El Ejército tailandés tuvo un rol mucho mayor al que reconocieron las autoridades en la muerte de civiles durante los disturbios políticos desatados en Bangkok este año, de acuerdo a documentos del Estado obtenidos por Reuters. Una investigación estatal preliminar sobre los hechos violentos de abril y mayo concluyó que las fuerzas especiales tailandesas ubicadas […]
El Ejército tailandés tuvo un rol mucho mayor al que reconocieron las autoridades en la muerte de civiles durante los disturbios políticos desatados en Bangkok este año, de acuerdo a documentos del Estado obtenidos por Reuters.
Una investigación estatal preliminar sobre los hechos violentos de abril y mayo concluyó que las fuerzas especiales tailandesas ubicadas en una elevada vía de tren dispararon contra las inmediaciones de un templo budista donde se habían refugiado varios miles de manifestantes el 19 de mayo.
Tres de las seis personas muertas en el lugar fueron previsiblemente asesinadas por las tropas, según la investigación, lo que contradice directamente las declaraciones de las fuerzas armadas, que negaron que sus efectivos hubieran sido los responsables.
El reporte señaló que no había suficiente evidencia para llegar a una conclusión acerca de quién era el culpable de las otras tres muertes en el templo, pero dijo que las seis víctimas fueron alcanzadas por balas a alta velocidad.
«Hay una cantidad razonable de hechos, evidencia y relatos de testigos para creer que las (tres) muertes fueron obra de oficiales de seguridad en servicio», dijeron los investigadores, recomendando a la policía que siga investigando las muertes.
El informe citó a soldados involucrados diciendo que dispararon tiros de advertencia y fuego de protección y que recibieron disparos desde el templo.
Los hallazgos del Departamento de Investigación Especial de Tailandia seguramente consolidarán al movimiento de protesta anti gubernamental «camisas rojas», que desafía la legitimidad del primer ministro Abhisit Vejjajiva.
En junio, el primer ministro responsabilizó a elementos armados entre los manifestantes por las muertes en el templo budista Wat Prathum Wanaram.
El lugar había sido designado como una «zona segura» para mujeres, niños, ancianos y enfermos. Miles de personas huyeron allí cuando el Ejército usó la fuerza el 19 de mayo para dispersar a los manifestantes que ocupaban un distrito comercial cercano.
De acuerdo a la investigación, testigos reportaron escenas de caos fuera del templo mientras se escuchaban sonidos de disparos y los civiles escapaban de una zona de compras.
Un testigo aseguró que vio a soldados disparando desde una vía de tren elevada hacia una carpa médica dentro del complejo, donde dos enfermeras que trataban a los civiles heridos fueron asesinadas.
Diecinueve personas murieron, al menos 1.800 resultaron heridas y más de 30 edificios fueron incendiados durante los disturbios. Fueron los peores hechos de violencia política en la historia tailandesa moderna.
Fuente: http://lta.reuters.com/article/topNews/idLTASIE6B90D920101210?sp=true