La plutocracia US-europea es la responsable de revivir a los mismos monstruos nazi-fascistas que en los difíciles años 30 del siglo pasado -tiempos de crisis capitalista- fueron muy útiles para contener al fantasma del comunismo que amenazaba con teñir de rojo libertario al viejo continente. La actual crisis estructural del capitalismo amenaza con hacer repetir […]
La plutocracia US-europea es la responsable de revivir a los mismos monstruos nazi-fascistas que en los difíciles años 30 del siglo pasado -tiempos de crisis capitalista- fueron muy útiles para contener al fantasma del comunismo que amenazaba con teñir de rojo libertario al viejo continente.
La actual crisis estructural del capitalismo amenaza con hacer repetir aquella dolorosa historia, esta vez en Ucrania.
Hoy los sindicatos obreros, los movimientos progresistas y partidos de izquierda del sureste ucraniano han retomado las genuinas banderas de reivindicaciones sociales y políticas que habían sido mancilladas por la derecha oportunista ucraniana y las agrupaciones de extrema derecha nazi (Svoboda y Pravy Sektor) quienes tomaron el poder en Kiev, capital de Ucrania, tras el golpe de Estado perpetrado contra el Presidente, Víctor Yanukovich, con la ayuda de occidente.
Los pueblos rebeldes del sureste ucraniano se han convertido en la real amenaza de los usurpadores de Kiev, pero los medios occidentales insisten en responsabilizar a Federación Rusa por la ola de violencia y caos que sacude a todo el país.
Muchos intereses han obtenidos o proyectan enormes ganancias y provecho político por la crisis inducida en Ucrania.
Haber responsabilizado por aquel conflicto a Rusia, sirvió a los capitales del Complejo Militar Industrial US-europeo para justificar una nueva Guerra Fría que pueda lucrar con la sangre de aquel pueblo. También los capitales gasíferos y petroleros estadounidenses pretenden pescar buenos negocios para sus arcas. Pero mientras unos intentan llenar sus bolcillos por el caos promovido en Ucrania, otros prefieren cosechar también frutos económicos y políticos de forma muy callada para no despertar sospechas por las repercusiones mediáticas que esto traerían.
Tras el control nazi de Kiev y la ola de violencia xenófoba desatada por estos en el interior del país, apoyados por los hipócritas de EE.UU. y Europa, el sionismo internacional ha venido actuando encubierto para procurar mantener y desarrollar sus buenos negocios y, a la vez, preparar una nueva oleada de inmigrantes ucranianos de religión judía con destino a Israel so pretextos de preservar sus vidas que están siendo amenazadas por el resurgir nazi. Lo llamativo de toda la comparsa es que apenas los medios alternativos divulgan la noticia, mientras que la entidad criminal de Israel mantiene completo silencio para no sacrificar los intereses sionistas en ese país, ni molestar a sus aliados de Kiev.
Fuentes informan del aumento de la inmigración judía a Palestina es de 142% desde el año pasado.
Varios líderes judíos de la comunidad de Odesa, compuesta de alrededor de 30.000 judíos, no descartan la posibilidad de abandonar la ciudad si se produce un deterioro significativo de la situación, aunque los actos de violencias de Odesa no han sido dirigidos contra ellos. Resalta ‘The Jerusalem Post’ [1].
¿Por qué la resurrección del nazismo en Ucrania no ha sido condenada por Europa, ni mucho menos por Israel? ¿Qué intereses juegan con la paz de los todos ucranianos, y especialmente con la seguridad de los ucranianos judíos?
La historia nos recuerda que los horrendos crímenes perpetrados por la Alemania nazi, entre 1933 y 1945, contra los propios alemanes, polacos y rusos de religión judía permitieron la concreción de los viejos sueños sionistas de crear un Estado judío en los territorios de la histórica Palestina. La burguesía sionista no sólo había conseguido hacer cumplir la promesa del imperio británico para tal propósito (la declaración de Balfour, 1917), sino también se había aliado con el propio Adolfo Hitler para crear las condiciones para la emigración judía a Palestina. Muchos investigadores han dado innumerable pruebas sobre las vinculaciones económicas, financieras, políticas e ideológicas que existieron entre ambas agrupaciones criminales. Nuevamente hoy los viejos vínculos entre el sionismo y el nazismo cobran vida, esta vez en Ucrania.
Un interesante artículo escrito por la investigadora Olga Chetverikova, el 16/04/2012, y titulado ¿Qué une al sionismo con el neonazismo ucraniano? descubre los verdaderos intereses que explican el silencio del sionismo internacional ante la irrupción del neo-nazismo en aquel país eslavo.
Chetverikova señala al presidente de las Comunidades Judías Unidas de Ucrania (UJCU), Igor Kolomoisky y el Vice Presidente y jefe del Congreso Judío Ucraniano (CJU), Vadim Rabinovich, ambos millonarios israelíes y hombres de negocios influyentes en Ucrania, como la conexión de Israel con los nazis ucranianos. Además la investigadora resalta que el millonario «Igor Kolomoysky controla cerca de 200 negocios y activos estimados en $ 14 mil millones y dirige el grupo empresarial más grande de Ucrania «Privat», que tiene en sus manos el 20 % de la capacidad mundial de producción de ferroaleaciones y el 12 % de las reservas de mineral de manganeso» [2].
Pero lo más característico de esta investigación es la descubierta vinculación del multimillonario israelí Igor Kolomoysky con la extrema derecha nazi ucraniana. Chetverikova señala que Kolomoysky no sólo ha defendido a los nazis de Svoboda ante la Unión Europea, sino que también proporcionó financiamiento de las campañas del partido en el consejo regional de Ternopil. Según el propio Igor Kolomoisky «Cuando el «antisemitismo» y el «neofascismo» son útiles para que avance la «agenda», bienvenidos sean!». Los intereses económicos sionistas son más importantes que la seguridad de los judíos en Ucrania.
Los sionistas, gemelos ideológicos del nazismo, aplauden salpicando con sus manos llenas de sangre palestina a sus nuevos aliados neo-nazis que controlan el poder de Ucrania, porque son precisamente estos -y no los rebeldes comunistas de Donetsk y Lugansk- quienes les garantizarán sus grandes negocios en tierras eslavas, porque será nuevamente el pueblo palestino quien pagará con sus tierras y pérdidas de vidas los nuevos asentamientos para los colonos judíos llegados de Ucrania.
La incontrolada locomotora de la expansión israelí sobre los territorios palestinos ha obtenido más carbón para mantener su despiadada marcha.
Fuentes:
[1] Judíos de Ucrania listos para la evacuación de emergencia
http://actualidad.rt.com/actualidad/view/127262-judios-ucrania-evacuacion-emergencia
[2] ¿Qué une al sionismo con el neonazismo ucraniano?
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.