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Entrevista a Sandro Mezzadra, profesor y escritor

«Tenemos que enraizar en la cotidianeidad la riqueza de composición social y de comportamientos que se expresan en los movimientos sociales»

Fuentes: L’Avanç

*Sandro Mezzadra es profesor de Teoría Política Contemporánea y de Estudios poscoloniales en la /Università di Bologna/. Codirector de la revista /DeriveApprodi /y colaborador de publicaciones italianas como /Il Manifesto,/ha sido animador del Colectivo /Genova Città Aperta /que impulsó las jornadas de movilizaciones en la ciudad de Génova el pasado 2001 y ha participado en […]

*Sandro Mezzadra es profesor de Teoría Política Contemporánea y de Estudios poscoloniales en la /Università di Bologna/. Codirector de la revista /DeriveApprodi /y colaborador de publicaciones italianas como /Il Manifesto,/ha sido animador del Colectivo /Genova Città Aperta /que impulsó las jornadas de movilizaciones en la ciudad de Génova el pasado 2001 y ha participado en distintas experiencias ligadas a los Centros Sociales italianos. Recien publicado su libro /Derecho de Fuga/ (Traficantes de Sueños, Madrid, 2005), fue invitado por la Universidad Nómada/GMS al curso /Capitalismo, Guerra y Movimientos Antisitémicos/ celebrado en El Escorial los últimos días de Junio. Allí explicó con una característica vitalidad sus estudios sobre migraciones, ciudadanía, trabajo y capitalismo global. En esta entrevista, realizada a la sombra de los grandes iconos del pensamiento único que pueblan el ambiente de los cursos de verano organizados por la Complutense de Madrid, L’Avanç conversa con este profesor italiano sobre el fenómenos de las migraciones, los movimientos sociales y la historia reciente de la Italia de los años 70.*

*En el contexto de la globalización, ¿qué papel juegan las migraciones?*

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Es difícil explicar el complejo fenómeno de las migraciones en algunas palabras. Los flujos migratorios evidencian la tensión característica del capitalismo histórico entre la movilidad de la fuerza de trabajo y el deseo del capitalismo de fijar despóticamente las poblaciones que migran en el circuito productivo. Después de la segunda Guerra Mundial, las migraciones experimentan unos cambios importantes. Los mecanismos tradicionales de control han entrado en crisis después del ciclo más o menos homogéneo que se inicia después de la segunda Guerra Mundial y que acaba ahora a finales de los años ochenta. He intentado teorizar estos últimos años una teoría de la autonomía de los flujos migratorios en el mismo momento en que se produce la crisis de los mecanismos tradicionales para fijar, disciplinar y explotar estos flujos migratorios. Esto demuestra que las migraciones tienen unas características novedosas respecto a los anteriores flujos migratorios en tanto que se comportan de una forma que no responde únicamente a la pura oferta y demanda estrictamente económica dictada por los mercados de trabajo.

*¿Hacia donde se dirige la política de control de las migraciones en Europa?*

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La metáfora que en un primer momento se convirtió en dominante era la metáfora de la /fortaleza Europa. /Es decir Europa como un lugar absolutamente aislado del mundo que estaba totalmente protegido y asegurado de todo tipo de influencias de flujos migratorios. En este sentido, la imagen es criticable pero tiene parte de razón en tanto que esa fortaleza se ha convertido en realidad como una fortaleza asediada en cuyos confines y fronteras se ha desatado una verdadera guerra contra los emigrantes que ha intentado asaltar pretendidamente esa fortaleza. Ha sido una guerra que se ha pagado con miles de muertos, hombres y mujeres que han perdido la vida al intentar llegar a Europa. Habría que criticar esa metáfora de la /fortaleza Europa /como espacio económico absolutamente inalcanzable e inexpugnable. Estudiando la realidad de los flujos migratorios lo que vemos es una selectividad específica que intenta clandestinizar los flujos de migrantes que intentan entrar a la /fortaleza Europa/. No se trata tanto de excluir o no dejar entrar a los flujos migratorios a Europa, sino de someterlos a una estrategia de clandestinización y a una debilitación de su existencia una vez que estan dentro de Europa. Se trata de seleccionar para subalternizar de alguna forma estos flujos migratorios. Esto ha afectado de manera fundamental tanto al concepto de ciudadanía como al concepto de mercado de trabajo, no sólo al concepto de la propia realidad de la ciudadanía emergente que está construyendo esa escala europea y al funcionamiento de los mercados de trabajo con la pretendida reivindicación de la flexibilidad. En cuanto a la ciudadanía se puede comprobar a través de la inserción de estos flujos migratorios dentro de Europa que se está creando una ciudadanía que denomino heterogénea, que tiene una estratificación interna de derechos políticos que crea un concepto y una práctica de ciudadanía bastante híbrido. Esto afecta tanto a los inmigrantes subalternos como al propio concepto de ciudadanía europea como tal. En cuanto al mercado de trabajo ha sucedido lo mismo. La fuerza de trabajo inmigrante que por definición es la fuerza de trabajo más flexible está redefiniendo y recodificando todo el funcionamiento del mercado de trabajo flexible que se aplica a los propios ciudadanos europeos. En ese sentido, las políticas migratorias tienen que tener en cuenta ese doble eje, ya no tanto como alteración del concepto de la práctica de la ciudadanía europea y de los mercados de trabajo, sino como deredefinición material a través de la inserción de esa fuerza de trabajo clandestinizada y sin papeles que altera tanto los derechos de ciudadanía tal como estan siendo teorizados y aplicados en Europa como el funcionamiento del mercado de trabajo para los propios trabajadores europeos.

*Respecto a las actuales migraciones globales, ¿en qué medida lo que planteas en la dimensión social del fenómeno migratorio se identifica con lo que conocemos como nuevos movimientos sociales?*

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La inclusión de las dinámicas de las migraciones en el concepto de movimientos sociales, de movimientos antisistémicos no se pueden reducir a un esquematismo totalmente unilateral. Esto nos permite pensar de otra forma la política y el problema de la organización si queremos estar a la altura de los desafíos que tienen los movimientos ante si. De alguna manera, todas las dinámicas de las migraciones nos obligan a pensar con categorías nuevas tanto el problema de la movilidad como el problema de la multiciplidad y nos permite ligarlo con la situación que estan viviendo los movimientos sociales a escala europea. Esto no quiere decir que haya una traducción inmediata entre ambos movimientos aunque si que nos permite pensar el concepto de ciudadanía y de política de una manera mucho más compleja en tanto que vamos a tener en cuenta las necesidades y los deseos de esos movimientos migratorios que no pueden reducirse únicamente al modelo de oferta y demanda o de capacidad de atracción de las sociedades de acogida y factores de expulsión de las sociedades de origen. El desafío de los movimientos sociales es el de pensar el movimiento de las migraciones actuales como un movimiento social que no es reductible al viejo modelo pero que enriqueze y nos permite pensar los desafios políticos y sociales de una manera mucho más compleja.

*Siguiendo con la cuestión de los movimientos sociales, ¿en qué consistió a grandes rasgos la experiencia de la autonomía obrera italiana de los años 70 y qué puede aportar al contexto actual de los movimientos sociales?*

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Lo que expresaron los movimientos autónomos en Italia y en otros lugares en las décadas de los 60 y 70 fue una radical afirmación de las necesidades obreras contra las formas de dominación y explotación vigentes en ese momento. Por otra parte de expresó al afirmación contundente de que las luchas y los comportamientos obreros eran lo que estaba empujando adelante los procesos de reestructuración del capital. Esto tiene una neta actualidad en estos momentos en la medida en que aporta elementos a los actuales debates de los movimientos /no-global/. El fordismo fue realmente objeto de una contestación muy dura por parte de los comportamientos autónomos radicales en tanto que fue un sistema de dominación que en estos momentos no se puede pretender reconsiderar ni reivindicar como paraiso en la tierra al cual hace falta volver. La sociedad fordista fue una sociedad cárcel que estos movimientos pusieron en tela de juicio de manera realmente violenta y radical. En este sentido es la afirmación de la autonomía de las necesidades de las fuerzas de trabajo y el recordatorio de que si queremos inventar un futuro nuevo, no podemos reivindicar ciegamente las formas de regulación económica, social y política que fueron tremendamente criticadas y destruidas por parte de la autonomía obrera. Otro problema a tratar sería la derrota de los movimientos autónomos.

*Estos dias en alguna de tus ponencias has planteado que las movilizaciones de Génova fueron extremadamente esperanzadoras en Italia después de los desoladores años 90. ¿Qué hay después de Génova?*

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Hay que tener en cuenta que, aunque se haya producido de alguna forma una crisis de la militancia de los movimientos después de las jornadas de Génova, el periodo que se abre en Seattle en 1999 y que concluye en Julio de 2001 en Génova cambia absolutamente los ritmos y los modos de discusión y de organización de los movimientos. Si se piensa cómo se pensaba la globalización capitalista hace diez años y cómo se piensa ahora después del impacto que ha tenido el ciclo Seattle-Génova, se percibe que el escenario tanto intelectual como organizativo y político de los movimientos ha cambiado de una manera radical. Dicho esto, hay que tener en cuenta que el escenario de la globalización es muy distinto en estos momentos de cómo se configuraba entre 1999 y 2001. Hay dos factores cruciales que configuran el nuevo escenario: la explosión de la nueva economía y la característica estructural del estado de guerra global permanente en el escenario de la globalización. Esto ha generado una turbulencia en estos movimientos y se está en ese proceso de encontrar formas de expresión diversas que de alguna forma puedan hacer cuentas con esta nueva complejidad. Tenemos que enraizar en la cotidianeidad la riqueza de composición social y de comportamientos que se expresan en los movimientos sociales.