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Reacciona ante la cólera popular por los bombardeos contra civiles

Pakistán cierra el paso al 80% de los suministros de EE.UU. en Afganistán

Fuentes: Asia Times Online

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

Islamabad.  Elementos de la línea dura antiestadounidense de las fuerzas armadas de Pakistán se impusieron sobre el jefe del ejército, favorable a EE.UU., general Ashfaq Pervez Kiani para cerrar una ruta clave de abastecimiento de la OTAN en Pakistán en una acción que señala un ominoso deterioro en las relaciones entre Islamabad y Washington.

La mano de los partidarios de la línea dura fue reforzada por una cantidad récord de ataques de drones sin tripulación de EE.UU. en Pakistán el pasado mes -el 22- así como dos incursiones de naves artilladas en territorio paquistaní.

El jueves Pakistán bloqueó el paso Khyber en el cruce fronterizo Torham hacia Afganistán por el cual se transporta un 80% de los suministros de la OTAN que pasan por Pakistán. Estos suministros van directamente a la base aérea Bagram en los alrededores de la capital, Kabul. El 20% restante de los suministros que pasan por Pakistán y cruzan la frontera por Chaman, desde donde van a la base aérea en Kandahar; este paso sigue abierto.

Aproximadamente un 80% de los suministros de la OTAN pasan por Pakistán. El resto llega por una ruta mucho más costosa y que requiere mucho más tiempo, por Asia Central o por vía aérea.

La tensa situación se exacerbó el lunes por la mañana cuando unos 20 camiones cisterna de la OTAN fueron incendiados cerca de Islamabad por combatientes con cócteles Molotov. Tres personas murieron y ocho resultaron heridas en el incidente, que ocurre después de un ataque similar del viernes en el sur, donde los combatientes quemaron más de 24 camiones y camiones cisterna que llevaban combustible destinado a las fuerzas de la OTAN en Afganistán.

Según contactos de alto nivel que hablaron con Asia Times Online, el principal impulsor del cierre del paso Khyber fue el presidente del Comité del Estado Mayor del Ejército, general Tariq Majid, quien deberá jubilarse el 8 de octubre.

Después del cierre de la frontera, Washington recibió un impacto cuando el Ministerio de Exteriores paquistaní organizó entrevistas de su portavoz Abdul Basit con agencias noticiosas internacionales. Basit declaró con aire de desafío que sólo se permitiría que los camiones de aprovisionamiento de la OTAN cruzaran hacia Afganistán a través de Pakistán cuando haya disminuido la cólera popular por los ataques estadounidenses dentro de Pakistán. Agregó que cualquier ataque contra convoyes de la OTAN sería «una reacción de las masas paquistaníes».

Sin embargo Tehreek-e-Taliban Pakistan (talibanes paquistaníes – TTP) reivindicó el lunes la responsabilidad de los dos ataques. «Aceptamos la responsabilidad de los ataques contra los camiones de aprovisionamientos y los camiones cisterna de la OTAN. Realizaremos más ataques semejantes en el futuro. No permitiremos el uso de suelo paquistaní como ruta de aprovisionamiento para tropas de la OTAN basadas en Afganistán,» declaró el portavoz de TTP citado por Agence-France Presse.

La información de Basit tuvo lugar después de los comentarios de Richard Holbrooke, el enviado especial de EE.UU. para Afganistán y Pakistán, de que esperaba que el cierre durara sólo un período breve y que una interrupción prolongada de los suministros tendría un efecto colosal sobre la región. Cientos de camiones cruzan normalmente hacia Afganistán cada día. El enviado describió la relación general de EE.UU. con Pakistán como «más complicada que cualquier relación estratégica que hayamos tenido».

Después de un reciente aumento en las actividades de los combatientes en las regiones fronterizas con Pakistán, especialmente en Khost, Paktia, Paktika y Ghazni, los estadounidenses han reiterado enérgicamente su exigencia de operaciones paquistaníes contra la red de Jalaluddin y Sirajuddin Haqqani basada en el área tribal de Waziristán del Norte. EE.UU. cree que esta poderosa facción de la resistencia afgana es responsable de todos los ataques en las provincias fronterizas.

Pakistán se negó debido a las devastadoras inundaciones que habían distraído al ejército, y señaló que el comandante más importante de Haqqani, Sangeen, se encuentra ahora en Paktia y Khost y comanda directamente a sus hombres en el terreno. Además estas provincias, especialmente Ghazni, están en su mayor parte bajo control de los talibanes, por lo tanto la exigencia de operaciones inmediatas en Waziristán del Norte, no se justifica.

Después de la negativa de Pakistán, las fuerzas de la OTAN adoptaron una política de persecución inmediata. Un helicóptero artillado atacó una localidad en Waziristán del Norte el pasado mes y otro fue a la Agencia Kurram en un ataque en el cual murieron tres soldados paquistaníes junto con presuntos combatientes.

El factor chino 

El general saliente Majid ha hecho campaña para que Islamabad reconsidere sus relaciones estratégicas con EE.UU., especialmente a la luz de la creciente influencia de China en Pakistán. Esto, a pesar de que EE.UU., junto con Arabia Saudí, ha estado a la vanguardia en los esfuerzos de rescate y ayuda en las recientes inundaciones en amplias zonas del país.

El punto de vista antiestadounidense en el ejército es que el coste de la amistad de EE.UU. es elevado, porque aunque Pakistán recibe anualmente millones de dólares en ayuda y préstamos, la reacción de los combatientes contra esta posición pro estadounidense es extremadamente divisiva y debilita la estabilidad del país.

China mientras tanto, se argumenta, simplemente quiere hacer negocios en Pakistán, y su presencia no agita a las masas. Recientemente Pakistán entregó el control de las operaciones del estratégico puerto Gwadar a China. Pekín está interesado en convertirlo en un centro de transporte energético mediante la construcción de un oleoducto de Gwadar a la Región Autónoma Uigur de Xinjiang. El oleoducto en cuestión transportaría petróleo crudo proveniente de Estados árabes y africanos.

El general Khalid Shamim Wyne ha sido nombrado para reemplazar a Majid, quien concertó un sector de la relación estratégica entre Pakistán y China mientras se ocupaba de proyectos navales. (La posición de presidente del Comité del Estado Mayor Conjunto es ceremonial, pero todos los acuerdos de defensa en las tres ramas de las fuerzas armadas requieren su aprobación.)

Se espera que la tendencia de Majid hacia China y un movimiento de alejamiento de EE.UU. continúen bajo Wyne.

El domingo, el embajador de Pakistán en EE.UU., Husain Haqqani, dijo en el programa State of the Union de CNN que «no espera que este bloqueo continúe durante demasiado tiempo».

Puede que sea así, pero el incidente es un recuerdo acerbo para EE.UU. de que no puede dar por supuesta la cooperación de su más valioso socio «no OTAN».

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Syed Saleem Shahzad es el jefe del Buró Pakistán de Asia Times Online. Para contactos escriba a: [email protected] 

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Fuente: http://www.atimes.com/atimes/South_Asia/LJ05Df01.html

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