Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
Hace cinco años, USA y sus aliados atacaron Afganistán pretendiendo que llevarían «Derechos Humanos,» «Democracia,» y «Libertad» a nuestro país desgarrado por la guerra. Cayó el régimen talibán y el régimen títere de Hamid Karzai, que incluía a los archiconocidos criminales de la Alianza del Norte o, como dijera el enviado de la ONU, Mahmoud Mestri: las «bandas de bandidos,» se hicieron cargo en nombre de una falsa democracia. Sin embargo, hoy en día, las políticas falaces de Mr. Kazai y de sus guardianes occidentales han llevado a Afganistán a una situación muy crítica en la que el desastre es una bomba de tiempo que puede estallar en todo minuto. Han utilizado eficientemente la traición y la burla en nombre de la «democracia» y la «libertad» en los últimos cinco años. La situación de los derechos humanos en Afganistán es un producto del penoso engaño del gobierno dirigido por los señores de la guerra.
Los criminales de la Alianza del Norte, respaldados por USA, tienen sus propios gobiernos locales y barbáricos. Sólo el creciente número de mujeres que cometen suicidio quemándose basta como el mejor ejemplo de la violación de derechos humanos en Afganistán. Según UNICEF, un 65% de las 50.000 viudas de Kabul piensa que cometer suicidio es la única opción que les queda. Los bandidos de la Alianza del Norte violaron a una niña de 11 años, Sanuber, y la trocaron por un perro. En Badajshán, una joven fue violada colectivamente por 13 yihadíes frente a sus hijos, y uno de los violadores orinó en la boca de sus hijos que lloraban continuamente. En Pagman, un suburbio de Kabul, un jefe criminal, Rasol Sayyaf, que fue el mentor y padrino de Khalid Sheikh Mohammad, cerebro de los ataques del 11-S, saquea el territorio de nuestro pueblo y tortura a la oposición en su prisión privada. A pesar de numerosas manifestaciones de protesta de la desafortunada gente de Pagman frente a la Casa del Parlamento, nadie escucha su voz adolorida. En lugar de hacerlo las así llamadas fuerzas policiales encabezadas por infames señores de la guerra como Zahir Aghbar y Amanullah Guzar, atacaron a los manifestantes y mataron a dos. Son sólo algunos ejemplos de los miles de crímenes que son realizados por los fundamentalistas de la Alianza del Norte. Esos individuos malvados tienen altas posiciones en los aparatos ejecutivo, legislativo y judicial del gobierno impuesto por USA y tienen algunos intelectuales sin principios que les siguen la onda.
El establecimiento de instituciones dirigidas por el Estado como la Comisión Independiente de Derechos Humanos y el Ministerio de Asuntos Femeninos no son más que farsas – para despistar a nuestro pueblo y a la comunidad mundial y para ocultar la catástrofe de los derechos humanos. Aunque estas instituciones simbólicas gastan mucho dinero, jamás han encarado los problemas centrales de los derechos humanos en Afganistán, que son las atrocidades cometidas por los criminales de la Alianza del Norte. Por ejemplo, una mujer llamada Zofanoon Natiq, jefa de la filial del Ministerio de Asuntos Femeninos en la provincia Badajshán, en una entrevista con la Agencia Noticiosa Pajhwak, negó por completo la violación colectiva diciendo que «ningún incidente semejante ha ocurrido en Badajshán.» Mientras tanto el jefe de la policía en la misma provincia la contradijo y dijo que un señor de la guerra del partido fundamentalista Jamiat-e-Islami, llamado Mujtaba cometió el crimen. Otra mujer, Fahima Kakar, jefa de la filial del Ministerio Femenino en Kunduz, no quiso molestar a los señores de la guerra. Simplemente dijo: «Considero que no es apropiado decapitar a una dama. A mi juicio, y en el Islam, no es bueno matar a alguien,» respecto a un crimen en el que una mujer fue decapitada con sus manos atadas tras la espalda. Todas las mujeres en puestos oficiales son elegidas de entre semejantes «mujeres ejemplares» que hacen compromisos con los fundamentalistas y guardan silencio ante sus crímenes.
La deshonrosa derrota y la situación embarazosa en la Guerra en Iraq no han dejado otra opción a USA que presentar a Afganistán como un éxito, no importa si resulta en dolor y sufrimiento para el pueblo afgano. El desacuerdo entre los miembros de la OTAN y algunos Estados miembro con la voluntad de USA ha dificultado la situación para la Casa Blanca. Por ello, USA trata de mantener una frágil situación temporaria en Afganistán para promover un sentido de logro, presentando un Afganistán «democrático» en todo el mundo – una «democracia B52» a costa de la traición contra la mayoría del pueblo afgano. Ahora hay juegos traicioneros para tratar de terminar con el poder del Partido Islámico de Gulbuddin y de los talibanes a través de los planes para jirgas tribales. Las jirgas tribales no son menos engañosas que las jirgas loya y el Parlamento afgano para nuestro pueblo desolado. Primero USA dividió a los criminales talibanes en facciones «moderadas» y «no-moderadas.» En la primera etapa criminales líderes talibanes como Mullah Rocketi, Arsela Rahmani, Mullah Khaksar, Wakil Ahmad Motawakil, y Qalamaddin etc. fueron calificados de «talibanes moderados» y se les permitió que llegaran al Parlamento. Ahora, dos criminales jefes de bandas: Gulbuddin y Mullah Omer, han sido invitados a sumarse al gobierno. ¡Lo único que falta es que se invite a al-Qaeda a unirse al corrupto gobierno afgano!
Aunque el Partido Gulbuddin y los talibanes tienen numerosos representantes en ramas del gobierno y en el Parlamento, el compromiso con esos criminales y dirigentes ensangrentados ilustra que USA nunca quiere la paz y la estabilidad en Afganistán. El gobierno de USA sacrificó a nuestro pueblo por sus intereses políticos y económicos al establecer un gobierno lleno de traidores, criminales y señores de la droga. No importa quién gobierna en Kabul, USA sólo quiere un régimen títere. Una presencia militar USamericana en Afganistán no beneficia a nuestro pueblo. Además, miles de civiles perdieron sus vidas por el efecto de las bombas radioactivas y de racimo, y del «fuego amigo.» Este hecho representa obviamente una desgracia para los que defienden con energía la presencia militar de USA en Afganistán.
Desde que los criminales de la Alianza del Norte fueron instalados en el poder, la Asociación de Mujeres Revolucionarias de Afganistán [RAWA] ha estado diciendo que es imposible lograr la paz, los derechos humanos, y la estabilidad, con una banda de criminales en el poder. Actualmente, hasta los medios occidentales señalan que los señores de la guerra yihadíes constituyen un problema central en la desestabilización de Afganistán, lo que confirma el análisis de la RAWA. Sin embargo, el gobierno fundamentalista de Karzai, a fin de encubrir su propia irresponsabilidad, corrupción, y debilidad, menciona la interferencia de Pakistán y su apoyo para los talibanes como el principal problema en Afganistán y pretende que si se elimina esa interferencia, Afganistán se convertirá en un paraíso terrenal. El gobierno de Karzai se deshizo en gritos y sollozos ante la declaración paquistaní sobre la necesidad de un «gobierno de coalición» pero todos saben que ya existe un gobierno de coalición con criminales como los talibanes, yihadíes, Gullbudin y otros.
Asesinos como Sayyaf, Rabbani, Qanooni, Fahim, Mujadadi, Massoud, Dostom, Mahaqiq, Khalili, Ismail, y otros, que eran agentes y sirvientes leales de Pakistán e Irán, están tratando de engañar a nuestro pueblo actuando como si fueran anti-paquistaníes. Sin embargo, nunca podrán borrar las marcas vergonzosas de su actuación como agentes de Pakistán y otros. Además, Pakistán e Irán también deberían ante todo pedir perdón a nuestro pueblo oprimido por su papel traicionero en el empoderamiento y el apoyo a brutales bandas fundamentalistas afganas. Aunque es obvio que los talibanes son apoyados por algunas fuentes paquistaníes, tal como Irán apoya a sus propios espías como Khalili, Mohaqiq, Kazimi, Bahwi, Ismael Khan y otros, el problema central en Afganistán no es la interferencia paquistaní dentro del país. El mayor factor en la desestabilización de Afganistán está dentro del país. Mientras el principal problema interior no haya sido resuelto, los temas externos importan poco.
El mayor factor que fortalece a los talibanes es el odio y el disgusto que nuestro pueblo siente contra la mafia yihadí en el sistema. Cuando la gente no tiene seguridad, cuando ve la ilegalidad y el desfalco por criminales de millones de dólares de las agencias internacionales de ayuda, siente indiferencia ante el crecimiento de los talibanes. Haji Nek Mohammad, que perdió a su amada familia en un ataque aéreo de la OTAN en Kandahar, dijo: «Prefiero unirme a las fuerzas talibanes porque hasta ahora los talibanes han matado a sólo dos personas en mi aldea, mientras que las fuerzas de la coalición mataron a 63 personas en un solo día.» Nuestro pueblo sabe que no hay diferencias entre los talibanes y los señores yihadíes de la guerra. Ambas son fuerzas medievales fundamentalistas que fueron creadas por extranjeros y que unirán fuerzas contra nuestro pueblo en cualquier momento. El líder sicario de la Alianza del Norte, Rabbani, confirmó este hecho cuando, en una reciente entrevista dijo que no luchará contra los talibanes.
Lo divertido es que algunos grupos derechistas y de izquierda fuera de Afganistán consideran a los talibanes como una fuerza «antiimperialista» y los defienden. Se ponen a sí mismos en ridículo al hacer observaciones tan absurdas y muestran su total ignorancia de la naturaleza barbárica de los talibanes. Si jamás hubieran vivido un día de humillación bajo el régimen talibán, nunca harían bromas tan dolorosas contra nuestro pueblo.
La RAWA apoya enérgicamente el movimiento contra la guerra que crece día a día en todo el mundo y se convierte en una fuerza considerable contra las políticas belicistas de USA y sus aliados.
A pesar de estar muy arriba en la lista negra de los fundamentalistas, quisiéramos asegurar a nuestro pueblo que la RAWA, como siempre, nunca renunciará a su lucha contra los asesinos yihadíes, talibanes, Khalqi y Parchami, y continuará su lucha intransigente con plena determinación para destruir la máscara de la demagogia de los fundamentalistas.
Queremos declarar a todos los individuos y grupos amantes de la libertad, contrarios a los invasores, y antifundamentalistas, que mientras no formemos un movimiento unido contra los fundamentalistas y sus amos extranjeros, no estaremos en condiciones de romper la cadena de la opresión y la tiranía. El primer día de la invasión de USA anunciamos que no existe un solo ejemplo en la historia en el que una fuerza extranjera lleve la libertad a otra nación. Sólo el propio pueblo de Afganistán puede conquistar esos valores.
Han pasado catorce años desde ese aciago día del 28 de abril de 1992. Pero con cada día que pasa nuestra nación es apresada con más fuerza alrededor de los tobillos de los que causaron el dolor, el duelo y la destrucción de nuestro país. Traidores, vendepatrias, y mentes oscuras controlan el destino de nuestra nación y lo han convertido en una calamidad. Mr. Karzai y sus guardianes extranjeros, que han invertido en los fundamentalistas durante muchos años, entregaron puestos clave en los poderes ejecutivo, legislativo y judicial del gobierno, a los elementos más infames y sanguinarios de la Alianza del Norte y de otras bandas salvajes. Con el paso del tiempo, el círculo de esos traidores aumenta. Los malvados que causaron la tragedia de abril de 1992, en lugar de ser juzgados, tienen tanta autoridad en el país que anuncian desvergonzadamente a través del parlamento que ese día desgraciado será un día festivo público. De esta manera, ridiculizan al pueblo, cuya mayoría, según un sondeo de organizaciones nacionales e internacionales de defensa de los derechos humanos, quiere que se juzgue y castigue a esos traidores a la nación.
¡Sin el fin del gobierno de los fundamentalistas, el respeto a los derechos humanos no es más que un sueño!
¡Alzad la bandera de la lucha por la libertad, la democracia y la justicia social!
¡Con el pueblo contra el fundamentalismo o con los fundamentalistas contra el pueblo; no hay otra alternativa!»
Asociación Revolucionaria de las Mujeres de Afganistán (RAWA)
10 de diciembre de 2006
http://www.zmag.org/content/showarticle.cfm?SectionID=49&ItemID=11619