Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
«Ya no es plausible argumentar que ISIS fue un resultado de errores no intencionados de EE.UU. Forma parte evidente de una estrategia estadounidense para romper la alianza Irán-Iraq-Siria-Hizbulá. Ahora, cuando esa estrategia puede resultar ser un fracaso total y terminar por ser un tiro por la culata, pero no nos confundamos, ISIS ES la estrategia.»
– Lysander, Comments line, Moon of Alabama
«El imperialismo estadounidense ha sido el principal instigador del sectarismo en la región, de su estrategia de dividir y conquistar en la guerra y ocupación en Iraq, al fomento de la guerra civil sectaria para derrocar a Asad en Siria. Su apoyo cínico a los insurgentes islamistas suníes en Siria, mientras respaldaba a un régimen sectario chií al otro lado de la frontera en Iraq para reprimir a esas mismas fuerzas, ha llevado a todo Medio Oriente a lo que un panel de las Naciones Unidas sobre Siria advirtió el martes que era la «cúspide de una guerra regional».
– Bill Van Auken, Obama orders nearly 300 US troops to Iraq, World Socialist Web Site
Barack Obama está chantajeando a Nuri al-Maliki, refrenando el apoyo militar hasta que el Primer Ministro iraquí acepte renunciar. En otras palabras, estamos a medio camino en otra operación de cambio de régimen iniciada por Washington. Lo que es diferente en esta operación, es el hecho de que Obama está utilizando un pequeño ejército de terroristas yihadistas -que han llegado a cerca de ochenta millas de Bagdad- para apuntar la pistola contra la cabeza de Maliki. No es sorprendente que Maliki se haya negado a cooperar, lo que significa que la situación crecientemente tensa podría explosionar en una guerra civil. El Guardian presenta una primicia en un artículo adecuadamente titulado «El Iraq de Maliki: No me iré como condición para ataques de EE.UU. contra combatientes de ISIS.»
«Un portavoz del primer ministro iraquí, Nuri al-Maliki, ha dicho que no renunciará como condición para ataques aéreos de EE.UU. contra combatientes suníes que han hecho un avance relámpago a través del país.
El ministro de exteriores de Iraq, Hoshyar Zebari, hizo el miércoles un llamado público en la televisión al-Arabiya para que EE.UU. lance ataques, pero Barack Obama ha sido presionado por altos políticos estadounidenses a fin de que persuada a Maliki… para que renuncie por lo que consideran como un liderazgo fallido ante una insurgencia…
La Casa Blanca no ha pedido la partida de Maliki pero su portavoz Jay Carney, dijo que si Iraq fuera dirigido por Maliki o un sucesor, «intentaremos agresivamente subrayar ante ese dirigente la absoluta necesidad de rechazar un gobierno sectario».
Obviamente, la Casa Blanca no puede decir directamente a al Maliki que se vaya ya que afectaría su credibilidad como propugnadores de la democracia. Pero el problema existe definitivamente y el plan de la administración de remover al Maliki está en vías de ejecución. Lea este pasaje del Wall Street Journal:
«Una cantidad creciente de legisladores estadounidenses y aliados árabes, en particular Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos, están presionando a la Casa Blanca para que retire su apoyo al señor Maliki. Algunos de ellos presionan por un cambio si se ha de suministrar ayuda en la estabilización de Iraq, dicen diplomáticos estadounidenses y árabes.» (U.S. Signals Iraq’s Maliki Should Go, Wall Street Journal)
Atención a la última frase: «Algunos de ellos presionan por un cambio si se ha de suministrar ayuda en la estabilización de Iraq, dicen diplomáticos estadounidenses y árabes.» A mi juicio suena fuertemente como chantaje.
Es la esencia de lo que está sucediendo entre bastidores. Barack Obama y sus lugartenientes están torciendo el brazo de al Maliki para forzarlo a dejar su cargo. De eso trató la conferencia de prensa del jueves. Obama identificó al grupo llamado ISIS como terroristas, reconoció que plantean un grave peligro para el gobierno, y luego opinó despreocupadamente que no alzará un dedo para ayudar. ¿Por qué? ¿Por qué está tan ansioso Obama de bombardear a presuntos terroristas en Yemen, Pakistán y Afganistán y, sin embargo, no está dispuesto a hacer lo mismo en Iraq? ¿Podría ser que Obama no esté realmente comprometido con el combate contra terroristas, que la treta del terror es solo una hoja de parra para planes mucho más grandiosos, como la dominación global?
Por cierto, así es. En todo caso, es fácil ver que Obama no va a ayudar a al Maliki si eso interfiere con los objetivos estratégicos más amplios de Washington. Y, actualmente, esos objetivos son librarse de al Maliki, quien está «demasiado ligado» a Teherán, y quien se negó a firmar el Acuerdo del Estatus de Fuerzas en 2011, que habría permitido que EE.UU. dejara 30.000 soldados en Iraq. El rechazo del SOFA selló efectivamente la suerte de Maliki y lo convirtió en enemigo de EE.UU. Solo era cuestión de tiempo antes que Washington tomara pasos para sacarlo de su puesto. Lo que sigue es un pasaje de la conferencia de prensa de Obama el jueves que ilustra cómo funcionan estas cosas:
Obama: «La clave para Siria e Iraq, va a ser una combinación de lo que suceda dentro del país, trabajando con la oposición moderada siria, trabajando con un gobierno iraquí que sea inclusivo, y que fijemos una plataforma de contraterrorismo más efectiva que haga que todos los países en la región jalen en la misma dirección. En lugar de tratar de dar un coscorrón al topo cada vez que puedan aparecer esas organizaciones terroristas, lo que tenemos que hacer es ser capaces de crear asociaciones efectivas.»
¿Qué significa esto en lenguaje que todos podamos comprender?
Significa que «o estás con el equipo o estás fuera del equipo». Si estás en el equipo de EE.UU. gozarás de los beneficios de la «asociación» lo que significa que EE.UU. ayudará a defenderte contra los grupos terroristas que arma, financia, y apoya en la logística. (A través de sus aliados del Golfo). Si estás «fuera del equipo» – como parece estar el señor al Maliki, Washington mirará hacia otro lado mientras hordas de malignos canallas arrancan las cabezas de tus soldados, queman totalmente tus ciudades, y reducen tu país a una anarquía ingobernable. Por lo tanto, hay que elegir. O participas en el juego y obedeces las órdenes y «nadie es perjudicado», o te quedas solo y enfrentas las consecuencias.
¿Capisce? Obama está dirigiendo un grupo extorsionista de protección exactamente como un barato artista mafioso del chantaje del vecindario. Y no estoy hablando metafóricamente. Es como funciona realmente el asunto. El presidente de EE.UU. está amenazando a un dirigente democráticamente elegido -quien, a propósito, fue escogido cuidadosamente y aprobado por el gobierno de Bush- porque no ha resultado ser suficientemente servil en someterse a sus demandas. Por lo tanto, ahora van a reemplazarlo por otro corrupto secuaz como Chalabi. Así es, el taimado Ahmed Chalabi ha vuelto a salir de su hoyo de araña y trata de tomar el sitio de al Maliki. Lo siguiente, es del New York Times:
«Funcionarios iraquíes dijeron el jueves que dirigentes políticos han iniciado intensivas maniobras para reemplazar al Primer Ministro Nuri Kamal al-Maliki y crear un gobierno que pase por encima de las crecientes divisiones sectarias y étnicas del país, motivados por lo que califican de alentadoras reuniones con funcionarios estadounidenses que muestran apoyo para un cambio de dirigencia…
Los nombres mencionados hasta ahora -Adel Abdul Mahdi, Ahmed Chalabi y Bayan Jaber- son de los bloques chiíes, que tienen la mayor parte del total de escaños en el Parlamento.» (With Nod From U.S., Iraqis Seek New Leader, New York Times)
¿Recordáis a Chalabi? El favorito de los neoconservadores, Chalabi. El sujeto que -como señala Business Insider- «fue un personaje central en la decisión de EE.UU. de remover al dictador iraquí hace más de una década» y «quien ayudó a que la Ley de Liberación de Iraq fuera aprobada por el Congreso en 1998, una ley que convirtió el cambio de régimen en Bagdad en política oficial de EE.UU.». «Chalabi afirmó que Sadam representaba una amenaza inminente para EE.UU. y que poseía y desarrollaba un arsenal de armas de destrucción masiva, (que) se convirtió en el punto de vista de la comunidad de inteligencia y eventualmente de la mayoría del congreso de EE.UU. En los primeros cuatro años del gobierno de Bush, el INC de Chalabi recibió 39 millones de dólares del gobierno de EE.UU.» (Business Insider)
Es imposible inventar algo semejante.
Por lo tanto, el estimado Chalabi se encuentra en la lista preferida de candidatos para tomar el puesto de Maliki. Formidable. Eso solo ilustra el nivel de la opinión al respecto en la Casa Blanca de Obama. No sé cómo alguien puede seguir objetivamente estos eventos y no concluir que los neoconservadores están tomando las decisiones. Por cierto lo están haciendo. Chalabi es «su tipo». De hecho, los objetivos que persigue el gobierno, ni siquiera consideran los intereses de EE.UU.
Tened paciencia conmigo por un minuto: Supongamos que tengamos razón al creer que el gobierno ha fijado sus puntos de vista en cuatro objetivos estratégicos principales en Iraq:
1-Remover al Maliki
2-Obtener derechos para bases a través de un nuevo Acuerdo de Estatus de Fuerzas (SOFA)
3-Reducir la influencia de Irán en la región
4-Dividir el país
¿Cómo se beneficia EE.UU. con estos objetivos?
EE.UU. tiene numerosas bases e instalaciones militares en Medio Oriente. No gana nada con tener una más en Iraq. Lo mismo vale con remover a al Maliki. No se puede prever cómo resulte algo semejante. Tal vez bien, tal vez mal. Es imposible de predecir. Podría ser un doble uno, ¿quién sabe? Pero una cosa es segura: erosionará aún más la confianza en EE.UU. como un serio apoyo de la democracia. Nadie va a seguir creyendo ese cuento. (Al Maliki acaba de ganar la última elección.)
En cuanto a «reducir la influencia de Irán en la región». Eso no siquiera tiene sentido. Fue EE.UU. el que removió a los baasistas suníes del poder y los reemplazó deliberadamente con miembros de la comunidad chií. Como hemos mostrado en artículos anteriores, el cambio del poder de suníes a chiíes fue una parte crucial de la estrategia original de la ocupación, que fue claramente descabellada desde el primer momento. Fue como si los británicos invadieran EE.UU. y decidieran reemplazar a políticos de carrera y burócratas de Washington con empleados inexpertos del sector de los servicios de los barrios de Los Ángeles. ¿Tiene sentido? Los resultados fueron un desastre, como alguien con medio cerebro podría haber predicho. Porque el plan era idiota. Ningún imperio ha operado de esa manera. Por cierto, iba a ser una alianza tácita entre Bagdad y Teherán. ¡La estrategia de EE.UU. hizo que esa alianza fuera inevitable! Iraq no se movía en la dirección de Irán. Es una tontería. Washington empujó a Iraq hacia los brazos de Irán. Todos lo saben.
Por lo tanto, ¿ahora qué? ¿Por lo tanto ahora el equipo de Obama quiere «rehacer las cosas»? ¿De eso se trata?
En la historia no se rehacen las cosas. La guerra sectaria que EE.UU. inició y promovió con su virulenta estrategia de contrainsurgencia -que incluyó la masiva limpieza étnica de suníes en Bagdad tras la engañosa «oleada» cambió para siempre la contextura del país. No hay vuelta atrás. Lo hecho, hecho está. Bagdad es chií y seguirá siendo chií. Y eso significa que habrá una cierta conexión con Teherán. Por lo tanto, si la gente de Obama se propone reducir la influencia de Irán, probablemente estén pensando en otra cosa. Y ESTÁN pensando en otra cosa. Quieren dividir el país según un plan israelí que fue fraguado hace más de tres décadas. El plan fue la idea genial de Oded Yinon quien veía Irán como una seria amenaza para las aspiraciones hegemónicas de Israel y por lo tanto concibió un plan para remediar el problema. Lo que sigue es una recomendación de la obra primordial de Yinon titulada «Una estrategia para Israel en los años ochenta», que es la guía que será utilizada para dividir Iraq:
«Iraq, rico en petróleo por una parte y dividido interiormente por la otra, es un candidato garantizado para los objetivos de Israel. Su disolución es aún más importante para nosotros que la de Siria. Iraq es más fuerte que Siria. A corto plazo, el poder iraquí constituye la mayor amenaza para Israel. Una guerra iraquí-iraní desgarrará Iraq y causará su caída interior incluso antes de que pueda organizar una lucha en un frente amplio contra nosotros. Todo tipo de confrontación inter-árabe nos ayudará a corto plazo y acortará el camino hacia el objetivo más importante de dividir Iraq en sectas como en Siria y en Líbano. En Iraq, es posible una división en provincias siguiendo líneas étnicas/religiosas como en Siria durante la época otomana. Por lo tanto tres (o más) Estados existirán alrededor de las tres principales ciudades: Basora, Bagdad y Mosul, y áreas chiíes en el sur se separarán del norte suní y kurdo. Es posible que el actual enfrentamiento iraní-iraquí profundice esta polarización.» (A Strategy for Israel in the Nineteen Eighties, Oded Yinon, monabaker.com)
Repitamos «Todo tipo de confrontación inter-árabe nos ayudará a corto plazo y acortará el camino hacia el objetivo más importante de dividir Iraq en sectas como en Siria y en Líbano».
Ese es el plan. EE.UU. no se beneficia con este plan. EE.UU. no se beneficia con un Iraq fragmentado, balcanizado, roto. Los gigantes petroleros ya están extrayendo todo el petróleo que desean. El petróleo iraquí es, de nuevo, vendido en dólares no en euros. Iraq no plantea una amenaza para la seguridad nacional de EE.UU. Los planificadores de guerra estadounidenses ya consiguieron lo que querían. No hay motivos para volver y causar más daños, reiniciar la guerra, desgarrar el país, y dividirlo en trozos. El único motivo para disolver Iraq, es Israel. Israel no quiere un Iraq unificado. Israel no quiere un Iraq que se pueda parar sobre sus dos pies. Israel quiere asegurarse de que Iraq nunca vuelva a emerger como potencia regional. Y hay solo una manera de lograr ese objetivo, es decir, seguir la receta de Yinon de «una división en provincias siguiendo líneas étnicas/religiosas como en Siria durante la época otomana. Por lo tanto tres (o más) Estados existirán alrededor de las tres principales ciudades: Basora, Bagdad y Mosul.»
Es el proyecto que es seguido por el gobierno de Obama. EE.UU. no gana nada con este plan. Todo es para Israel.
Mike Whitney vive en el Estado de Washington. Contribuyó a Hopeless: Barack Obama and the Politics of Illusion (AK Press). Hopeless también existe en una edición Kindle. Contacto: [email protected]
Fuente: http://www.counterpunch.org/2014/06/20/its-all-for-israel/