«Este foro es clave para denunciar las desigualdades entre los países industrializados y los países en desarrollo», dijo Diarra Fanta, en representación de los agricultores de África, ante un multitudinario público que lo escuchaba con atención el jueves en el estadio Modibo Keita de Bamako durante la inauguración oficial. Los delegados –muchos de los cuales […]
«Este foro es clave para denunciar las desigualdades entre los países industrializados y los países en desarrollo», dijo Diarra Fanta, en representación de los agricultores de África, ante un multitudinario público que lo escuchaba con atención el jueves en el estadio Modibo Keita de Bamako durante la inauguración oficial.
Los delegados –muchos de los cuales debieron recorrer grandes distancias para llegar hasta Bamako– levantaban y sacudían pancartas y banderas exigiendo justicia en todo y para todos.
Tanto en cuanto a la economía informal como al comercio internacional, los presentes insistieron en que los países hicieran las cosas de otra manera.
«El sector informal es muy importante en África, ya que abarca al 90 por ciento de los trabajadores», dijo Uzziel Twagilimana, coordinador de Alerta Social, una coalición de de organizaciones que promueven los derechos de los trabajadores informales.
A pesar de esto, los trabajadores indocumentados carecen de protecciones sociales tales como seguro médico y licencia por enfermedad, y además les pagan salarios miserables.
«Estas son sólo algunas de las injusticias, y esperamos que en este foro podamos delinear un plan para avanzar en estos aspectos», dijo Twagilimana.
Respecto del comercio, los activistas condenaron la disparidad que existe entre los países del Norte y el Sur. En el mundo pobre, los agricultores sufren el efecto de los subsidios a la producción y la exportación que obtienen sus agraciadas contrapartes, que les impiden competir al punto que los arruinan.
«Exigimos que se eliminen los subsidios agrícolas y que en su lugar se otorgue una bonificación a los agricultores de los países en desarrollo y mejores precios para sus productos» dijo Fredrick Masinde, de la organización Cooperación para un Comercio Justo en África.
«Esto permitirá nivelar un poco el terreno a fin de asegurar una competencia más igualitaria entre los países en desarrollo y los industrializados», agregó Masinde.
Los subsidios al algodón que reciben los agricultores en Estados Unidos constituyen el objeto de disputa comercial para los productores de Malí y otras naciones de África occidental.
«Nosotros invertimos mucho en el algodón y luego cuando lo vendemos no sacamos mucho porque los precios bajan a causa de las prácticas de dumping (competencia desleal de precios) de los países ricos», dijo Fanta.
Y agregó: «Si tú no tienes un precio justo, tu gente se vuelve más y más pobre a medida que pasa el tiempo.»
Otros asuntos a discutirse en el foro incluyen la cancelación de la deuda externa de los países en desarrollo. Esto es el caballito de batalla de organizaciones tales como Reclamo de Acción Global Contra la Pobreza, una alianza a escala mundial de organizaciones para el desarrollo.
Los activistas que se oponen al pago de la deuda sostienen que los países pobres dedican porciones excesivamente grandes de su presupuesto anual para pagar los servicios de sus créditos a expensas de sus necesidades domésticas básicas.
Se teme que el pago de la deuda imposibilitará a muchas naciones alcanzar los Objetivos de Desarrollo de Naciones Unidas para el Milenio acordados por los líderes del mundo para mejorar la calidad de la vida en el planeta para el 2015.
EL FSM es una reunión anual de representantes de la sociedad civil de todo el mundo cuya primer edición se celebró en 2001 en Porto Alegre, Brasil, como alternativa –y respuesta– al Foro Económico Mundial de Davos, que desde 1971 reúne a numerosos empresarios y gobernantes en ese exclusivo centro turístico de Suiza.
Mientras que el Foro de Davos convoca a financistas, empresarios, jefes de Estado y de gobierno favorables al actual estado del proceso de globalización, al FSM –también llamado «el carnaval de los pobres»– asisten organizaciones no gubernamentales y otros grupos de la sociedad civil que, por diversas razones, se le oponen.
Luego del primer Foro de 2001, Porto Alegre fue escenario de otros dos (en 2002 y 2003) antes de que en 2004 se trasladara a Mumbai (ex Bombay), en la costa oeste de India.
La novedad del FSM «policéntrico» de 2005 es que se celebrará en tres ciudades de tres continentes distintos: en Bamako, capital de Malí, en Caracas, capital de Venezuela, y Karachi, un centro financiero en el sur de Pakistán.