El Ejército Popular Revolucionario (EPR) reprobó el pasado 2 de junio la golpiza y detención de más 40 globalifóbicos en Guadalajara al término de la tercera reunión América Latina y el Caribe- Unión Europea, por lo que sentenció que la represión de que fueron objeto los inconformes justifica la vía armada en nuestro país.El grupo […]
El Ejército Popular Revolucionario (EPR) reprobó el pasado 2 de junio la golpiza y detención de más 40 globalifóbicos en Guadalajara al término de la tercera reunión América Latina y el Caribe- Unión Europea, por lo que sentenció que la represión de que fueron objeto los inconformes justifica la vía armada en nuestro país.
El grupo guerrillero afirmó que las conclusiones de la Cumbre de Guadalajara fueron «detener a decenas de jóvenes, torturarlos, vejarlos y encarcelarlos», es decir, «reprimir, a como diera lugar, a los manifestantes» que se oponían a la «reunión neoliberal».
«El autoritarismo de Francisco Ramírez Acuña (gobernador de Jalisco), le sigue dando justeza a nuestra lucha armada; la impunidad del PAN continúa dando vigencia a la acción militar revolucionaria, por ello no escatimaremos esfuerzos por actuar en consecuencia ante tanta crueldad de la ultraderecha, no dejaremos que la represión del gobierno de Jalisco sea la que se imponga en nuestro estado», advirtió el grupo armado.
En un comunicado, el Comité Zonal del Partido Democrático Popular Revolucionario-Comité Militar de Zona del Ejército Popular Revolucionario (PDPR-EPR), aseguró que desde su llegada a Guadalajara las organizaciones políticas y sociales –muchas de ellas integradas por jóvenes–, fueron hostigadas por la policía municipal y estatal.
Sostuvo en su más reciente comunicado que los cuerpos policiales tenían la orden de no dejar que los manifestantes protestaran en el parque Revolución y que se trasladaran al jardín Juárez: «sin más argumentos fueron cercados con el escudo y el tolete para obligarlos a cambiar de lugar, así era la orden de Alfonso Gutiérrez Santillán, secretario estatal de Seguridad.»
El grupo armado reprobó que aun cuando los manifestantes habían aceptado trasladarse al parque Juárez, cuando se trasladaban «fueron provocados por un policía vestido de civil» para que intervinieran los cuerpos policiales contra los jóvenes inconformes con la Cumbre. «Las policías estatal y municipal actuaron como grupos de choque y estuvieron acosando constantemente a las organizaciones», denunció.
En su comunicado emitido desde la clandestinidad, el EPR acusó a Eduardo Medina Mora, director del Cisen de ser quien dirigió el operativo de represión «desde dentro del muro metálico neoliberal» y daba las órdenes al procurador estatal Gerardo Solís Gómez, para que, a su vez, coordinara al director de Seguridad Pública de Guadalajara, Francisco Solorio, y al titular de la Policía Municipal, Carlos Nájera Gutiérrez.
El EPR afirmó que en el enfrentamiento del día 28 todo el «aparato represivo» tenía como consigna, dejar que los manifestantes entraran al primer cuadro, pero no permitir que salieran, «detenerlos, golpearlos hasta cansarse, con tal de intimidarlos, infiltrarlos y provocarlos».
«La estrategia policíaca era la de ‘chíngalos en caliente’, como lo decía por radio Carlos Nájera; no era dispersar, sino apresar; no era disuadir, sino violentar; no era detener sólo la marcha, sino macanear salvajemente. El principal enemigo eran y son los jóvenes, eran los ‘chilangos’, eran los de la UNAM», especificó.
Indicó que el objetivo era establecer un «teatro de enfrentamiento que días atrás fue montado por el gobierno, que le permitiera justificar la represión a todo su alcance. Encarcelar, desaparecer y torturar a mujeres y hombres fue el siguiente paso, vejarlos fue la saciedad de los poderosos, la burla el castigo panista, el dejarlos indefensos jurídicamente es la injusta política de la ultraderecha, no darles alimentos a los detenidos es la venganza fascista, llevarlos al Penal de Puente Grande».
Para el EPR el despliegue policial «y la represión brutal es obra del salvajismo de la ultraderecha panista; la contrainsurgencia pura».