Traducido para Rebelión por Gorka Larrabeiti
El ejército pakistaní, al que aún le falta mucho camino para alcanzar la victoria sobre los talibanes en las regiones de Swat y Dir, está abriendo un nuevo frente en Waziristán y ha empezado a bombardear el distrito vecino de Bannu. Los talibanes responden con ataques suicidas en las grandes ciudades del país. Peshawar, la más cercana a la zona del conflicto, vive ya en el terror: los kamikazes atacaron anteayer el principal hotel de la ciudad [murieron 18 personas, entre ellos un serbio y una filipina que trabajaban para la ONU].
Más enfrentamientos en Swat y Dir. Los combates entre tropas gubernamentales y guerrilleros talibanes continúan en distintas localidades de Swat y Dir -27 rebeldes muertos en las últimas veinticuatro horas- mientras prosigue en toda la región la búsquedas de talibanes escondidos y de depósitos de armas. Falta mucho para que la situación esté bajo control en Mingora, capital de Swat, reconquistada por el ejército. «El setenta por cien de la ciudad es segura ahora», declarón el brigada Tahir Hamid, comandante de las fuerzas gubernamentales en la ciudad. «El resto lo será en los próximos días, pero no excluyo que vuelvan los talibanes».
Nuevo frente en Bannu y Waziristan. También falta mucho para doblegar a los talibanes del Movimiento para la aplicación de la ley de Mahoma (TNSM), liderado por Maulana Fazlullah, alias «Mulá Radio», y el gobierno del presidente Asif Ali Zardari -presionado por Washington- se prepara para plantar batalla al Movimiento de los talibanes pakistaníes (TTP) del famoso Baitullah Mehsud, movimiento bastante más aguerrido y organizado, cuya base está en la región tribal de Waziristán, a trescientos kilómetros al sureste del valle de Swat. Ayer, se estaban concentrando tropas y efectivos militares en las fronteras norte y sur de Waziristán.
Peshawar se prepara para lo peor. Los líderes talibanes del TNSM y del TTP prometen que la respuesta a las ofensivas del ejército en las montañas de las áreas tribales llegará mediante atentados suicidas en todas las ciudades más importantes del país: de Islamabad a Karachi, de Lahore a Multan. La guerra ya ha llegado a las ciudad de Peshawar, donde se han sucedido varios ataques suicidas (el del hotel, anteayer, fue el último). Militares y policías apostados por todas partes, controles y detenciones, prohibidas las reuniones, limitaciones en la circulación, cierre de escuelas, establecimientos públicos y actividades comerciales. Aunque aún no se ha declarado el toque de queda, apenas anochece, la gente se queda en casa desde hace días.
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