Expertos en asuntos de emigración pidieron una mayor cooperación entre países emisores y receptores de emigrantes, de forma de mitigar los problemas y asegurar que ese movimiento de personas sea beneficioso para todos. El tema es analizado esta semana por la Comisión de Población y Desarrollo de la ONU en esta sede de Nueva York […]
Expertos en asuntos de emigración pidieron una mayor cooperación entre países emisores y receptores de emigrantes, de forma de mitigar los problemas y asegurar que ese movimiento de personas sea beneficioso para todos.
El tema es analizado esta semana por la Comisión de Población y Desarrollo de la ONU en esta sede de Nueva York y fue inaugurado por la directora ejecutiva del Fondo de Población de la ONU (UNFPA), Toraya Ahmed Obaid.
Con más de 200 millones de personas que residen fuera de sus países de nacimiento, hoy como nunca antes son necesarias asociaciones entre países de origen y destino para expandir los beneficios y minimizar los riesgos en ambas partes, dijo la funcionaria.
Según la Directora Ejecutiva, la migración internacional pone de relieve «las enormes transformaciones políticas, económicas y culturales que ocurren ahora en un mundo dividido entre el exceso y la necesidad».
El movimiento de la población es considerado por los expertos como parte integral de las economías, tanto de los países desarrollados como subdesarrollados.
Ahmed Obai dijo que para los Estados industrializados la emigración ofrece una fuente de labor que alivia las presiones de una población que declina, además de reducir los impuestos.
Para los subdesarrollados, agregó, la emigración significa mejorar los problemas de desempleo y población, y reducir la pobreza a través de las remesas que esos trabajadores envían a sus casas.
Sin embargo, la funcionaria dijo que muchos problemas asociados con la migración necesitan ser enfrentados, incluyendo las violaciones a los derechos de esas personas, su explotación como trabajadores y la fuga de cerebros.
También están el tráfico humano, el reintegro de los emigrantes que retornan a sus países y las necesidades no enfrentadas para la planificación familiar que conduce a la pobreza e incrementa las presiones de la partida hacia otro país.
Al respecto, el subsecretario general para Asuntos Económicos y Sociales de Naciones Unidas, José Antonio Ocampo, dijo que para mitigar esas dificultades y asegurar que la migración sea beneficiosa para todos es necesario la colaboración entre países receptores y emisores.
Ocampo precisó que todos pierden cuando se piensa que los emigrantes pueden ser explotados o abusar de ellos con impunidad.
Los primeros que sufren son los emigrados, así como los trabajadores nativos que no pueden competir con quienes reciben salarios de explotación, y la sociedad que deben enfrentar los problemas de una población marginada, señaló el sub Secretario General.
Ocampo apuntó la importancia de adoptar estrategias para la efectividad del impacto de las remesas, incluyendo oportunidades de inversiones directas y el regreso de recursos humanos calificados a través de flujos de emigración más circulares.
La sesión esta semana de la Comisión tiene el objetivo de avanzar en el intercambio de ideas sobre el tema, que será tratado a alto nivel en esta sede de la ONU el 14 y 15 de septiembre próximo.