Sí, así mismo es, esta pregunta va con admiración. No puede ser de otra forma, porque los terroristas del Estado Islámico, EI, que han arrasado Siria, un país que hasta hace poco vivía en paz, que han causado la muerte de cientos de miles de sirios y han ejecutado a miles de prisioneros, que han […]
Sí, así mismo es, esta pregunta va con admiración. No puede ser de otra forma, porque los terroristas del Estado Islámico, EI, que han arrasado Siria, un país que hasta hace poco vivía en paz, que han causado la muerte de cientos de miles de sirios y han ejecutado a miles de prisioneros, que han devorado los órganos de sus víctimas y han producido una oleada de millones de refugiados, han sido calificados de moderados por sus organizadores, el imperialismo mundial globalizado, IMG.
Durante medio año, Rusia le preguntó al IMG: ¿Quiénes son moderados para no tocarlos? ¿Dónde están para no bombardearlos? Silencio absoluto por respuesta. Pero cada una de las muchas veces que se atacaba a los terroristas del EI, el IMG avivaba el ataque mediático: ¡Horror! Los rusos están matando a los moderados. Y aunque parezca mentira, había gente que le creía. Es que la mentira reiterativa, que la gran prensa de Occidente machaca, se convierte así en verdad.
Y los «errores» del IMG se repiten en Siria igual que en el resto del planeta. Cuando el Ejército Sirio estaba al borde de tomar Alepo, lo que significaba la derrota total de los terroristas, moderados o no, se produce en Deir Ezzor un bombardeo de precisión contra sus posiciones. Y aunque causaran numerosas bajas entre las tropas sirias y permitieran al EI reorganizarse, consolidar posiciones, rearmarse y seguir respirando, dicen: «Es tan solo un ataque aéreo erróneo» de nuestra coalición.
Luego se oyen en la ONU las disculpas del Secretario de Estado, Kerry, quien hizo todo lo que pudo para lograr la paz. Pero el Pentágono lo contradice y sostiene que no hubo error, el objetivo fue estudiado durante 48 horas. Por lo visto, se trata de un error preciso.
De inmediato, tal vez para tapar la mentira, destruyen un comboy humanitario de la ONU. ¿Quién? ¡Qué pregunta! ¡Quién más! Los mismos de siempre, los rusos. Lo dicen con tal desfachatez, aunque sin pruebas, que algunos les creen. Es como el caso del avión de Malasia. Saben bien que los fascistas de Ucrania lo derribaron, pero desde el primer momento acusaron a Putin. Luego montaron el show de la comisión holandesa, conformada también por los causantes del desastre, que no acepta argumento alguno que provenga de Rusia. El culpable fue encontrado de antemano, incluso antes del derribo del avión, así de simple.
Ahora esgrimen razones humanitarias para no bombardear al EI. Sostienen: «Podrían morir civiles». Pero cómo creerles si eso no les importó en Hiroshima y Nagasaki, Guatemala, Cuba, Viet Nam, República Dominicana, Panamá, Yugoslavia, Irak, Afganistán, Libia…
Tal vez tenga razón Paul C. Robert cuando sostiene que «el Gobierno ruso se engaña con la fantasía de que Moscú y Washington tienen la misma causa en Siria, que es la lucha contra Daesh. Ahora Washington puede suministrar armamento a los terroristas y prepararse para invadir el país con sus tropas». A lo mejor es peor de lo que opina el ex consejero de Reagan y se trata de que la corriente más belicosa de la administración del Presidente Obama hace lo que le da la gana. Por algo el Ministro de Defensa, Carter, declara que no puede controlar a los suyos.
De ser así, preparémonos para algo peor si llegara a ganar H. Clinton, que los representa mejor que nadie.
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