Aunque las sanciones que encabeza Estados Unidos contra Irán le han causado a este sustanciales dificultades económicas, analistas en Washington destacan que las polémicas operaciones nucleares de Teherán continúan incólumes. Según un informe divulgado este martes 26 por el Consejo Nacional Iraní-Estadounidense (NIAC, por sus siglas en inglés), «hay una clara desconexión entre los objetivos […]
Aunque las sanciones que encabeza Estados Unidos contra Irán le han causado a este sustanciales dificultades económicas, analistas en Washington destacan que las polémicas operaciones nucleares de Teherán continúan incólumes.
Según un informe divulgado este martes 26 por el Consejo Nacional Iraní-Estadounidense (NIAC, por sus siglas en inglés), «hay una clara desconexión entre los objetivos declarados de la política de sanciones (que Irán revisara la convenciencia de su programa nuclear) y lo que esta realmente consiguió».
Se trata del análisis «Never Give In and Never Give Up: The Impact of Sanctions on Tehran’s Nuclear Calculations» (Nunca ceder y nunca rendirse: El impacto de las sanciones sobre los cálculos nucleares de Teherán).
En base a entrevistas con altos funcionarios iraníes, analistas y miembros de la comunidad empresarial, el reporte sostiene que los actores clave del régimen iraní no han empezado a «construir una argumentación que permita corregir ese curso» ni a «presionar al gobierno para lograr un cambio en las políticas».
El programa nuclear de Irán parece no verse afectado en absoluto por las sanciones, o incluso parece incentivado por ellas y, en este aspecto, endurecerlas también motiva al país a persistir en su rumbo, señalan los autores del informe, Bijan Khajehpour, Reza Marashi y Trita Parsi.
«Es altamente improbable que el régimen sucumba a la presión de las sanciones mientras su argumentación permanezca igual, los actores clave no ejerzan presión, el P5+1 no ponga sobre la mesa algún alivio proporcional a las sanciones y la capitulación siga siendo considerada una amenaza mayor a la supervivencia del régimen que una confrontación militar con Estados Unidos», afirma el documento.
El P5+1 está integrado por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia) más Alemania.
Pese a cuatro rondas de sanciones adoptadas entre 2006 y 2010 y ratificadas por la ONU (Organización de las Naciones Unidas), y de medidas unilaterales impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea que ocasionaron una devaluación de 40 por ciento de la moneda iraní, Teherán no ha hecho concesiones en materia nuclear en sus negociaciones con el P5+1.
«Las sanciones no indujeron a concesiones significativas porque los iraníes ven poco o ningún motivo para creer que transigir les generaría un alivio significativo de esos castigos», dijo a IPS el exanalista de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Paul Pillar.
Mark Dubowitz, director ejecutivo de la Fundación para la Defensa de las Democracias, una organización con sede en Washington que defiende las sanciones, había dicho en junio de 2012 que solo una «guerra económica» obligaría a Irán a frenar su programa nuclear.
«Y, si eso fuera insuficiente para que (el líder supremo Ali) Jamenei firmara un acuerdo -y lamentablemente hasta ahora no hay evidencia de que lo vaya a hacer-, el presidente debe galvanizar al país y llevarlo más allá de las sanciones, hacia ataques militares contra las instalaciones nucleares», concluía Dubowitz en su artículo de foreignpolicy.com.
Pero Pillar, responsable nacional de inteligencia para Medio Oriente y Asia meridional entre 2000 y 2005, criticó la idea de que las sanciones son una alternativa a la intervención militar, y señaló que hay que considerarlas siempre con respecto a la acción diplomática que debe acompañarlas.
«El mero hecho de acumular sanciones sin los incentivos necesarios probablemente solo eleve el riesgo de un impasse que deje apenas la opción militar, tanto porque reafirmaría la convicción iraní de que a Occidente le interesa más derrocar al régimen que llegar a un acuerdo, como porque daría alas a quienes en Estados Unidos e Israel argumentan que tras el fracaso de las sanciones solo queda la guerra», alegó.
Aunque el ayatolá Jamenei desconfiaría profundamente de las intenciones de Estados Unidos con o sin sanciones, Ahmad Sadri, experto en temas iraníes del Lake Forest College, cree que es posible un cambio en la política nuclear de Irán.
«La actitud imperiosa y la política de coaccionar mediante sanciones no deja ninguna duda (a Jamenei) de que Estados Unidos no está detrás de un acuerdo para limitar el programa nuclear, sino que busca un cambio de régimen», dijo a IPS.
«Aunque la economía iraní está lejos del colapso, las clases vulnerables sienten el peso de los precios que se disparan… El efecto que pueden tener las sanciones no es directo. No son inteligentes. Perjudican a los ciudadanos comunes. Pero también el gobierno está interesado en ponerles fin», dijo Sadri.
En su opinión, si el P5+1 quiere que Irán acceda a sus reclamos, debe cambiar su punto de vista y acercarse a Irán y al proceso diplomático.
«Deberían intentar superar el impasse sin humillar a un país con dos milenios y medio de historia y dos siglos de resistencia a intrusiones coloniales. Deben negociar de buena fe y ofrecer a Irán un acuerdo honorable que le permita salir bien parado», dijo.
Funcionarios iraníes expresaron su descontento al conocer más detalles de un paquete ofrecido por el P5+1, que incluía apenas un leve alivio de las sanciones, en una reunión técnica celebrada el 19 de este mes en Estambul.
En un discurso que pronunció el día 20, en ocasión del Año Nuevo Iraní, Jamenei volvió a insistir en que cualquier acuerdo debe incluir el reconocimiento del «derecho de Irán a enriquecer uranio con fines pacíficos».
«Las pasadas experiencias y las condiciones actuales muestran que los estadounidenses no buscan resolver la cuestión nuclear, sino mantenerla abierta como pretexto para presionar y mutilar a la nación iraní. Por supuesto, y para consternación de nuestros enemigos, la nación iraní no se dejará mutilar», dijo.
Irán y el P5+1 tienen previsto volver a reunirse los días 5 y 6 de abril en Almaty, Kazajstán.
«Estados Unidos y los otros países del P5+1 necesitan armonizar sus reclamos a Irán con una oferta de alivio de sanciones más significativa que la hecha hasta ahora, y deben dejar en claro que aceptan el derecho de Irán a desarrollar un programa nuclear pacífico, que incluya el enriquecimiento de uranio», dijo Pillar.
«En términos más generales, deben explicitar que están dispuestos a negociar con el actual régimen y que ya no les interesa derrocarlo», añadió.
Fuente: http://www.ipsnoticias.net/wap/news.asp?idnews=102578