Entre el 23 y el 25 de enero de 2005 se realizará en San Leopoldo, en las afueras de Porto Alegre, el segundo Congreso Latinoamericano de Cartoneros. Aproximadamente 600 mil hombres, mujeres y niños recorren diariamente las calles de las principales ciudades de Latinoamérica, haciendo de la recuperación de los residuos sólidos urbanos su medio […]
Entre el 23 y el 25 de enero de 2005 se realizará en San Leopoldo, en las afueras de Porto Alegre, el segundo Congreso Latinoamericano de Cartoneros. Aproximadamente 600 mil hombres, mujeres y niños recorren diariamente las calles de las principales ciudades de Latinoamérica, haciendo de la recuperación de los residuos sólidos urbanos su medio de vida. La actividad de la recuperación de los residuos se ha tornado indispensable no solo desde el aspecto ecológico sino para la economía de los países donde se desarrolla, sin que esto haya redundado en un reconocimiento y un beneficio para quienes realizan esta tarea. Los cartoneros (catadores) brasileños han sido pioneros en organizarse y a través de sus luchas han logrado arrancarle a los diferentes municipios mejores condiciones de trabajo.
Han organizado este evento en forma autónoma y están preparados para recibir a más de mil personas. Ya han comprometido su asistencia trabajadores de Bolivia, Chile, Colombia, Uruguay y Argentina, siendo invitados en esta oportunidad cartoneros de Mozambique y Tanzania.
Los ejes temáticos del evento serán:
· Realidad de los recuperadores en América Latina, conquistas y desafíos
· Movimientos sociales, globalización económica y consecuencias de los bloques económicos en los pobres.
· Políticas públicas de residuos sólidos urbanos (RSU) en el camino de la privatización del saneamiento ambiental
· El protagonismo de los recuperadores en la cadena de los residuos sólidos selectivos.
No dejan de lado los sueños y aspiraciones que estos trabajadores(as) llevan consigo cada día y esperan, según sus propias palabras, «aportar a la construcción de un mundo mejor».
El 26 de enero los participantes formarán una caravana para participar del Foro Social Mundial que se realizará en Porto Alegre a partir de ese día y hasta el 30 del mismo mes.
El primer congreso
En enero de 2003 se desarrolló en Caxias do Sul, Brasil, el Primer Congreso de recuperadores Latinoamericano. La ciudad fue elegida por ser considerada un referente en Latinoamérica en cuanto a la recuperación y reciclaje en el continente.
En esa ocasión se reunieron alrededor de ochocientas cartoneras(os) de Uruguay, Argentina y Brasil para compartir sus luchas y el encuentro quedó sintetizado en una declaración de 18 puntos entre los que se destacan «luchar en favor de la organización de todos los recuperadores en asociaciones o cooperativas», «intensificar el intercambio entre todos los cartoneros del MERCOSUR y de América Latina», «garantizar programas de alfabetización y de formación… con autonomía pedagógica, luchar contra la privatización del sector…exigir la garantía de integración de los cartoneros a las políticas de saneamiento ambiental…movilizarse contra la guerra en Irak y contra la militarización del Continente Americano…»
Antecedentes en Argentina
En agosto de 2003 se realizó en el Teatro San Martín un encuentro organizado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, al que asistieron recicladores de varios lugares de Latinoamérica
Por Uruguay asistió Lucía Fernández, una estudiante de arquitectura ligada con el movimiento de recicladores de ese país (UCRUS). Allí los trabajadores han armado un sindicato que ella define como «clasista y combativo» y que pretende nuclear a los casi quince mil hombres y mujeres que realizan esta actividad.
Los recicladores colombianos estuvieron representados por Norha Padilla Herrara, bogotana. Tercera generación de cartoneros, con el «balero» (carro) al hombro, estudiante universitaria (Ingeniería Ambiental) resaltó la importancia de la organización: «Hace cuatro años en Bogotá había solamente seis cooperativas hoy hay veinticuatro»
Las decisiones de base se toman en las cooperativas. Allí quienes las componen nombran sus distintas autoridades y delegados. Estos conforman una organización de segundo nivel, regional y de allí nace una organización de tercer nivel, nacional. Cuando le preguntamos sobre la posibilidad de burocratización de ese movimiento y si esto representaba una preocupación contestó: «Si pienso que esa es como una tendencia que se tiene en todos los movimientos sociales. Es que en determinado tiempo de acciones se tiende a tener ese tipo de actitud, pero precisamente, lo que nosotros hemos venido aprendiendo pues, es que hay que delegar en varias personas, para que exista la necesidad de comunicación y de interlocución y de conocimiento de las cosas. No solamente le tememos a la burocratización sino que hemos ido previniéndola de alguna manera.»
Nhora explica que su movimiento no se queda solamente en reivindicaciones laborales y lucha por cambios profundos. Cita Yo soy Juan, un libro de un compañero; «Me siento confundido, en la escuela hablan de libertad y amor pero cuando salgo a la calle no encuentro nada de eso. Entonces pienso si me equivoqué de escuela o me equivoqué de mundo».
Brasil
En ese evento representó a Brasil, Eva, quien aseguró que no les han regalado nada y sólo la organización y la lucha por sus derechos y su lugar les devolvió su dignidad. Desde Caxias do Sul, su ciudad de origen y trabajo estos catadores adhieren a los Principios y Objetivos del Movimiento Nacional de los Catadores de materiales Reciclables (MNCR) que proponen una autoorganización en núcleos de base que funcionen sin jefes ni patrones, donde todos los que participen de la construcción tengan sus derechos garantizados en una democracia directa de las bases.
Su solidaridad de clase aporta a las luchas que desarrollan otros movimientos sociales, sindicatos y entidades para ir conquistando vivienda digna, educación, salud y alimentación.
Con su particular forma de decir Eva ejemplificó sobre la necesidad de tomar conciencia por el medio ambiente, «de seguir así las cosas, en poco tiempo nos encontraremos en nuestra casa mirando por la ventana un césped sintético, un saviá mecánico y un árbol de cemento».