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Entrevista con Gianni Vattimo, filósofo y político de izquierda italiano

«Se requiere de una subversión no violenta para enfrentar al neoliberalismo»

Fuentes:

Este reputado filósofo italiano especialista en Heidegger y Nietzche es ante todo un político de izquierda que está convencido de la necesidad de subvertir el estado de cosas imperante para lograr de alguna manera, ponerle freno a los abusos de la globalización económica. Contrario a los que muchos creen, Gianni Vattimo considera que hay más […]

Este reputado filósofo italiano especialista en Heidegger y Nietzche es ante todo un político de izquierda que está convencido de la necesidad de subvertir el estado de cosas imperante para lograr de alguna manera, ponerle freno a los abusos de la globalización económica.

Contrario a los que muchos creen, Gianni Vattimo considera que hay más futuro en América Latina que en Europa. Si bien reconoce que la democracia enfrenta una crisis en el mundo occidental, «si tengo que elegir entre dos democracias imperfectas, entre la vieja europea y la joven latinoamericana, me quedo con esta última porque, por lo menos, se nota la revolución y la transformación social», dice.

Nacido en Turín en 1936, estudió Filosofía en la Universidad de su ciudad natal y, posteriormente, realizó dos cursos en la Universidad de Heildelberg. En 1964 comenzó la docencia de estética en la Facoltà di Lettere e Filosofia de Turín, de la que fue su decano. Su actividad filosófica está claramente influencia por los planteamientos de Nietzsche y Heidegger. De este último ha traducido varios ensayos al italiano. Ha sido profesor visitante de las Universidades norteamericanas de Yale, Los Angeles, New York University y State University de Nueva York. Doctor ‘honoris causa’ de las Universidades argentinas de Palermo y La Plata, es vicepresidente de la Academia de la Latinidad y colaborador de diversos diarios italianos, entre ellos La Stampa y L’Unità.

Su actividad docente la ha alternado con la política. Ha sido miembro de agrupaciones de izquierda como el Partido Radicale, la Alleanza per Torino dentro de la campaña electoral del Olivo, y, por último, en representación de los Demócratas de Izquierda, ostentó una curul en el Parlamento Europeo.

Es autor de varios libros y múltiples ensayos. En desarrollo de su labor docente estuvo recientemente en Venezuela y Colombia dictando conferencias sobre filosofía y política. En Bogotá, en la Universidad Distrital disertó sobre el tema «cómo reinventar la política».

Aprovechando su presencia en la capital colombiana, WWW.CRONICON.NET dialogó con este intelectual italiano. El siguiente es el resultado de esa charla:

ENTRE GLOBALIZACIÓN E IMPERIALISMO

– ¿La vocación hegemónica de Estados Unidos en el mundo tiene a consolidarse o, por el contrario, a debilitarse en estos primeros años del siglo XXI?

– Estados Unido no parece que va a suavizar de ninguna manera su dominación y el fenómeno de la globalización va muy ligado a este imperialismo. Yo he venido haciendo esfuerzos para distinguir entre globalización e imperialismo y creo que el primero es una intensificación del comercio mundial que constituye una gran ventaja para el capital en desmedro de las clases sociales menos favorecidas. De otro lado hay la posibilidad de que algo cambie con la presión de los movimientos sociales y con la oposición activa, no violenta, de los pueblos. La política de oposición al neoliberalismo debe convertirse en acciones subversivas que no sean violentas para que haya una verdadera repercusión ante la imposibilidad de llegar al poder por la vía electoral porque las elecciones en Occidente son muy determinadas por el dinero y la manipulación de los medios de comunicación. Si se multiplican las manifestaciones de sensibilidad colectiva algo va a cambiar, no inmediatamente, pero sí en le m ediano plazo.

– ¿Descarta un proceso de cambio liderado por los partidos políticos progresistas?

– Dada mi experiencia como euro diputado puedo afirmar que la dinámica de los partidos políticos está influenciada por los negocios, por la burocracia y por la tolerancia lo que limita su efectividad para liderar cambios. Si bien los partidos son órganos de la vida democrática, requieren una acción paralela de subversión no violenta que consiste en asumir una serie de actividades sociales de presión.

– ¿Los movimientos antiglobalización y las nueva tecnologías de la comunicación como Internet no son instrumentos eficaces para consolidar esa subversión no violenta que usted plantea?

– Sí, hasta ahora yo lo creo y lo deseo, por ejemplo las reacciones y movilizaciones en contra de la guerra de Irak hace dos años fueron convocadas prácticamente por Internet. Efectivamente hay una posibilidad de una acción directa de los sectores sociales que no sea mediatizada a través de los partidos y de los poderes. El problema es hasta cuándo van a permitir esto pues los gobiernos buscan la manera de limitar esta forma de libertad, porque con la excusa del terrorismo y de la seguridad los países en manos de gobernantes conservadores intentan poner más controles.

– ¿De qué manera a Estados Unidos le ha favorecido la invasión a Irak?

– El sistema norteamericano ha funcionado en los últimos años gracias a que hizo la guerra en Irak. Muchas firmas estadounidenses trabajan tanto para la destrucción como para la reconstrucción, ese es un ciclo integrado. Por eso este esquema que proclama el Pensamiento Único no me parece una gran esperanza para el resto del mundo.

– En sus conferencias tanto en Venezuela como en Colombia usted ha manifestado que la esperanza está en América Latina. ¿Por qué?

– Porque América Latina es un continente rico en recursos. Tomemos el caso del Brasil, si Lula sigue desarrollando su política no de enemistad con Estados Unidos pero sí de alternativa, Europa tendrá mayor capacidad de resistir la presión de Washington porque se genera un nuevo polo que ahora viene a consolidarse con Chávez en Venezuela.

– ¿A propósito, cuál es su impresión del proceso político que viene liderando Hugo Chávez en Venezuela?

– Tengo que manifestar que estoy gratamente sorprendido de lo que he visto en Caracas porque llegué con muchas sospechas por la condición militar de Chávez y por toda la mala prensa que le hacen sus opositores. Lo que he observado en los días que estuve en Venezuela, es que Chávez está desarrollando una política ante todo de libertad civil porque ningún medio de comunicación ha sido acallado o censurado, ni ha eliminado o atacado violentamente a sus adversarios, por el contrario, ha resistido a través de las elecciones y el referendo. Gracias a la renta petrolera está ejecutando una interesante política social. Creo que América Latina con Lula, Chávez, Castro, Kirchner y con Tabaré Vázquez tiene la posibilidad de liderar un movimiento no de guerra a los Estados Unidos sino de construcción de un orden alternativo a lo norteamericano, con una distribución más igualitaria de los recursos. Esa es la diferencia entre Bush y Chávez, mientras el primero adoctrina mediante su polític a del terror y su discurso de guerra preventiva; en Venezuela se trabaja para lograr la transformación social

– ¿Y que opinión se ha formado de Colombia en esta visita suya a Bogotá y a Medellín?

– Con esta visita a Colombia me he terminado de convencer que la única política económica válida para este país sería la de vender en el mercado mundial los narcóticos que produce, previa su legalización y haciendo pagar un alto impuesto a los consumidores. ¿Por qué tiene que dejarse todo este dinero en manos de los narcotraficantes? La violencia ligada a las drogas no pertenece a los consumidores sino a los productores. Además un consumidor de cocaína o de heroína es menos peligroso que la criminalidad que se da gracias al comercio clandestino.

– ¿Desde Europa cómo se ve a Colombia?

– Como un país desordenado que enfrenta un conflicto armado que está permeado tremendamente por el narcotráfico, donde hay una democracia formal y cuyo gobierno de Álvaro Uribe es un aliado incondicional de Estados Unidos. Si Colombia tratara de integrarse al proceso de integración latinoamericano tendría tal vez más opciones para resolver sus conflictos. Por ejemplo, el nuevo canal Telesur, que varios países de América del Sur han lanzado, puede ser una respuesta efectiva para dejar de ser una colonia norteamericana. Aunque, claro, entiendo que la ayuda norteamericana condiciona, en gran medida, las decisiones políticas del gobierno de Uribe.

– ¿Después de la experiencia del no a la Constitución europea por parte de franceses y holandeses que va a pasar, según usted, con el proceso de la Unión?

– Creo que Europa en el corto y mediano plazo o será socialista o no será porque sino deviene en una colonia de los Estados Unidos, cuyo gobierno tiene una actitud ambigua frente a una Europa Unida porque por un lado no le conviene su consolidación, pero por otro, no puede perder socios tan importantes como Gran Bretaña.

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