Recomiendo:
0

Obama podría ceder derechos nucleares a Irán

Fuentes: Asia Times Online

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens


Cuando los desiertos de Kizilkum y Karakum florecen a principios de la primavera, el espectáculo es tan maravilloso que llega a doler el alma. Pero los desiertos asesinos tienen una apariencia engañosa, especialmente Kizilkum, que es la franja de tierra entre los dos grandes ríos en Asia Central – el Amu Daria y Sir-Daria.

En la primavera de 1220, cuando Gengis Kan salió abruptamente del Kizilkum con unos pocos jinetes mongoles para tomar por sorpresa al Emir de Bukhara, el Emir nunca imaginó que el desierto permitiría tan fácilmente el libre paso de un extranjero mongol. Bukhara – una de las mayores ciudades de esos tiempos junto con Córdoba, el Cairo y Bagdad – pagó duro por la traición del desierto. Bukhara tardó más de dos siglos en recuperarse de la «cólera divina», que según el austero Kan administraba a la desidiosa, opulenta ciudad por sus costumbres pecaminosas.

De nuevo comienza la primavera en las estepas centroasiáticas. Hay una calma engañosa, pero todas las señales indican que el Gran Juego se despereza de su sopor. EE.UU. se concentra en el país centroasiático clave de Kazajstán, a horcajadas sobre el Kizilkum y el Karakum, para escenificar un retorno estratégico a la región. Las perspectivas son mejores que nunca ya que Kazajstán se acerca a la presidencia de la Organización de Seguridad y Cooperación Económica en Europa (OSCE) el próximo año. La dirigencia de la OSCE lleva a Kazajstán a la vanguardia de las estrategias occidentales en Eurasia – y fuera de la órbita rusa.

La guerra en el cercano Afganistán provee el telón de fondo para la diplomacia proactiva de EE.UU. Pero eso también es engañoso. Parece que EE.UU. también ensaya una solución al problema nuclear de Irán con la ayuda de Kazajstán. La urgencia es grande y el presidente Barack Obama ya ha indicado que tiene la intención de visitar Kazajstán, la primera a las estepas de un presidente estadounidense.

Según el Wall Street Journal, el gobierno de Obama «considera cuidadosamente» el establecimiento de un banco internacional de uranio en Kazajstán, que podría constituir la estrategia de salida del histórico enfrentamiento entre EE.UU. e Irán. Por eso la visita del presidente iraní Mahmud Ahmadineyad a Astana, Kazajstán, el lunes, asume una importancia excepcional.

Poco a poco un pensamiento disperso ha ido apareciendo en los últimos meses en los discursos estadounidenses sobre la situación que rodea a Irán. Buscaba una reformulación de la insistencia de Washington en que Irán se deshaga de su busca de enriquecimiento de uranio como requisito previo para el comienzo de conversaciones directas entre los dos países. Surgió de una creciente comprensión de que la insistencia de EE.UU. ya no es justificable. Ciertamente se ha desarrollado un atascamiento al quedar cada vez más claro que dentro de la díscola opinión iraní existe una virtual unanimidad cuando se trata de la continuación del programa nuclear del país, y que el logro de un cambio de régimen en Teherán no alterará necesariamente las políticas de Irán.

El gobierno de Obama enfrenta la realidad de que a menos que se rompa de alguna manera el impasse, éste continuará. El enfrentamiento funcionó a favor de Irán sólo en la medida en la que el país aceleró su programa nuclear desde que la serie de resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas comenzó desde 2006 a prohibir a Irán el enriquecimiento de uranio. Irán ha instalado ahora más de 5.500 centrifugas y construido una reserva que excede los 1.000 kilógramos de uranio de bajo enriquecimiento.

Parece ahora que EE.UU. podría ceder ante el programa nuclear de Irán. El Wall Street Journal informó el viernes pasado que como parte de una revisión de la política ordenada por Obama, «los diplomáticos están discutiendo si EE.UU. tendrá en su momento que aceptar la insistencia de Irán en la realización del proceso [de enriquecimiento], que puede producir material para combustible nuclear y de grado de armas.» El periódico estimó que el mensaje del gobierno de Obama a Teherán se está conformando crecientemente como «No desarrolléis un arma nuclear» – una posición matizada que no excluiría un acuerdo que acepte el enriquecimiento iraní como tal. Señaló que las expresiones de Obama sobre el tema se han hecho menos específicas que las del ex presidente George W Bush, quien nunca escatimó sus palabras al clamar por una detención del enriquecimiento de Irán.

La nueva manera de pensar es que la prioridad debe ser que se logre más acceso para los inspectores de la ONU a los organismos nucleares iraníes, en comparación con el actual régimen limitado de inspección, que ha llevado a una disminución de la información sobre el programa nuclear de Irán. En otras palabras, ¿por qué no confiar en Irán para que retenga sus actividades de enriquecimiento mientras su programa pueda ser verificado efectivamente?

En este panorama, es significativo que después de conversaciones con Ahmadineyad, el presidente de Kazajstán, Nurusultan Nazarbayev, haya elegido el lugar de su conferencia de prensa conjunta el lunes en Astana para hacer la oferta pública de que su país está dispuesto a acoger un banco internacional de combustible nuclear como parte de un plan respaldado por EE.UU. para colocar todo el enriquecimiento de uranio bajo control internacional. «Si se creara un banco de combustible nuclear semejante, Kazajstán estaría dispuesto a considerar acogerlo en su territorio como firmante del tratado de no-proliferación nuclear y como país que ha renunciado voluntariamente a las armas nucleares,» dijo Nazarbayev.

El veterano estadista kazajo (que podría haber sido primer ministro de la Unión Soviética si no hubiera ocurrido la implosión de la superpotencia en 1991) no habló por casualidad. Semejante impetuosidad es ajena a su astuto temperamento político. Sabía que había llegado el momento para que su propuesta fuera expresada en público. Es una idea que evidentemente es apoyada por Obama. Consiste de la creación de un depósito global que permitiría que los países hagan uso de las vastas reservas de uranio de Kazajstán para abastecer con combustible sus plantas nucleares sin tener que desarrollar su propia capacidad de enriquecimiento. En todo caso, Ahmadineyad también decidió saludar públicamente la proposición kazaja. «Nosotros [Irán] pensamos que la idea de Nurusultan Nazarbayev de acoger un banco de combustible nuclear es una muy buena proposición,» señaló.

Todavía es, evidentemente, muy temprano. Sin embargo, Irán mantuvo en un cierto momento que se abriría a la idea de detener el delicado enriquecimiento de uranio si un suministro de combustible nuclear desde afuera fuera garantizado. Ante la irreflexiva estrategia de contención del gobierno de Bush, la posición iraní se endureció, especialmente cuando el dossier nuclear fue transferido de la Agencia Internacional de Energía Atómica al Consejo de Seguridad, y el país comenzó a insistir en sus justos derechos de dominar todo el ciclo del combustible nuclear, incluyendo el enriquecimiento de uranio con propósitos pacíficos.

Más tarde ese mismo día, en Astana, Ahmadineyad utilizó una nueva conferencia de prensa para decir que saludaba la proposición de Nazarbayev ya que «cualquier país que tenga minas de uranio y la capacidad de producir combustible nuclear también puede establecer un banco de combustible nuclear.» Luego pasó a entrar en detalles sobre la reacción iraní:

En cuanto al tema nuclear, dos importantes acontecimientos son necesarios simultáneamente. Uno: que se termine con la hipótesis de que energía nuclear sea lo mismo que bomba nuclear. Y el otro es sobre el desarme de las potencias nucleares del mundo. Eso aliviaría las preocupaciones [iraníes] respecto a esas potencias y también aliviaría las preocupaciones globales. Es decir, el tema tiene que ser solucionado fundamentalmente… Desde el día mismo en el que energía nuclear fue equiparada a [la] bomba nuclear, se desarrollo un monopolio de la energía nuclear, aunque la energía nuclear tiene usos beneficiosos en la medicina, la agricultura y la industria. No diría que la equiparación de la energía nuclear y la bomba nuclear haya sido intencional, pero, considerando las repercusiones ampliamente negativas de ese hecho, tampoco puedo decir que haya carecido totalmente de intención.

Significativamente, Ahmadineyad también aprovechó la segunda reunión con la prensa para hacer algunas referencias a las recientes tentativas de acercamiento de Obama. «Esperamos que Obama logre… establecer relaciones amistosas con otros países sobre bases iguales. Saludamos cambios fundamentales y ansiamos que ocurran… Esperamos hechos concretos y cambios reales… Actualmente, las declaraciones son satisfactorias… Si ocurren cambios fundamentales [en la política de EE.UU.], serán definitivamente bien recibidos por nosotros.»

Parece que Japón también podría tener un rol clave en el paradigma nuclear EE.UU.-Kazajstán y cualquier nuevo acercamiento con Irán. La agencia noticiosa Agence France-Presse informó que altos diplomáticos japoneses con profunda experiencia respecto a Irán – Tatsuo Arima, enviado especial el Oriente Próximo, Toshiro Suzuki, jefe del departamento de Oriente Próximo y África del ministerio de exteriores, y Akio Shirota, embajador japonés en Teherán – tuvieron varios días de intensas consultas en Washington con el gobierno de Obama, incluido el Consejo Nacional de Seguridad en la Casa Blanca.

Curiosamente, Japón y Kazajstán tienen un creciente programa de cooperación en el campo nuclear. Existe mucha complementariedad entre los dos países ya que Japón es el tercer importador por su tamaño de uranio del mundo, próximo sólo a EE.UU. y Francia, mientras Kazajstán posee las segundas reservas del mundo de uranio después de Australia. Japón importa actualmente sólo un 1% de su uranio de Kazajstán y espera aumentarlo a entre 30 y 40% en la próxima década.

En cuanto a Kazajstán, con 1,5 millones de toneladas métricas, tiene aproximadamente un 19% de los depósitos totales de uranio del mundo. Más de la mitad de los depósitos kazajos también están disponibles para lixiviación in situ, que es un método barato y conciliable con el medio ambiente en comparación con la extracción a tajo abierto o bajo tierra. Kazajstán produjo 6.637 toneladas métricas en 2007 y 8.521 toneladas en 2008. Se espera que la producción suba a 11.900 toneladas en 2009.

Compañías japonesas como Marubeni se han instalado en las minas kazajas de uranio. Dentro del marco de una serie de acuerdos de cooperación, Japón ha aceptado proveer ayuda tecnológica a Kazajstán para procesar combustible de uranio y construir reactores de agua ligera. Un acuerdo básico en octubre de 2007 posibilitó que Kazatompom, una compañía estatal kazaja, adquiriera un 10% de Westinghouse Electric de la japonesa Toshiba a un coste de 540 millones de dólares.

En general, por lo tanto, Kazajstán se prepara a ser un protagonista importante en el mercado global de uranio mientras Japón está ansioso por asegurarse un suministro estable de uranio para su creciente industria de energía nuclear. Japón es un socio notoriamente renuente en la cooperación nuclear, y la forma en la que hizo una excepción en el caso de Kazajstán es verdaderamente extraordinaria. Desde la perspectiva de EE.UU., Japón sería un socio ideal para sustanciar la idea de un banco de combustible nuclear en Kazajstán ya que tiene una avanzada industria de combustible nuclear. La planta de reprocesamiento Rokkasho de Japón le da una condición única como primer país que posee una instalación semejante, aunque es un Estado sin armas nucleares. Japón también se ha comprometido a comercializar prácticos reactores reproductores rápidos. Al mismo tiempo, Japón ha estado a la vanguardia del desarme nuclear y de la no-proliferación.

Washington consideraría que Japón encaja bien con los ambiciosos planes de Kazajstán de desarrollar energía nuclear, aumentar las exportaciones de uranio, y expandir la producción y la exportación de combustible nuclear. Además, Tokio siempre ha mantenido cordiales vínculos con Teherán durante el período de 30 años desde la revolución iraní de 1979.

Lo más importante es que Japón es un rival de China en las regiones centroasiáticas y de Oriente Próximo. La rivalidad da a Tokio precisamente el ímpetu adecuado para prestar mucha atención a los vínculos con Astana y Teherán, que son dos capitales clave en la diplomacia energética de Beijing.

Pero China no será la única que tomará nota de cualquier conexión EE.UU.-Japón-Kazajstán en el campo de la energía nuclear. Rusia se sentiría igualmente preocupada por las implicaciones geopolíticas de toda expansión de la influencia de EE.UU. en Kazajstán. Las compañías rusas han estado haciendo consistentes esfuerzos por lograr control de las minas de uranio de Kazajstán. El Kremlin alentó a Astana para que se convirtiera en socio en el establecimiento de un centro internacional de reprocesamiento nuclear en Siberia. Por lo tanto, a Moscú le desagradaría cualquier intento estadounidense-japonés por reforzar a Kazajstán como banco internacional de combustible nuclear.

En breve, el apoyo de Irán para la idea de establecer un banco de combustible nuclear contiene el potencial para encarar el enfrentamiento nuclear entre EE.UU. e Irán. El jueves, el consejero de política exterior de la Unión Europea, Javier Solana, invitó a los negociadores nucleares de Irán a realizar conversaciones. No habría tomado la iniciativa sin sincronizarla con el gobierno de Obama. La gran pregunta es si Washington dejará de lado su renuencia a tener que ver con Ahmadineyad, quien completa su período en el poder en junio. Las indicaciones son que Obama podría estar inclinado a involucrarse directamente, a pesar del impacto en la consulta presidencial en Irán.

———

El embajador M K Bhadrakumar fue diplomático de carrera en el Foreign Service indio. Sus misiones incluyeron a la Unión Soviética, Corea del Sur, Sri Lanka, Alemania, Afganistán, Pakistán, Uzbekistán, Kuwait y Turquía

(Copyright 2008 Asia Times Online (Holdings) Ltd. All rights reserved

http://www.atimes.com/atimes/Middle_East/KD10Ak03.html

http://www.mapsworldwide.com