Fuertes medidas de seguridad y protestas de miles de manifestantes marcaron ayer el inicio de la cumbre de los siete países más industrializados y Rusia (G-8), en el balneario alemán de Heiligendamm. La jornada comenzó con miles de pacifistas bloqueando la autopista que accede al aeropuerto de esta ciudad por donde arribaron los jefes de […]
Fuertes medidas de seguridad y protestas de miles de manifestantes marcaron ayer el inicio de la cumbre de los siete países más industrializados y Rusia (G-8), en el balneario alemán de Heiligendamm.
La jornada comenzó con miles de pacifistas bloqueando la autopista que accede al aeropuerto de esta ciudad por donde arribaron los jefes de estado y gobierno de los países participantes, entre ellos el británico, Tony Blair.
Aunque los dignatarios se trasladaron en helicópteros al vecino balneario del Báltico, sus delegaciones constataron de cerca los bloqueos de los protestantes en demanda de un mundo mejor.
Mostrando un ambiente festivo, los activistas antiglobalización han mantenido durante el día en jaque a los más de 16 mil policías y mil soldados desplegados para enfrentarlos y garantizar la seguridad de la cita.
Con una estrategia imprevista, miles de personas lograron llegar hasta la valla de 2,5 metros de altura y más de 12 kilómetros de largo levantada alrededor de la sede la cumbre en Heiligendamm.
De esa forma evadieron la prohibición de acercarse a menos de los cinco kilómetros establecidos por las autoridades. La reacción policial no se hizo esperar y fueron rechazados con mangueras de agua a presión, porras y gases lacrimógenos.
En el choque resultaron lesionados ocho agentes y 15 manifestantes.
Paralelamente, el Tribunal Constitucional Alemán ratificó la prohibición de manifestarse a menos de cinco kilómetros de la valla, así como una demostración citada para mañana que terminaría en forma de estrella frente al citado muro.
Mientras, un tribunal administrativo dictó penas de hasta 10 meses de prisión a cuatro activistas apresados el sábado último durante un fuerte enfrentamiento con la policía, en el cual cerca de mil personas resultaron heridas, entre agentes y manifestantes.
Sin compromisos climáticos
Por otra parte, la Cumbre culminará sin compromisos concretos en función de recortar las emisiones de gases con efecto invernadero, aseguró un alto funcionario norteamericano.
James Connaughton, asesor del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, declaró a la prensa que su país se opone al objetivo de disminuir en dos grados la temperatura global, y destacó que naciones como Japón, Rusia y Canadá, también difieren sobre el tema.
La actual presidenta de la Unión Europea y canciller alemana, Angela Merkel, preveía presentar al final de la cita un documento con dos acuerdos, que incluía reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 50 por ciento en 2050, respecto a indicadores de 1990.
Asimismo pretendía mejorar un 20 por ciento la eficiencia energética en 2020, todo ello bajo el auspicio de Naciones Unidas (ONU).
Sin embargo, al parecer deberá conformarse con una expresión de apoyo a los esfuerzos de la ONU para luchar contra el cambio climático y la decisión de abordar el tópico en fecha posterior.
Alemania sigue decidida en cuanto a que Naciones Unidas y la Convención sobre los cambios climáticos sean el único marco de negociación global posible sobre el futuro del Protocolo de Kyoto, que se iniciarán en diciembre.
Todas las iniciativas referidas al clima deben confluir en un proceso multilateral al amparo de la ONU, aseguró Merkel. Recordó que Estados Unidos no suscribió el Protocolo de Kyoto y Canadá se apartó del mismo, por lo que destacó que cualquier paso de esos dos países a favor de un acuerdo internacional sobre el clima es positivo.