Traducido para Rebelión por Caty R.
En su informe anual sobre «El estado de la población mundial», el Fondo de Población de las Naciones Unidas, UNFPA, aboga por un enfoque «menos occidental»
La tierra cuenta con 6.749 millones de habitantes. En el año 2050 seremos más de 9.000 millones. Actualmente, sólo un habitante de cada seis vive en una región de las denominadas «desarrolladas». Éstos son algunos de los datos demográficos y sociales que aparecen en el nuevo informe anual de UNFPA «El estado de la población mundial en 2008». UNFPA es un organismo de desarrollo internacional de las Naciones Unidas que trabaja por el derecho a la salud y la igualdad de oportunidades para todas las mujeres, hombres y niños.
En su documento, UNFPA recuerda que «las desigualdades entre los sexos permanecen muy extendidas y profundamente arraigadas en numerosas culturas». Las mujeres y las niñas constituyen la mayoría (el 60%) de los mil millones de habitantes más pobres del planeta. Dos tercios de los 960 millones de adultos analfabetos del mundo son mujeres y el 70% de los 130 millones de niños sin escolarizar son niñas. «El número de mujeres que fallecen como consecuencia del embarazo y el parto, alrededor de 536.000 al año, se mantiene prácticamente sin cambios desde la década de los 80. Las mujeres son todavía mucho más numerosas, de 10 a 15 millones, en sufrir lesiones y enfermedades diversas» señala el informe. La brecha entre el norte y el sur sigue siendo enorme. Así, si el riesgo de mortalidad por maternidad en Francia es del 1 por 6.900, en Afganistán es del 1 por 8, y del 1 por 7 en Níger.
Para cambiar esta situación, UNFPA aboga por una aproximación más cultural hacia las poblaciones, es decir, una especie de «desoccidentalización» de las prácticas. «La cultura, elemento fundamental de la vida de las personas, debe estar integrada obligatoriamente en las políticas y programas de desarrollo», anuncian, de entrada, los autores del estudio. «Si no obtenemos más resultados es porque estamos demasiado centrados en cómo somos nosotros y no sobre cómo son las poblaciones locales», explicó Robert Toubon, de la asociación «Équilibres et population», durante la presentación del informe en París. «La sanidad tal como se percibe entre nosotros, por ejemplo en el caso de la anticoncepción, a menudo es inimaginable en otros lugares. Muchas veces las personas no entienden el significado de los programas que llevamos a cabo», añadió.
«Cuando tenemos en cuenta la cultura de las etnias, podemos conseguir éxitos enormes», afirma Yves Bergevin. El representante de UNFPA citó el ejemplo de Ruanda. El porcentaje de mujeres que utiliza métodos anticonceptivos pasó del 10% en 2003-2005 al 27% en 2005-2008. Es decir, una tasa de crecimiento que nunca se había visto antes en África.
http://www.humanite.fr/2008-11-19_International_Repenser-l-aide-au-developpement