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¿Por qué Estados Unidos ataca ahora? La agenda oculta detrás del asalto a Irán

Fuentes: Rebelión [Foto: Gage Skidmore, Flickr & Grebeshkov, ivandesign via Canva Teams.]

Traducido por el autor

Mientras Donald Trump celebra el «exitoso» ataque a instalaciones nucleares iraníes, surge la pregunta sobre los verdaderos motivos detrás de esta escalada. Este artículo revela cómo los recientes bombardeos forman parte de una estrategia más amplia y coordinada, y por qué se producen justamente ahora.

El sábado 21 de junio de 2025, el presidente Donald Trump anunció que su ejército había bombardeado con éxito tres instalaciones nucleares iraníes: Fordow, Natanz y Esfahan.

Según Trump, se trató de un ataque a gran escala en el que Fordow, una instalación subterránea fuertemente protegida, fue alcanzada con una carga completa de bombas rompe-búnkeres (GBU-57). Además, se dispararon desde submarinos 30 misiles Tomahawk contra las instalaciones en Natanz y Esfahan.

Según Trump, la operación se llevó a cabo sin contratiempos: todos los aviones salieron del espacio aéreo iraní sin incidentes. La calificó como un «momento histórico para Estados Unidos, Israel y el mundo» e instó a Irán a «poner fin a la guerra ahora».

Medios de EE.UU. confirmaron que Israel fue informado con antelación y participó activamente en la planificación. Netanyahu felicitó a Trump en un mensaje en video por su «valiente decisión» y calificó el ataque estadounidense de «punto de inflexión histórico».

Los medios estatales iraníes minimizaron el impacto del ataque y afirmaron que tanto el personal como el material nuclear habían sido evacuados a tiempo de las instalaciones atacadas. Aún no está claro el grado de daño causado a las instalaciones nucleares.

El ataque tuvo lugar apenas una semana después de que Israel lanzara un ataque sorpresa contra Irán el 13 de junio. Fue una operación coordinada en conjunto con EE.UU., aprobada personalmente por Trump.

Mientras Washington hablaba públicamente de negociaciones de paz, detrás de escena entregaba armas, inteligencia y apoyo logístico —incluidos 300 misiles Hellfire. El Pentágono trasladó un portaaviones nuclear al mar Arábigo y envió decenas de aviones cisterna a Europa, listos para ser desplegados en Medio Oriente.

¿Por qué este ataque?

Al igual que Israel, EE.UU. justifica su ataque militar con el argumento de que Teherán está a punto de construir una bomba nuclear. Pero eso es propaganda bélica. Justamente los servicios de inteligencia estadounidenses y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) han indicado recientemente que no existen pruebas de que Irán esté ejecutando un programa activo de armas nucleares.

Hasta 1979, Irán estaba en el campo occidental y se le permitió incluso desarrollar un programa nuclear. Pero tras la revolución de 1979, se convirtió en enemigo de Occidente, y tanto EE.UU. como Israel buscaron un cambio de régimen.

Dado que hasta ahora no han logrado dicho cambio y las perspectivas siguen siendo escasas, el eje EE.UU.-Israel intenta neutralizar a Irán como subpotencia regional.

El objetivo a largo plazo en Medio Oriente es fragmentar los países en entidades más pequeñas y débiles que ya no puedan actuar con autonomía, y en el mejor de los casos sean gobernadas por fuerzas prooccidentales. La meta es crear una región en la que ningún país sea más grande o poderoso que Israel, asegurando así su supremacía regional.

Para alcanzar ese objetivo, Israel debe «hacer el trabajo sucio», según palabras del canciller Merz. Para ello cuenta con el armamento más letal y avanzado proporcionado por EE.UU. y sus aliados occidentales, además de apoyo militar y logístico desde Washington.

Y si es necesario, Washington también interviene directamente, como ha ocurrido ahora.

La semana pasada, Israel aplicó en Irán la misma estrategia que antes en el Líbano: asesinatos selectivos, bombardeos de precisión y eliminación de sistemas de comunicación. También atacó depósitos de combustible para desorganizar el suministro interno y posiblemente obstaculizar la exportación de petróleo —especialmente hacia China.

Todo apunta a debilitar al Gobierno y la estructura social. Recuerda lo ocurrido en Irak tras 2003 y más recientemente en Siria. En ambos países, la autoridad central y el ejército fueron severamente debilitados y el territorio quedó de facto fragmentado en zonas fuera del control estatal.

En ambos casos, eso ocurrió por agresiones militares externas y mediante la división de grupos internos. Algo similar podrían intentar EE.UU., Israel y sus aliados occidentales también en Irán. Al igual que en Irak y Siria, los kurdos representan en Irán una minoría importante.

Según el periodista de investigación Ben Norton, la guerra contra Irán tiene como objetivo final debilitar a China y reforzar la hegemonía mundial de Estados Unidos. EE.UU. apoya activamente a Israel con inteligencia, armas y entrenamientos, y ahora también con bombardeos, con el objetivo de lograr un cambio de régimen en Teherán.

Cita a Michael Flynn, exasesor de seguridad nacional de Donald Trump, quien afirma que un régimen proestadounidense debilitaría a China y consolidaría el poder de EE.UU. e Israel.

Según una política alemana Sevim Dağdelen, esta acción militar forma parte de una estrategia más amplia de EE.UU. Se trata de una guerra mundial en tres frentes con el objetivo de mantener su propia hegemonía frente a los países BRICS y el Sur global.

En Europa, Alemania desempeña un papel de liderazgo en la guerra por poder de la OTAN contra Rusia; en Oriente Medio, Israel libra una guerra por encargo contra Irán con el apoyo de EE.UU.; y en Asia Oriental, EE.UU. se prepara para una confrontación con China, preparando a países como Japón, Taiwán y Filipinas como líneas de frente.

¿Por qué ahora?

Washington y Tel Aviv consideran que este es el momento ideal para atacar a Irán y asestarle un golpe mortal. La reciente eliminación de la defensa antiaérea iraní por parte de Israel, la caída del régimen de Assad en Siria, el debilitamiento de Hezbolá en Líbano y la destrucción de Gaza han inclinado notablemente el equilibrio de poder en la región a favor de Israel y sus aliados occidentales.

Cómo evolucionará este conflicto sigue siendo completamente incierto. Israel ha causado graves daños militares con sus primeros ataques en Irán, afectando estructuras de mando y posiblemente retrasando partes del programa nuclear.

Pero la euforia inicial en Israel dio paso rápidamente a una mayor conciencia cuando Irán respondió con misiles que alcanzaron el corazón del territorio israelí. La destrucción en ciudades israelíes desmanteló la ilusión de invulnerabilidad.

Dado el gran número de misiles balísticos en posesión de Teherán (2000), Irán podría continuar con tales bombardeos durante semanas.

Ahora que EE.UU. se ha involucrado directamente en esta guerra, la pregunta es cómo responderá Irán. EE.UU. tiene bases militares en países como Irak, Kuwait y Catar. ¿Serán estos el próximo blanco de los misiles iraníes? ¿Atacarán las milicias de Yemen (los llamados hutíes) a los buques en el mar Rojo?

¿Bloqueará Irán el estrecho de Ormuz, un paso marítimo crucial para el transporte de petróleo? Eso haría disparar los precios del crudo y tendría consecuencias muy graves para la economía mundial.

Las tensiones internacionales, en cualquier caso, han vuelto a aumentar drásticamente. Es la primera vez que EE.UU. ataca directamente objetivos militares en Irán desde el inicio del conflicto. Crece el temor de que esta escalada sea el comienzo de una guerra mucho más amplia en la región, o incluso más allá.

Los próximos días lo dirán.

Fuentes:

Trump bombs Iran directly, after helping Israel start war. Tehran vows retaliation
Trump Announces ‘Successful’ Attack On Iranian Nuclear Sites
Trump Advisor Admits: War on Iran Targets China, Seeking ‘US Global Dominance’

Fuente: https://www.dewereldmorgen.be/artikel/2025/06/22/waarom-de-vs-nu-toeslaat-de-verborgen-agenda-achter-de-aanval-op-iran/