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Las primeras medidas del nuevo gobierno de Nicaragua en Educación

Se acabó el recreo… ¡Vamos a clases!

Fuentes: Rel-UITA

En los últimos 17 años, la situación de la Educación en Nicaragua ha alcanzado los niveles más trágicos de su historia. Se ha desintegrado la confianza en el sistema escolar público, y con el instrumento de la Autonomía Escolar introducida en 2003 por la administración Bolaños, se ha violado repetidamente la Constitución del país que […]

En los últimos 17 años, la situación de la Educación en Nicaragua ha alcanzado los niveles más trágicos de su historia.

Se ha desintegrado la confianza en el sistema escolar público, y con el instrumento de la Autonomía Escolar introducida en 2003 por la administración Bolaños, se ha violado repetidamente la Constitución del país que prevé la gratuidad de la educación.

Se institucionalizó una política de cobro a las familias, llevándolas de hecho a no poder matricular a sus hijos, lo cual disparó los índices de analfabetismo y sacudió la retención escolar.

Además, un sistema escolar reducido a puro negocio, corrompió al sector hasta llegar a privilegiar el nombramiento de maestros empíricos, para no tener que pagar a maestros de formación. La carrera magistral se volvió una carrera desprestigiada, en cuanto lleva a los estudiantes al desempleo o a un futuro de pobreza y de muy bajos salarios (los más bajos de la región). La calidad de la educación pública llegó a sus niveles más bajos, ofreciendo una enseñanza deficiente y una escasa inversión en capital humano (entre los más bajos del planeta). Toda esta situación promueve el surgimiento de un sinnúmero de colegios privados.

Ministro de Educación, Miguel De Castilla

Actualmente se contabilizan por lo menos 800 mil niños y jóvenes que cada año quedan afuera del sistema escolar, un porcentaje de retención escolar muy bajo respecto a la media latinoamericana, un nivel de educación extremadamente deficiente (en el último examen de admisión a la Universidad de Ingeniería, sólo el 8 por ciento calificó en la prueba de matemática) y el analfabetismo subió vertiginosamente.

El nuevo gobierno que se instaló el pasado 10 de enero se encuentra ahora frente a un reto de difícil solución: no sólo mejorar la enseñanza pública y volver a su verdadero significado intrínseco, sino también motivar a los miles de maestros agobiados por la trágica experiencia de estas dos décadas, y a los estudiantes que ya no creen en este tipo de trabajo para su futuro.

El día siguiente a la Toma de Posesión Presidencial de Ortega, el nuevo Ministro de Educación, Miguel De Castilla, un experimentado docente universitario y reconocido experto del mundo de la educación, estrenó su nuevo cargo realizando una reunión con todos los delegados departamentales del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes (MECD), para dar a conocer la propuesta del nuevo Plan de Educación para los próximos cinco años de su mandato.

Viceministra Silvia Milena Núñez

En más de una hora de intervención, acompañado por Silvia Milena Núñez, Viceministra y dirigente sindical de la histórica y combativa Asociación Nacional de los Educadores de Nicaragua (ANDEN), De Castilla atacó duramente el sistema de la Autonomía Escolar y explicó a los presentes los ejes fundamentales de su futura gestión. «En este acto venimos a celebrar el inicio del fin de este modelo pernicioso que se ha desarrollado en todos estos años, que convirtió el sistema escolar nicaragüense al mercado y los valores al dinero.

La de nosotros va a ser una propuesta de política educativa para la Educación en Nicaragua y la vamos a consultar con todos los delegados departamentales y municipales del país, porque esto es lo que dice la Ley General de Educación.

Comienza hoy nuestra tarea de consultar a la gente y cambiar la práctica con que trabajaron y funcionaron estos Ministerios de Educación neoliberales, en donde el Ministro firmaba decisiones sin consultar a nadie. Nuestro plan está fundamentado en cuatro líneas de políticas educativas.

La primera es «Más Educación» y su lema será «Se acabó el recreo…¡Vamos a clases!» Nuestro propósito – continuó De Castilla – es ofrecer más educación preescolar, primaria y secundaria y menos analfabetos. Queremos hacer explotar la matriculación escolar de este año. Que no se queden niños, niñas y jóvenes sin estudiar. Esto quiere decir hacer un esfuerzo extraordinario para detectar a los niños que no llegan a la escuela, el por qué no llegan y estudiar cada caso. Vamos a iniciar una tarea de investigación de estos casos, entender el motivo, que casi siempre es la pobreza y señalarlos a otros ministerios del nuevo gobierno, para que intervengan para remover las causas que impiden la matriculación de los niños. Buscaremos como avanzar en la lucha contra la pobreza, no sólo económica, sino también cultural. Estaremos contando con todas las organizaciones de la sociedad civil que trabajan con la niñez y todos juntos, tendremos que trabajar en esto porque la educación la entendemos como un derecho humano fundamental, un derecho a la vida».

Se hará énfasis también en la lucha contra el analfabetismo buscando llevar adelante las dos tares conjuntamente: mejor educación y alfabetización. Sobre este tema, el MECD ha firmado un convenio con la Asociación de Educación Popular «Carlos Fonseca Amador» (AEPCFA), organización que viene desarrollando un intenso trabajo de alfabetización a través del método cubano «Yo, sí puedo».

El director de la AEPCFA, el maestro Orlando Pineda Flores, ha declarado que «en dos años y medio vamos a bachillerar a miles de personas que son analfabetos, pero no un bachillerato en Ciencia y Letras, sino ligado a las necesidades de las personas más pobres, de los campesinos, para que sea una educación que se transforme de inmediato en capacidad de poder trabajar y producir. El 5 de febrero vamos a arrancar con la Campaña «Para una Nicaragua libre de analfabetismo» en todos los 153 municipios del país y calculamos llegar el próximo 23 de agosto de 2009, aniversario de la Cruzada de Alfabetización de los años 80, a declarar a Nicaragua «Libre de analfabetismo». No podemos pensar en un proceso demasiado lento, sería comodísimo. Con el total apoyo del Gobierno y la ayuda de diferentes organizaciones solidarias, vamos a alcanzar este objetivo».

Relacionado al tema de la Autonomía Escolar, el nuevo Ministro declaró que una de las causas que han llevado a la privatización de la educación y a la falta de matriculación, son los cobros en los colegios. «Vamos a eliminar estos obstáculos. El cobro contradice la Constitución de Nicaragua y la Ley General de Educación. Ya no se van a enviar circulares para que los directores no cobren matrículas, y que quien lo haga, ¡hasta allí llega!. Necesitamos muchísimos puestos de trabajo para todos los maestros graduados que no están trabajando en el sistema escolar y que la Autonomía Escolar despreció, dejándolos afuera. Se quedaron afuera porque los directores privilegiaban matricular a maestros sin título, para no tener que pagarles más por su currículo académico. Será una campaña de rescate de la escuela pública de Nicaragua, de la moral y de su prestigio, como sinónimo de escuela gratuita y obligatoria. El modelo de Autonomía Escolar se acabó para siempre y lo vamos a desmontar poco a poco, municipio por municipio, porque no va a ser fácil. Vamos a encontrar mucha resistencia».

Se presentaron también las otras tres líneas de la nueva política educativa. Una de ella será «Mejorar la Educación», es decir que no sólo es importante que los niños vayan a la escuela, sino también la calidad de la educación que se les ofrece, con mejores escuelas y relaciones pedagógicas.

El nuevo Ministro se propuso transformar el accionar del Ministerio, insertándolo en las aulas de clase con observatorios permanentes. Esto pasa a través de la capacitación de los maestros empíricos -que son la mayoría de los que actualmente están trabajando- y de la inserción masiva de los que están cursando. Se propone, además, la reinstalación de los Talleres de Evaluación, Programación y Capacitación Educativa, que existían en los años 80.

«Un currículo sistémico, integral, coherente, armónico que privilegia al «ser» antes que al «hacer» y que forma al estudiante para su autonomía e independencia personal y social. Un currículo que prepara el estudiante para el presente y también para el futuro, y que aprenda a aprender y se prepare para seguir aprendiendo el resto de su vida. Un currículo que enseñe a prepararse para el mundo del trabajo, con valores básicos relacionados con el servicio a los demás».

La tercera y cuarta líneas tienen que ver con «Otra Educación-Otra Escuela» y con «Educación con enfoque Sistémico y Visión Integral».

Según De Castilla «hay que sacar la palabra dinero, extirpar la administración financiera de los colegios. La función fundamental de un director y de un centro educativo es eminentemente pedagógica. La escuela tiene que ser atractiva y no expulsiva. Que los niños entiendan el verdadero significado de la escuela que es enseñar a ser. Esto tiene ver con ser autónomo, independiente, como lo manda Paulo Freire. Una escuela para hacer ciudadanía, tomar el derecho humano fundamental de que el niño aprenda y entienda que la educación es su derecho, que el ambiente limpio es un derecho. La escuela tiene que enseñar a pensar, reflexionar, criticar y proponer. Una escuela que devele los mecanismos de imposición ideológica y los transforme a favor de los intereses y necesidades de las mayorías empobrecidas. Todo esto tendrá que ser trabajado conjuntamente con todos los sectores relacionados con la educación».