Hace pocos días, miembros de los sindicatos legalmente constituidos en las empresas Coca Cola FEMSA y Parmalat, presentaron una denuncia pública ante el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH) y medios de comunicación, donde hicieron mención a reiteradas y constantes violaciones a los derechos de los trabajadores y libertades sindicales. Sirel entrevistó a Daniel Reyes […]
-Hace pocos días presentaron una denuncia en el CENIDH. ¿Qué es lo que está pasando en Coca Cola?
-Hay que aclarar que la empresa repentinamente cambió su razón social, ahora se llama Industria Nacional de Refrescos S.A.
Como sindicato surgimos el 22 de agosto de 1979 y estamos próximos a cumplir 26 años de existencia. Cuando Coca Cola FEMSA llegó en 2002, luego de adquirir a PANAMCO , su dirección mantuvo una política bastante razonable, similar a la de la anterior empresa con la cual teníamos buenas relaciones.
A partir de 2003 comenzaron a desconocer lo que se había acordado en el Convenio Colectivo. Despidieron a trabajadores sin justa causa y sin constituir la comisión bipartita, arrogándose FEMSA el derecho de decirle a los trabajadores que ellos tienen la facultad de hacerlo las veces que quieran.
-¿Hubo despidos masivos?
-En 2005 todo el personal administrativo que tenía más de 15 o 20 años de trabajo en la empresa fue despedido sin ninguna justificación, supuestamente por considerarlos trabajadores viejos y que necesitaban renovar ese personal, casi cien personas.
Paradójicamente el personal que despidieron ganaba menos que los que contrataron después siendo denominados como «cargo de confianza», prohibiéndoles terminantemente que se afilien al sindicato.
-Con respecto a las denuncias que están haciendo, ¿existe algún diálogo con la empresa?
-Actualmente no, porque la empresa argumenta que ellos están en la facultad de hacer lo que les da la gana, sin la necesidad de reunirse con el sindicato o de explicar porqué despiden al personal. Tenemos el caso de Rolando Calero, quien tuvo 18 meses de subsidio por un accidente laboral y al final lo despidieron aplicando los artículos 45 y 47 del Código del Trabajo, que no tienen ninguna relación con su caso.
-Ustedes están denunciando también un incremento de los accidentes laborales.
-Últimamente hemos tenido una gran cantidad de accidentes, sobre todo en el área de venta, por el hecho de que los trabajadores no son capacitados adecuadamente para el tipo de labor que desempeñan. Generalmente tenemos hasta 30 accidentes laborales en el mes, lo cual nos preocupa.
La empresa no realiza los procedimientos adecuados de lo que se llama la «inducción del personal a los nuevos puestos».
-¿Son accidentes laborales casuales o las condiciones de trabajo no son las adecuadas?
-Las condiciones de trabajo facilitan estos tipos de accidentes laborales. La mayoría ocurren en el Departamento de Ventas donde se utilizan camiones y no hay una correcta instrucción, por ejemplo, de cómo cargar o descargar cajas, qué tipo de seguridad utilizar en los camiones, etcétera. Hemos reclamado a la empresa que todo personal nuevo tiene que ser «inducido» y preparado adecuadamente para el tipo de trabajo que va a realizar.
-Otra denuncia que hacen es la represión en contra de los afiliados al SUTEC.
-Desde que vino FEMSA , de capitales mexicanos, ha sido una cacería contra los afiliados al sindicato. Cualquier trabajador que pretenda promocionarse a un cargo, obligatoriamente lo primero que debe hacer es renunciar al sindicato. Las amenazas y los chantajes son permanentes. Eso es violatorio de la Constitución en su artículo 87, que dice que todo nicaragüense tiene derecho a pertenecer a un sindicato.
En este caso la empresa ha violado ese derecho de afiliación y la misma Constitución, además de los Tratados internacionales firmados por Nicaragua ante la OIT.
-¿Por qué creen que Coca Cola FEMSA cambió su razón social?
-Podría ser una razón política y económica. Creo que en Nicaragua cuando una empresa tiene una nueva razón social accede a cinco años de exoneraciones de impuestos para materia prima. Otro motivo podría ser más estratégico, y es que actualmente están desconociendo a nuestro sindicato porque utilizamos el nombre de una empresa que ya no existe.
-¿Cuál es la actitud del Ministerio del Trabajo frente a esta ola de despidos y de violaciones a los derechos laborales y sindicales?
-Hasta el día de hoy creemos que el Ministerio hace el mandado a las empresas privadas ya que estas presionan, reprimen, chantajean, y el Ministerio, en vez de tutelar a los trabajadores como manda la ley, tutela a los empleadores, así de sencillo. Es difícil conseguir una resolución favorable a los trabajadores, el 95 por ciento de las resoluciones favorecen a las empresas.
-¿Que pasó con la gente que fue despedida?
-Hemos ganado sólo un caso, nada más, el resto fue negativo para nosotros. Los despidos son continuos y nosotros como sindicato estamos trabajando para defenderlos a nivel jurídico. Es un trabajo duro porque el objetivo de la empresa es desgastarnos, cansarnos y golpearnos.
Ahora tienen otra maña, y es que si nosotros nos reunimos para hablar cinco o diez minutos con los trabajadores, el Ministerio del Trabajo declara que estamos en huelga. Es un hecho bochornoso porque tenemos derecho a ser informados de lo que está pasando.
-¿Cuáles son los pasos que van a realizar en adelante?
-Vamos a consultar con la asamblea y hacerle un planteamiento a la empresa para ver cómo mejoramos la situación.
Desde 1990 tuvimos una excelente relación con todos los empleadores que han pasado. No teníamos historial de conflictos en el Ministerio hasta ahora, con FEMSA surgieron los problemas.