Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens y revisado por Caty R.
El periodista y autor nacido en Cuba Alex Abella obtuvo acceso exclusivo a RAND Corporation para estudiar sus archivos. Lo que descubrió fue una conspiración impulsada por científicos dementes, conductistas y generales con el propósito de iniciar la Tercera Guerra Mundial y al hacerlo desplumar al pueblo de EE.UU. Otrora fue un escéptico con respecto al tema de las teorías de la conspiración y el nuevo orden mundial, pero después de su trabajo con la RAND Corporation ahora está convencido de que este think tank de máximo secreto ha estado controlando entre bastidores al gobierno estadounidense.
«Todos somos hijos bastardos de RAND y no lo sabemos», señala Abella mientras describe que RAND comenzó como una organización centrada en la construcción de nuevas armas para los militares pero terminó expandiéndose hacia la política, la ciencia, la historia y la economía y se alió estrechamente con las fundaciones Ford, Rockefeller y Carnegie. La decisión de RAND en los años cincuenta de remodelar el globo hacia un nuevo orden mundial lo cambió todo, con el desarrollo de la «teoría de la elección racional», que convirtió a la gente de ciudadanos a consumidores, mientras derechos y responsabilidades eran reemplazados por elecciones y las vidas de la gente llegaban lentamente a ser dominadas no por la integridad o por lo que ésta representaba, sino por lo que compraba con su dinero.
El objetivo último de RAND era que los tecnócratas dirigieran todos los aspectos de la sociedad en busca de un gobierno mundial administrado por «la fuerza de la razón», un mundo implacable en el cual la eficiencia fuera rey y los hombres fueran poco más que máquinas, motivo por el cual en RAND estudiaron ciencias sociales, porque no sabían qué hacer para resolver el problema de encarar a la gente y porque los seres humanos no actúan siempre en función de sus propios intereses previsibles. No hay sitio para amor, empatía y generosidad en el nuevo orden mundial que quieren crear RAND y la Fundación Ford, y el patriotismo y el altruismo son enemigos de sus objetivos.
Abella explica que RAND contribuyó positivamente al desarrollo de la estrategia detrás del uso de armas nucleares, y cómo impulsó activamente el uso de armas nucleares contra toda Europa Oriental y China en caso de problemas en Europa Occidental, una política que fácilmente podría haber provocado un catastrófico holocausto nuclear. Los investigadores de RAND creían que bastaría con que 10 millones de estadounidenses sobrevivieran a una guerra nuclear para ganar esa guerra.
Abella señala que RAND veía a las Naciones Unidas como un modelo para un gobierno mundial, pero que una nueva organización controlada por EE.UU. terminaría por sustituir a la ONU para convertirse en el gobierno mundial de facto, por lo cual investigadores de RAND como John Williams propugnaron ataques nucleares preventivos contra la Unión Soviética, para asegurar que EE.UU. fuera el único país con el poder supremo para imponer su voluntad al resto del mundo.
Hablando del tópico de los ataques de bandera falsa, Abella señala que el ataque escenificado del Golfo de Tonkin y la Operación Northwoods planificada, de bandera falsa, se propusieron ambos inicialmente en documentos de RAND, y destaca la inmoralidad total con la que RAND realiza juegos de guerra con sus escenarios, muchos de los cuales son repugnantes desde el punto de vista ético porque impulsan despreocupadamente el genocidio de poblaciones enteras con poca consideración por las consecuencias. Abella explica que RAND es verdaderamente un gobierno fantasma porque sirve de puerta giratoria entre los dos partidos, y cómo RAND es la cuna del complejo militar-industrial y el lugar de nacimiento de la elite tecnocrática contra la cual luchamos actualmente.
© Copyright Paul Joseph Watson, Prison Planet, 2010
Prison Planet – 2010-12-19
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