos que perder. Están en lo cierto. El suministro de petróleo y gas por Irán es esencial para la supervivencia de muchos países.
Pero China está también encarando apagones cada vez más frecuentes, debidos a la escasez de energía. Si va a hacer circular el dólar debe hacerlo antes de que su economía se ralentice y los EEUU, las dos Coreas, Europa, Japón, Canadá y el resto del mundo industrializado empiecen a cerrar sus fábricas allí y a retirar sus inversiones. En resumen, China debe golpear al dólar mientras tenga opciones de salir victoriosa. Nunca tendrá una mejor oportunidad que ahora.
El siguiente artículo, extraído del Telegraph británico, expone la situación.
La tensión aumenta mientras China busca energía por todo el globo
por Richard Spencer (19/11/2004)
La insaciable demanda de energía de China está provocando el miedo de colisiones financieras y diplomáticas en todo el mundo mientras busca suministros fiables de petróleo tan lejos como en Brasil o Sudán.
Una intrusión en las aguas territoriales japonesas de un submarino nuclear chino la semana pasada y el contrato financiero con Brasil son las últimas consecuencias aparentemente no relacionadas del vertiginoso aumento del crecimiento económico de China.
Sin embargo, la conexión se encuentra en un asunto tratado el año pasado por el Presidente Hu Jintao para buscar en el extranjero suministros fiables de petróleo -preferiblemente aquellos que no puedan ser paralizados por EEUU en caso de conflicto con Taiwán.
El gobierno chino atribuyó el incidente del submarino a un «error técnico» y se disculpó ante Japón.
Pero, incluso antes del incidente, el Diario del Pueblo, el medio portavoz del gobierno, había comentado que la competición en el Mar de la China Oriental entre los dos países era «sólo un preludio entre China y Japón en la arena de la energía internacional».
El acuerdo financiero con Brasil incluía el financiamiento de un programa para compartir la extracción de petróleo y un oleoducto a un coste que los expertos dijeron que superaba el triple del coste de la simple compra de petróleo en el mercado.
Sin embargo, Occidente ha prestado poca atención a estos acontecimientos. Para EEUU y Europa es mucho más preocupante, incluso que los asuntos más sensibles, las relaciones de China con los «estados parias».
En septiembre, China amenazó con vetar cualquier movimiento que impusiera sanciones sobre Sudán por las atrocidades en Darfur. China ha invertido 300 000 millones de dólares en la industria petrolera de los países africanos, que le suministran el siete por ciento de sus necesidades.
Por entonces, ese mes, dijo que se oponía a los movimientos relativos a la suspensión del programa nuclear iraní por la Agencia Internacional de la Energía Atómica en el consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Una semana antes, la segunda mayor empresa estatal china había firmado un acuerdo por valor de 7 billones de dólares con Irán para el desarrollo de antiguos yacimientos petrolíferos y de gas natural, que ya suministra el 13% de las necesidades chinas.
China tiene sus propias reservas de petróleo y gas natural y una vez fue un exportador neto de petróleo. Pero cuando su economía se ha expandido una media anual en las dos últimas décadas del 9%, así lo ha hecho su demanda energética…
Su demanda prevista, estimulada por un gran aumento en la compra de coches así como la necesidad de encontrar alternativas a la contaminante generación de electricidad a partir del carbón, ha contribuido al aumento del precio del petróleo este año.
La escasez ya está llevando a cortes de energía en las grandes ciudades.
Desde que el presidente Hu ordenó a las empresas petrolíferas estatales «que fueran al extranjero» para asegurar el suministro, han empezado a perforar en busca de gas en el Mar de la China Oriental, justo al oeste de la línea que Japón reconoce como su frontera.
Japón protestó, en vano, a cerca de que el proyecto debería ser común.
Los dos también han decidido enfrentarse por las riquezas petrolíferas de Rusia. A China le enfurece que Japón haya pujado más alto que ella en la batalla para determinar la ruta del oleoducto que Rusia pretende construir en el Lejano Oriente.
Japón favoreció una ruta por el mar, permitiendo que el petróleo pueda embarcar tanto hacia Japón como hacia China. Ésta quería una ruta terrestre a través de su territorio, lo que le daría el control final si se desatasen las hostilidades.
Los analistas dicen cada vez más que los esfuerzos de China van más allá de lo que es seguro, o incluso más allá de sus intereses.
Claude Mandil, el director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía en París, dijo que las reservas en el Mar de la China Oriental estaban alimentando el problema enormemente.
Dijo que «nadie cree que haya mucho petróleo o gas en esta parte del mundo».
Jason Kindopp dijo que «si la economía China titubea, lo que, en mi opinión, es muy probable, el precio de las mercancías caerá en picado y, con ellos, el valor de los activos que las producen».
La mayor agresión de China para asegurarse el petróleo y el gas será la mayor amenaza para su posición internacional en la próxima década.
«Sudán es el primer ejemplo», dijo.
«Señala la primera vez en años recientes que China ha prometido ejercer su poder de veto en el Consejo de Seguridad Nacional de la ONU contra una petición iniciada por EEUU y apoyada por Francia y Gran Bretaña».
Según Bloomberg el 12 de noviembre, China ha firmado un acuerdo de inversión por valor de un billón de dólares con Brasil para financiar desde fábricas, reforestaciones o puertos hasta líneas férreas o exploraciones energéticas. Lo importante no es tanto los bienes activos; es el traslado de un poder económico combinado hacia un nuevo bloque de poder que está al margen de los EEUU.
Durante tres años, FTW ha estado diciendo que China sería la pieza clave en la lucha por el petróleo. Si estábamos en lo cierto cuando escribimos eso, entonces el final del juego ha llegado mucho antes de lo que esperábamos. Los impactos del Cenit del Petróleo son magnificados cuando se mueven a través de un sistema complejo e interdependiente de la competencia económica, política y militar. En una guerra (y esto lo es), cuando ambos enemigos están intentando obtener el mismo objetivo, la regla es que si no puedes obtenerlo, debes negárselo también a tu oponente.
Si no puedo tenerlo…
En otras palabras, «si no puedo tenerlo, entonces nadie puede». Qué magnífico alegato del actual estado evolutivo de la humanidad. Si la raza humana tuviera una tumba, éste podría ser un epitafio apropiado.
Las señales son inequívocas de que una rápida huida lejos del dólar está en marcha mientras otras divisas como el euro, el yen y el yuan muestran una fuerza creciente. El euro se está convirtiendo en un rehén actualmente que la UE quiere debilitar para que no se le ponga precio fuera de los mercados mundiales de exportación. Pero no me extrañaría que los expertos en estrategia de la UE -sabiendo que el euro (tanto individualmente como en una cesta de divisas) está destinado a convertirse en la divisa de la energía- estén soportando con paciencia tales movimientos. Cada región va a coger algún trozo de aquí. Las cuestiones son ¿cuánto?, ¿dónde? y ¿cómo de malo?
Están surgiendo de nuevo rumores sobre la posible creación de un dinar de oro islámico. El dinar sufre de mala suerte mientras globalmente se ha abierto la tapa de una conspiración que lleva gestándose durante décadas para dominar el precio del oro. El oro ha alcanzado recientemente máximos en 16 años con 455 dólares por onza. Los bancos centrales, incluida la Reserva Federal, pueden verse pronto forzados a revelar cuánto oro tienen, o no tienen. Harán cualquier cosa para evitar revelar dónde ha ido y por qué no está allí. Cuando eso ocurra, el mundo -en especial el pueblo estadounidense- puede sufrir una verdadera conmoción mientras aprendemos la verdad de dónde no está «nuestro» oro.
El colapso se intensifica. Decenas de millones de desempleados, especialmente los jóvenes, pueden encarar la disyuntiva entre morirse de hambre o alistarse al ejército. Quizá no necesitemos un reclutamiento forzoso, después de todo. Quizá esa es la razón de que tanto Bush como Kerry estuviesen tan seguros de ello.
Las nuevas y anteriormente impensables alianzas económicas y militares surgen rápidamente mientras las fallas geoestratégicas (por ejemplo, Ucrania) conllevan terremotos masivos, y mientras la Reserva Federal estadounidense ha indicado básicamente que no va a hacer ningún esfuerzo para apoyar al dólar que está ahora en caída libre. Eso no significa que no haya correcciones cuando el dólar vaya a contracorriente de forma ocasional, pero la tendencia debe probar al fin ser más poderosa que el dólar, debido a la deuda estadounidense. Una rebelión como ésta puede ser el desencadenante de que no haya vuelta atrás. El mundo tendrá que destruir a los EEUU o será destruido por ellos. La batalla para controlar las reservas petrolíferas continúa. El dinero es petróleo.
El dinero no tiene valor sin petróleo.
Rusia, China, India, Brasil, y ahora Venezuela.
La primera tarea para los principales sujetos económicos del mundo es empezar a deshacerse de sus dólares antes de que quiebren. Rusia, Indonesia, Japón, México y la India ya han empezado a realizar tales movimientos. El Financial Times informó el 26 de noviembre que unos simples rumores en China de que el banco central podría aprobar la venta de bonos del Tesoro casi provoca el pánico en los mercados financieros antes de que el rumor (una prueba obvia) se negase. El momento en que China comience a vender dólares, el resto del mundo echará abajo las puertas del banco para deshacerse de los suyos tan rápido como sea posible. El ataque sobre el dólar será corto, sangriento y catastrófico.
Rumores en China asustan a los mercados de divisa s
por Chris Giles
Financial Times de Londres
Viernes, 26 de noviembre de 2004
El dólar experimentó nuevas bajadas el viernes debido a los rumores de que China pueda cambiar algunas de sus reservas de divisas, poniendo de relieve los miedos en los mercados financieros en relación con el dólar.
La fragilidad de la divisa y de los mercados de bonos tiene su centro en los miedos de que los bancos centrales asiáticos puedan deshacerse de los activos estadounidenses para evitar mayores pérdidas mientras cae el valor del dólar. Los nervios de los mercados fueron puestos de relieve el viernes por la reacción de un inversor a un informe, que más tarde fue desdicho, de que el banco central de China estaba deshaciéndose de Bonos del Tesoro estadounidenses.
El martes, el primer vicepresidente del banco central de Rusia dijo que pueden incrementarse la proporción de sus reservas en euros.
Los inversores han tomado los comentarios como una señal de que los bancos centrales de China y Japón pueden estar también considerando sus reservas de activos. Si cualquiera de los dos comienza a cambiar en activos europeos o asiáticos, el dólar podría desplomarse…
La burbuja de protección que rodea a Irán se hace más fuerte y grande. Es obvio que el mundo entero ha trazado una línea en las arenas de Irán más allá de la cual el Imperio sabe que se enfrenta a una lucha a muerte. Aunque, en cada postura pública que ha adoptado la dinastía Cheney-Bush ha dejado claro que esta lucha es exactamente lo que quiere, busca y para la cual está preparada.
Irán y Venezuela discuten el precio del petróleo en Teherán
LONDRES, 29 de diciembre (IranMania) -El presidente venezolano Hugo Chávez llegó el domingo a Teherán para dos días de conversaciones de alto nivel, incluyendo discusiones sobre el precio del petróleo de cara al encuentro del próximo mes de la OPEP, de acuerdo con la AFP.
En la discusión se incluirán temas como las relaciones petrolíferas entre los dos países en la OPEP y la defensa del precio del petróleo» dijo Chávez a los periodistas en unos breves comentarios antes de asistir a una reunión con el presidente iraní Mohammad Jatami.
Chávez, que encabezaba una delegación económica y política de alto nivel, no dio más detalles.
La OPEP ha señalado que se quedará con el dólar y que hay un motivo para apoyar esta lógica con el último desfallecimiento de éste. El Sidney Morning Herald informó el 25 de noviembre que el presidente de la OPEP, Purnomo Yusgiantoro, anunció que la OPEP continuará calculando el valor del petróleo en dólares porque esto permitiría a menos países ricos arbitrar sobre las divisas más fuertes (por ejemplo, el euro) antes de convertir los débiles dólares en adquisiciones de petróleo. Mientras esto dañará simbólicamente a exportadores de petróleo como Arabia Saudí, Venezuela, Irak e Irán a corto plazo, también será un modo de compartir la ya enorme transferencia de riqueza, ahora que el petróleo está cerca de los cincuenta dólares el barril, con menos naciones poderosas y vinculándolas en el nuevo bloque. La OPEP está cuidando actualmente del resto del mundo (por el momento), y si es por motivos altruistas o maquiavélicos no habrá mucha diferencia.
Un Imperio que no puede proteger a sus vasallos y a sus estados tributarios no será más un Imperio, sino un cadáver listo para ser enterrado. Así es como el mundo está empezando a ver a los EEUU desde un punto de vista geoestratégico.
Cuando comience el ataque sobre el dólar, la OPEP cambiará inevitablemente en algún momento sus precios a euros, algo sobre lo que discute todo el mundo -y que disgusta mucho a Europa. Actualmente el euro no es sólo un refugio seguro, sino beneficioso. Una casa nueva se construye antes de abandonar la antigua. Cuando comience el ataque sobre el dólar, será como si el resto del mundo declarase la guerra a los Estados Unidos de América lanzando un misil, arrojando una bomba o desembarcando un ejército en Bethany Beach, Delaware. Que esto conducirá finalmente a una guerra mundial generalizada parece algo seguro. Éste es exactamente el modo en que la administración lo está preparando para presentarlo ante los estadounidenses. Piense en el 11 de septiembre multiplicado por cincuenta.
El resto del mundo simplemente se está defendiendo con medios no violentos -por el momento. Pero será presentado como un ataque contra los EEUU. «¿Por qué?», preguntará retóricamente George Bush. «Nos odian por nuestra libertad».
Y, salvo un milagro, los resultados finales serán exactamente los mismos que los de un ataque físico: una devastación tan completa como impensable -magnificado por el impacto brutal del Cenit del Petróleo- para el que sólo unos cuantos intentarán siquiera prepararse. Eso es triste porque en la preparación estará toda la diferencia (salvo por suerte o por intervención divina) entre quien sobrevivirá y qué permanecerá intacto y funcionando más tarde.
Berlín y Dresde hacia el final de la II Guerra Mundial, Stalingrado en 1942, y las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, son los únicos escenarios que puedo imaginar como los peores. Esta vez, sin embargo, la mayoría de los edificios quedarán en pie, vacíos y en ruinas; posiblemente las tumbas autoconstruídas de una de las últimas especies autodestructivas. Este es el horror del Cenit del Petróleo que yo y muchos otros investigadores hemos previsto e intentado advertir durante mucho tiempo -algunos, como Richard Duncan (ver más abajo), durante más tiempo que otros.
Sin embargo, en algún punto, probablemente a lo largo del próximo año, tendrá lugar el descontrolado ataque sobre el dólar y entonces las brasas financieras se convertirán en llamas, quizá incluso en una confrontación militar. Lo anterior empezará probablemente como sucedáneos de los conflictos de «baja intensidad» que tienen lugar en África, Arabia Saudí, Europa Oriental y en Sudamérica antes de la casi segura erupción de un conflicto militar a gran escala.
Algunos de nosotros podemos y nos prepararemos en algún momento u otro para esto. La principal obligación de FTW con nuestros suscriptores es proporcionarles información que les haga estar mejor informados, estar más seguros y más preparados y advertirles de lo que está pasando realmente a su alrededor. En los ochenta y un meses en los que hemos estado en funcionamiento puedo decir con seguridad que nada de lo que hemos publicado es tan urgente o tan claro como la advertencia que incluye este artículo.
Las cosas han cambiado. Ni yo ni FTW podemos dedicar largos períodos de tiempo a escribir los extensos y detallados análisis que han sido nuestra seña de identidad. El mundo está cambiando demasiado rápido para eso. Sólo hay tiempo para hacerles partícipes del curso que toman los hechos y de las noticias más urgentes e importantes de una manera que no lo están haciendo otras publicaciones. Elevando nuestra vista un poco más, y bajando también la mirada hacia el camino, el mejor servicio que podemos proporcionarles es centrarnos más en las noticias urgentes e integrar estos rápidos acontecimientos en lo que esperamos sea el mapa que hemos trazado con éxito para ustedes a lo largo de casi siete años.
El cenit del petróleo a toda marcha – El enfoque del precipicio de Olduvai
Dentro de dos semanas tras la publicación de esta alerta, el legendario geólogo del petróleo, Richard Duncan, publicará un nuevo ensayo titulado El acontecimiento del precipicio de Olduvai: hacia 2007 tras finalizar una revisión concienzuda de su trabajo. FTW os facilitará este ensayo tan pronto como esté disponible.
Ofrecemos a continuación un extracto de tal trabajo:
La teoría de Olduvai expone que la esperanza de vida de la Civilización Industrial, definida en término del uso per capita de la energía mundial («e») es menor o igual a 100 años. Antecedentes: sabemos que el cenit de «e» (producción de hidrocarburos per capita) ocurrió en 1979 y que «e» declinó de 1979 a 1999 (el «declive»). Futuro: la teoría de Olduvai predice que «e» declinará incluso más rápido de 2000 al denominado «acontecimiento del precipicio» (el «desprendimiento»). Un estudio previo situó al «acontecimiento del precipicio» en el año 2012 (Duncan, 2001). Sin embargo ahora se revela que 2012 era demasiado optimista. El siguiente estudio indica que el «acontecimiento del precipicio» tendrá lugar cinco años antes de 2012 debido a una epidemia de «apagones escalonados» que ya han comenzado en EEUU. Esta «epidemia eléctrica se extenderá a lo largo de todo el país, luego por todo el mundo, y hacia 2007 la mayoría de los apagones será permanente. El «estilo de vida moderno será historia hacia 2025. [Énfasis añadido]…
El segundo postulado de la teoría de Olduvai expone que «la producción energética per capita (e) declinará exponencialmente desde el acontecimiento del precipicio hacia 2008 hasta 2030». Si eso es cierto, entonces la población de los países industrializados, creemos, descenderá de alrededor de 3.300 millones de personas a 900 millones de personas en 2030, una muerte masiva neta de alrededor de 300.000 personas al día en los 22 años que van de 2008 a 2030. [Énfasis añadido].
La mayoría de los partidarios del cenit del petróleo creen que este adelanto de la fecha es quizá injustificado. Yo no lo creo así, y tampoco Richard Duncan, quien habló conmigo por teléfono el 29 de noviembre. Casi todos los geólogos del petróleo comprenden y conocen que aplicar tecnología como la inyección de agua como una segunda vía de recuperación y la extracción horizontal en la actualidad acelera el declive de un yacimiento al destruir la roca madre. La misma analogía se aplica a la cada vez más intensa lucha para arrebatar los suministros petrolíferos a los competidores o, si esto falla, para asegurar que los competidores no puedan tener acceso a lo que tú no puedes alcanzar.
Irak es un buen ejemplo, donde la insurgencia está volando rutinariamente la infraestructura petrolífera para mantener alejado a EEUU de los beneficios del petróleo barato. El Cenit del Petróleo es más que un simple acontecimiento geológico. Está siendo rápidamente entendido también como un hecho económico, político y militar [ése es el motivo de que lo escribamos con mayúscula -el Editor]. Éste es el foco de atención que FTW ha investigado en primer lugar, especialmente en nuestro análisis del 11 de septiembre de 2001.
Puede llevar diez años encontrar un nuevo campo gigante de 500 millones de barriles. La media es de tres a cinco años. Los descubrimientos petrolíferos han estado declinando de forma continua desde 1964. Hace más de un año que no se descubre ningún nuevo yacimiento gigante y sabemos qué yacimientos se van a poner en funcionamiento y cuándo. Previamente, Dale Allen Pfeiffer de FTW había calculado que hacia 2007 era matemáticamente seguro -si todas las cosas siguen igual- que habrá un absoluto e inevitable déficit de producción.
Pero las cosas ya no son igual que antes. La guerra, ya sea económica o militar, destruye la capacidad de producción. O la infraestructura estalla por los aires, manteniéndose los yacimientos para ser desarrollados, o se roba a las naciones o las economías con capital y expertos en ir allí y desarrollar incluso los más pequeños campos que quedan por encontrarse.
Una vez que los grandes cortes de energía comiencen a golpear, una vez que los tanques de la economía de EEUU y millones de estadounidenses se queden sin trabajo; cuando los bancos y los fondos de pensiones fallen y colapse el mercado interno, un ciclo que sólo puede agravarse habrá comenzado (por eso hay que prevenir cuál debería ser el desarrollo «ordinario» de los yacimientos que quedan). La civilización humana puede autodestruirse antes de que la escasez de petróleo lo hubiera hecho necesario. Si el mundo se sumerge en una guerra, entonces ni los barcos de gas natural licuado (LNG, en inglés) necesarios para hacer llegar el gas natural a los EEUU ni las terminales de LNG necesarias para poder recibirlo serán construidas. No habrá suficiente capital. No quedarán suficientes expertos. No existirá un orden social suficiente para completar incluso estas medidas provisionales. Si el Cenit del Petróleo no destruye la civilización, entonces nuestro camino elegido de promover la guerra para conseguir petróleo acelerará y empeorará con toda certeza su impacto.
Y ése es el motivo de que -como especie- nos encontremos al borde de un verdadero Armagedón.
Un diluvio de noticias urgentes
Las noticias se suceden de una manera tan vertiginosa que no puedo tratarlas todas en absoluto. FTW va a tener que reorganizarse y crecer, ya que la cobertura de las noticias urgentes es ahora más importante para usted y para nosotros que los detallados análisis y «cartografías» en los que hemos trabajado tan duro durante los últimos siete años. Lo mejor que puedo hacer para concluir esta alerta es dar una lista de alguno de los más recientes acontecimientos que han llegado a mi conocimiento y ofrecer unos breves comentarios. Dentro del contexto en el que hemos estado escribiendo desde el principio, estos acontecimientos deberían remarcar la urgencia de este mensaje.
Las advertencias de FTW han estado remarcando recientemente que Medicare, Medicaid y la Pension Benefit Guaranty Corporation pronto serán insolventes (véase Crossing the Rubicon).
El cambio climático y la posibilidad de un colapso climatológico se han acelerado mientras que la capa de hielo del Ártico está disminuyendo más rápido de lo esperado. Varias publicaciones, desde el Christian Science Monitor hasta Al Jazeera están publicando reportajes de institutos científicos en los que se informa de que el cambio se está acelerando e incluso está provocando deshielos de glaciares en el Himalaya. La gran ironía de todo esto es que la industria petrolera está alentando todo esto porque ello abriría al comercio marítimo el Paso del Noroeste lo que haría incluso más fácil extraer varios cientos de millones de barriles de barriles del Artic National Wildlife Refuge y abriría una ruta marítima para un transporte más rápido de petróleo de Rusia y Noruega sobre el polo.
El Wall Street Journal informó el 29 de noviembre que China está adquiriendo submarinos a un ritmo vertiginoso y que esto estaba ocasionando alarma en todo el suroeste asiático.
La OMC acaba de dar un toque de atención a EEUU con las primeras sanciones de la historia a este país por parte de este organismo que puede tener un coste de 150 millones de dólares al año por protección ilegal frente a la competencia de los fabricantes de acero estadounidenses.
Las advertencias del nacimiento de una epidemia que podría provocar la muerte de siete millones de personas en 2005 han sido divulgadas por la Organización Mundial de la Salud y por los principales gobiernos de todo el mundo.
Rusia ha anunciado que dejará de fijar el rublo al dólar y que los bonos rusos acaban de ser ascendidos al grado de inversión por Fitch, una de las principales agencias de tasación; Standard and Poor´s ha anunciado que puede seguir el ejemplo.
Todos los contratos para investigar sobre armas nucleares que mantienen los Lawrence Livermore Laboratories y la Universidad de California se acaban de transferir a la Universidad de Tejas.
Burbuja Inmobiliaria -el 16 de noviembre, de acuerdo con Associated Press, Fannie Mae, admitió una posible pérdida de 900.000 millones de dólares de derivados mientras su auditor KPMG rechazó darse de baja en sus asuntos de contabilidad.
La Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) están llevando a cabo un esfuerzo diplomático contra Myanmar (Birmania), supuestamente sobre reformas en pro de los derechos humanos. Pero esto ocurre a espaldas de un anuncio de que China está intentando construir un oleoducto a través de Birmania hasta el Océano Índico para acortar las rutas de los petroleros y evitar problemas potenciales en aguas del estrecho de Malacca y el Mar de China del Sur.
Las guerrillas insurgentes y el ejército estadounidense asociado se están expandiendo por toda Latinoamérica mientras el gobierno de EEUU está castigando a los gobiernos de esa zona para que cambien sus trámites y leyes para una supresión más agresiva de la disidencia, denominada terrorismo.
Las inversiones en dólares en África de una multitud de países incluyendo a EEUU, Europa, China, India y a muchos otros están inundando al continente mientras se ha informado de inestabilidad política, ataques, revueltas guerrilleras e intentos de golpes de estado en al menos ocho países en los tres últimos meses. Sobre este asunto tratará una próxima serie de artículos de FTW, necesariamente.
Ucrania, una nación pivote geoestratégicamente vital, se ha convertido en el campo de batalla entre los regímenes de Bush y Putin mientras Rusia busca urgentemente extender su influencia en la región a Europa y mantener abiertas las rutas de los oleoductos para el petróleo del Caspio hacia el Mar Negro y sus puertos de vital importancia. Sin Ucrania en su esfera de influencia, Rusia volverá a ser sólo una potencia asiática en vez de asiática y europea. La disputa sobre los resultados de las recientes elecciones por Viktor Yanukovich (pro-Moscú) y Viktor Yushchenko (pro-EEUU) pueden conducir a la guerra civil y a la división del país. No sería sorprendente si el conflicto ucraniano condujera a una confrontación entre la OTAN y Moscú. Las apuestas indican que sí (véase un artículo de próxima aparición de Larry Chin en el Online Journal sobre este importante asunto).
Mientras los EEUU reducen su despliegue militar en Corea del Sur, ambas partes de la dividida península han apuntado un interés en la reunificación. Este es el preludio a una retirada estratégica de EEUU de la península por la simple razón de que EEUU no puede posiblemente, en el mundo de hoy en día, esperar defenderla. Lo mismo puede ser cierto para Taiwán si las cosas se vuelven peligrosas. Los recientes ejercicios masivos de la Marina estadounidense incluyendo siete portaaviones de guerra no muy lejos de Taiwán (Operación Summer Pulse), revelaron la importancia de una región que incluye yacimientos petrolíferos tan pequeños que Claude Mandil, director de la Agencia Internacional de la Energía, los calificó de insignificantes. ¿Cómo de nervioso se pondría Japón con una retirada de EEUU de Corea? ¿O de Taiwán? ¿En qué punto se trazaría la línea cuando se comenzaran a lanzar las bombas? Todas estas son cuestiones que necesitan responderse.
No pude evitar soltar una risita cuando oí un reciente anuncio que decía que se había hecho «pequeños pero importantes» descubrimientos de petróleo en las Islas Malvinas (esos granos de arena cercanos a la Antártida por los cuales el Reino unido entró en guerra con Argentina en 1982) y en Bosnia, donde se sacrificaron cientos de miles de vidas durante la década de los noventa. ¿Coincidencia?
Consejos inmediatos
Preste atención a lo siguiente si su bienestar depende de ello. Hágalo como si la crisis ya estuviera sobre usted. Esto sólo son pasos inmediatos. FTW está apunto de llevar cabo una reorganización que nos hará posible traerle una mejor información en tiempo real y más opciones o soluciones cuando vayan estando disponibles.
1. Restringir todo gasto innecesario.
2. Reducir el saldo de la tarjeta de crédito.
3. Conocer y confraternizar con los vecinos en todos los sitios.
4. Mantener el dinero y los alimentos necesarios para al menos una semana en su hogar.
5. Echar un vistazo a su domicilio y preguntarse qué podría improvisar si no tuviera calefacción ni electricidad. Empiece a prepararse para ambas cosas. Revise su aislante térmico (si lo tiene), sus ventanas, sus cortinas (una gran fuente de pérdida calorífica) y su tejado.
6. Comprar oro físico, no papel-oro. Estoy convencido de que veremos al oro alcanzar al menos los 600 dólares por onza en 2005. Es un gran modo de cubrirse contra un dólar devaluado.
Estos pasos pueden no parecer mucho sobre el papel, pero cuando llegue el diluvio le darán unas primeras pautas que pueden salvarle la vida.
Continuará…
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Michael C. Ruppert es editor de www.fromthewilderness.com/