El aumento de acciones contra la comunidad musulmana motivó una reunión urgente en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), pocos días antes de la asunción del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cuyas declaraciones políticas propiciaron sentimientos antimusulmanes. Un ejemplo es la iniciativa #No2Hatred impulsada en las redes sociales, que fue malinterpretada, cooptada […]
El aumento de acciones contra la comunidad musulmana motivó una reunión urgente en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), pocos días antes de la asunción del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cuyas declaraciones políticas propiciaron sentimientos antimusulmanes.
Un ejemplo es la iniciativa #No2Hatred impulsada en las redes sociales, que fue malinterpretada, cooptada y desviada por personas nefastas y que luego derivó en encendidos discursos políticos.
«El odio contra los musulmanes no ocurre de la nada», precisó el embajador extraordinario de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional en el Foro de Alto Nivel para Combatir el Odio y la Discriminación contra los Musulmanes, realizado el martes 17 en la sede de la ONU de Nueva York.
«La creciente xenofobia que hay en el mundo presenta desafíos que llaman nuestra atención y los datos no dejan lugar a dudas de que es así», apuntó.
Saperstein mencionó estudios que muestran una enorme violencia y discursos antimusulmanes. Francia registró 223 por ciento más casos de ataques contra esa comunidad entre 2014 y 2015. La organización Tell MAMA, contó 326 casos de abuso y ataques públicos en Gran Bretaña en el mismo período.
Además, otra investigación encontró en 2016 que 72 por ciento de los húngaros encuestados para el estudio reconocieron tener opiniones negativas de los musulmanes.
«La falta de registros es un problema estructural muy grave que oscurece los datos. El efecto silenciador es enorme y debemos proponernos hacerle frente», subrayó Saperstein.
«Sinceramente lamento la necesidad de estas deliberaciones», confesó Richard Arbeiter, director general de la Oficina de Derechos Humanos, Libertades e Inclusión, de Asuntos Globales de Canadá.
«La mayoría de los delitos de odio contra los musulmanes va dirigido contra las mujeres; quisiera invitar a todos a pensar en la dimensión de género que tiene esta violencia», puntualizó.
El debate en el foro se concentró en la mejor forma de que los gobiernos combatan la discriminación contra los musulmanes y en cómo promover narrativas positivas para propiciar la inclusión.
Varios temas fueron recurrentes en el encuentro del martes, como cuál es la mejor forma de involucrar a actores políticos y a organizaciones de diferentes ámbitos, así como la mejor forma de combatir la información falsa que circula en Internet y en las redes sociales.
El director de relaciones musulmanas-judías del Comité Judío Estadounidense, Robert Silverman, subrayó la idea de mandar mensajes positivos mediante la creación de alianzas y compartiendo prioridades con organizaciones poco habituales.
«Es muy común que la gente termine hablando entre sí dentro de burbujas. En un país como Estados Unidos o en un lugar como Europa, necesitamos salir de la burbuja y acercarnos a socios poco probables y poco ortodoxos», propuso.
«Debes concentrarte en los puntos en común. No trates de plantear un tema como el cambio climático. Solo concéntrate en los puntos comunes», añadió Silverman.
Por su parte, el coordinador de la Comisión Europa para combatir el odio contra los musulmanes, David Friggieri, se refirió a la reunión que tuvo con los directivos de Facebook, Twitter, Microsoft y Google, como «conversaciones abiertas y francas», que llevaron a fortalecer la libertad de expresión en la Unión Europea (UE) en un esfuerzo por combatir la islamofobia.
La «línea roja» acordada entre las compañías y la legislación europea fue una incitación, apuntó.
«Tenemos una ley que prohíbe la incitación a la violencia y el odio por la condición de raza, religión, de origen étnico o de nacionalidad», puntualizó Friggieri. «Estamos monitoreando la situación con ellos cada pocos meses. Tuvimos nuestros primeros resultados y hubo mejoras, pero esperamos que hayan más», precisó.
«En términos de los discursos de odio realmente negativos como la incitación a la violencia, observamos: cómo los retiran, cuánto tiempo pasa antes de que lo logren, qué respuestas ofrecen las compañías a las personas que notifican y a los señalizadores confiables. En definitiva, el objetivo es eliminar el peor tipo de incitación a la violencia», subrayó.
Por su parte, el secretario general de la Organización para la Cooperación Islámica (OCI), Moiz Bokhari, se refirió al Centro para el Diálogo, la Paz y el Entendimiento, un nuevo sitio en Internet que ofrece argumentos para deconstruir narrativas peligrosas.
El sitio apunta contra los delitos y la radicalización, así como contra «todo tipo de discurso radical extremista a fin de deslegitimar actos violentos y manipuladores cometidos en nombre de la religión, la ideología o con argumentos de superioridad cultural», precisa.
El Foro de Alto Nivel para Combatir el Odio y la Discriminación contra los Musulmanes se concentró en cómo atender los sentimientos negativos y divulgar un mensaje de tolerancia y de inclusión.
La organización del encuentro estuvo en manos de la misión de OCI en la ONU y de la delegación de la UE, en conjunto con las misiones permanentes de Estados Unidos y Canadá.
El secretario general António Guterres reafirmó el valor de la iniciativa Juntos: Respeto, Seguridad y Dignidad para Todos, surgida de la Reunión de Alto Nivel sobre Refugiados y Migrantes, realizada el 19 de septiembre en Nueva York, la que está pensada para fortalecer los vínculos entre migrantes y comunidades y países anfitirones.
Los oradores relataron historias de logros interconfesionales como el pueblo canadiense que juntó dinero para reconstruir una mezquita, incendiada tras los atentados terroristas de París de noviembre de 2015, o una mezquita noruega protegida de ataques por la comunidad judía de Oslo.
También se mencionó el poder de historias positivas protagonizadas por musulmanes en las noticias y en la cultura popular, como el éxito de Sadiq Jan, quien superó una campaña de odio y se convirtió en el primer alcalde musulmán de Londres.
«La política está contra nosotros, pero no tanto la política local», observó Catherine Orsborn, directora de la campaña interconfesional contra la islamofobia de la organización Shoulder to Shoulder.
Muchos oradores también mencionaron la importancia de tener relaciones con las fuerzas de seguridad, así como con las autoridades políticas locales para poder atender de forma efectiva todo futuro acto de islamofobia.
«El ambiente político está muy viciado, pero le corresponde a los dirigentes vender y tener confianza de que venden una sólida narrativa sobre inclusión y diversidad», remarcó el director de Europa y geopolítica de Amigos de Europa, Alfiaz Vaiya.
«Creo que los jóvenes son la clave para seguir avanzando, vemos cómo votan, vemos cómo siguen tendencias progresistas y debemos alentar a más jóvenes a participar en este tipo de debates», añadió.
Traducido por Verónica Firme