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Tres mujeres, una causa: liberación animal

Fuentes: Rebelión [Fotos: cortesía de las entrevistadas]

Argentina

Graciela Regina Adre, abogada dedicada al derecho animal

¿Qué motiva su lucha en favor de los demás animales?

Si bien desde muy chica sentí la empatía hacia los otros animales, hace unos 13 años elegí la pastilla roja y “desperté” en la Matrix. En ese momento supe que había dejado de ser inocente y no podía ser indiferente a eso, ya no había vuelta atrás. Pude ver con claridad de qué forma las convenientes y redituables estructuras de dominación en que estamos inmersos, nos mantienen ignorantes y ciegos al hecho que tenemos un destino común con los demás vivientes con quienes compartimos el planeta, que están con nosotros y no para nosotros. Era mi deber hacer mi parte. Lucho porque su dolor no sea un ruido de fondo que podamos ignorar; porque su vida no nos pertenece, aunque el mundo insista en tratarlos como si así lo fuera. No quiero ser cómplice, quiero ser parte de la resistencia, con todo lo que ello implica.

¿Su postura es abolicionista o bienestarista y por qué?

Mi postura es abolicionista porque no creo que el problema radique en la manera, más o menos “humanitaria”, en que explotemos a los otros animales, sino el hecho mismo de que los utilicemos. Mejorar sus condiciones dentro de un sistema que los cosifica no es suficiente; la meta debe ser el fin de su uso como propiedad. No se trata de logar que “tratemos mejor” a quienes oprimimos, sino de dejar de oprimirlos. No busco jaulas más amplias ni cadenas más ligeras, sino el fin de todas las cadenas. La esclavitud con concesiones sigue siendo esclavitud. Hablar de bienestar en un sistema que convierte cuerpos en mercancía es conformarse con una ilusión de progreso, cuando lo que debemos exigir es un mundo donde ningún ser sea reducido a un medio para los fines de otro.

En mi opinión, el bienestarismo sólo plantea meras modificaciones nominales que no alteran en esencia el vínculo instrumental que el humano ha establecido con alia animalia y sólo son útiles para tranquilizar conciencias y acallar los verdaderos reclamos sociales.

Para mí, ese no es el camino, ni siquiera como paso intermedio a una posterior “liberación”. Considero que no debemos condescender y aceptar las máscaras embellecedoras de los vínculos de dominio existentes, sino demandar la trasmutación profunda y absoluta de los mismos. No pido que los traten “mejor” antes de matarlos; reclamo que dejen de matarlos. No busco paliativos al uso y abuso, sino su erradicación. Des-mercantilizar lo viviente es la meta.

¿Qué activismo desarrolla y en qué áreas del saber, de la sociedad, de edad cómo y desde cuándo?

Soy una “activista académica”. Mi activismo es un acto de esa resistencia de la que quiero ser parte, en un mundo que ha normalizado y legalizado, la dominación, tortura, explotación y muerte de los otros animales: ¡Resistiré!

En primer lugar, comencé siendo, y continúo en ese rol, la directora del IEDA, Instituto de Estudios de Derecho Animal del Colegio de Abogados de Bahía Blanca desde noviembre del 2013. Como su nombre lo indica, estudiamos, profundizamos, debatimos, el área que nos compete, pero también difundimos, enseñamos y propagamos una nueva mirada con respecto a la relación que el animal humano mantienen con los otros. Esto último lo hacemos a través de charlas, cursos, seminarios, jornadas, vivos de Instagram, etc., tanto dirigidas al público en general como así también para diferentes instituciones vinculadas a la temática. Asimismo, soy la coordinadora y profesora de la Cátedra Optativa de Derecho Animal (DA) del Departamento de Derecho de la Universidad Nacional del Sur. La Cátedra, está dirigida a estudiantes de derecho, y a alumnos de otras carreras. Ofrecemos los instrumentos necesarios (teóricos y prácticos) que faciliten su futuro desempeño profesional, conociendo los medios jurídicos que le permitan desarrollar una nueva incumbencia para su ejercicio y a la vez propender a la protección y defensa de los otros animales con esta peculiar herramienta del Derecho. Desde el 2020 se convirtió en una cátedra electiva. Desde el 2014 a la fecha he participado en carácter de organizadora, coordinadora, presentadora, disertante y asistente en diferentes congresos, encuentros, jornadas, charlas y cursos en mi país, Argentina, y en el exterior.

¿Qué frutos ha dado su activismo?

El impacto del activismo rara vez se mide en números, sino en despertares. Lo primero que les planteo a mis alumnos en la Cátedra es que deben: desaprender. Hacer un esfuerzo consciente para decodificar (deconstruir) y desconocer los patrones establecidos. Abandonar las zonas de confort intelectual. Hacer una nueva relectura que desmantele la lectura hegemónica. Informarse, reflexionar, cuestionar y desafiar las relaciones de poder que el humano ejerce sobre los otros.

He visto ojos abrirse a verdades que antes evitaban, corazones aprender a latir con más empatía y compasión. He sido testigo de transformaciones pequeñas y profundas: la duda sembrada en una mente, la primera renuncia a la violencia en un plato, el instante en que alguien deja de ver un algo y empieza a ver a un alguien. El mundo no cambia de la noche a la mañana, pero el sistema andro-antropoespecista ya muestra su zona de clivaje 5 y en ella asoma una promesa de luminosa transformación.

En mi ciudad, Bahía Blanca, ha habido pequeños cambios en lo judicial (se creó el Equipo de trabajo en Causas de Malos Tratos y Crueldad a los animales de la Fiscalía General – 2014), Legislativo (la referida Mesa de Abordaje de la Fauna Urbana en el HCD– 2018), Ejecutivo (funcionamiento y conducción de la Dirección de Veterinaria y Zoonosis), Educativo (La Cátedra mencionada en la UNS y participación del IEDA en las escuelas con el correspondiente Aval Distrital) son algunos, (sólo algunos) ejemplos de ¿Quién dijo que todo está perdido? Yo vengo a ofrecer mi corazón.

Ecuador

Verónica Aillón Alban, abogada

¿Qué motiva su lucha en favor de los demás animales?

La miopía de nuestra especie respecto a “quienes” son los animales. El dolor que me provoca la injusticia a que son sometidos. La comodidad humana resumida en la expresión “No hay más ciego que el que no quiere ver”. Diariamente exorcizo este dolor a través de prácticas espirituales referentes al no juicio, al perdón y a la aceptación de la realidad. No es tan fácil, sin aquella, me hubiera convertido en una isla de juicio, resentimiento y desesperanza.

La vanguardia avizora vientos de cambio que me llenan de ímpetu. Quiero pensar que pronto los negocios que lucran con vidas de animales serán reemplazados, que las ideas bárbaras de darles un tratamiento cruel y despiadado sea un recuerdo, un mal sueño del pasado.

Por eso esta lucha es una revolución, hacia un despertar de la conciencia humana, hacia un redescubrir de nuestra naturaleza, seres inclinados a la empatía y la gentileza hacia los diferentes (hacia esos “otros”), seres que requerimos una nueva mirada, una más simple y orgánica, que nos conecta con nuestro ser real, tan lejano al “consumidor feliz” que la industria se esfuerza en vendernos. Sueño con un mundo en que todos podamos ser parte de una comunidad sana, armónica y respetuosa, en que todas las vidas cuenten.

¿Su postura es abolicionista o bienestarista y por qué?

¡Quisiera que sea abolicionista!! Quisiera despertar mañana y saber que se acabaron todos y cada uno de los infiernos creados por el hombre para los animales. Ayer trabajé un documento relativo a animales “de consumo”, descubrí la existencia de variadas máquinas creadas para matar. De protocolos relativos a la mejor manera de trasladarlos hacia el matadero, de los manuales “de uso voluntario”, que aconsejan no utilizar electricidad en sus zonas sensibles, pero la usan, de cómo encontrar el centro del cerebro para que mueran más rápido, de cómo hacer que los túneles que los conducen a la muerte sean tan estrechos que no logren retroceder. Todo en nombre de la industria. De la ganancia. Y claro, los estudios de salud apoyan indicando que si no consumes esos productos tu salud se acaba, que, si no bebes la leche de la vaca, que existe para que su ternero crezca sano y saludable, no tendrás la cantidad necesaria de calcio para subsistir.

¡La “cultura” humana lo ha encubierto tanto que a los niños humanos aún se les enseña que existe la vaca lechera! es una de las formas de violencia más extendida y reprochable, así como perfectamente legítima a lo largo del mundo! El resultado de esta forzada vinculación entre consumir fluidos del cuerpo de otro animal, creado naturalmente para su bebé, igual que la leche humana, que existe solamente para el bebé de esa mujer ¿cómo puede no ser tóxica para otro organismo, de otra especie?

¿Qué activismo desarrolla en favor de los demás animales y en qué áreas del saber, de la de la sociedad, de edad cómo y desde cuándo?

Soy abogada y dedico gran parte de mi trabajo a defender casos relativos a derechos de los animales. Luego de hallar miles de temas que me preocupaban, encontré que, en ese momento, en Ecuador, el único que contaba con legislación era el tráfico ilícito de fauna silvestre. En esa época mencionar siquiera que los animales sienten era una especie de atentado a la buena razón.

Cuando apareció internet, muchos años más tarde, en los que había defendido muchos casos relativos a derechos de animales, casi todos de perros y gatos, con frecuencia causados por rencillas entre vecinos, encontré que en Quito existía una fundación dedicada a proteger a los animales, se llamaba Asociación Ecuatoriana de Defensa Animal (Aeda) y trabajé con las pocas personas que lo conformábamos, era evidente que la normativa era casi inexistente, si bien en el entonces Código Penal se sancionaba como contravención matar a un perro frente a una persona, por el daño o trauma que podría el evento causar en aquella (en la persona).

Una vez graduada, junto a una amiga, fundamos la Sociedad Ecuatoriana Protectora de Animales (Sepa), en esa época la sanidad recorría las calles “descanizando” es decir, atrapaban a todos los perritos de la calle y les administraban estricnina, una sustancia que los mataba de una manera lenta y cruel. Convencida con las socias de que hacía falta una ley que los visibilice, creamos unos 10 proyectos que presentamos en el entonces Congreso Nacional, los diputados nos ofrecieron leer y observar los proyectos, nos convocaron miles de veces, nos dijeron que lo pondrían en el orden del día al día siguiente, y al siguiente, y así transcurrieron muchos años.

Actualmente me dedico al litigio estratégico de causas relativas a derechos de los animales en concordancia con la defensa de la tierra y sus ecosistemas.

¿Qué frutos ha dado su activismo?

El caso más relevante de mi carrera ha sido el habeas corpus de la mona Estrellita, en que, junto al equipo jurídico de la fundación Victoria Animal logramos que la Corte Constitucional desarrolle jurisprudencia respecto a si los animales, al ser parte de la naturaleza, son sujetos de derechos. Es una sentencia que menciona la transición del ser humano del antropocentrismo al -socio biocentrismo- que percibe al ser humano como una parte del ecosistema y propende a una relación de respeto a cada especie según sus necesidades. Dicha sentencia ordenó que el Ministerio del Ambiente cree un Protocolo para retener animales silvestres en tenencia de privados, previa su reinserción o traslado a un refugio, y también ordenó que la Defensoría del Pueblo construya un proyecto de ley que materialice todos los puntos de la sentencia. El proyecto de ley fue entregado a la Asamblea Nacional en agosto de 2022, lo conoció la Comisión de Biodiversidad y emitió informes de primer y segundo debate desnaturalizando la sentencia, y convirtiéndose en una peligrosa regresión de derechos para los animales.

Cuando la Asamblea estaba a punto de debatir por segunda y, última vez, el proyecto de ley, ocurrió algo inesperado, la juventud ecuatoriana, convocada por la paradoja de una ley llamada de Defensa de derechos, convertida en una que los conculca y apoya (el Art. 20 del segundo informe permite la diversión con animales en nombre de la tradición) su maltrato, salió indignada a la Asamblea Nacional y en manifestación pacífica en sendas marchas hacia la asamblea se ha mostrado contraria a tal pretensión que obedece a los intereses económicos de poderosos grupos de la industria, cercanos a los miembros de la Comisión de Biodiversidad. En pocos días se debatirá la ley, el colectivo LOA creado para mantener el espíritu de la sentencia mantiene activos a miles de jóvenes ardientes que con su presencia en las marchas y en las redes, esperan conmover a los asambleístas, habidos como siempre de votos. En Suramérica, cada día se consiguen pequeñas victorias a favor de los animales. Mientras existan voces que se alzan a su favor, más pronto que tarde, ¡los animales serán libres!

Uruguay

Rita Rodríguez González, profesora de filosofía egresada del Instituto de Profesores Artigas 

¿Qué motiva su lucha en favor de los demás animales?

Tenemos un grave problema social, nuestra especie elige ignorar que somos animales y que los demás animales son individuos sintientes a pesar de que la ciencia no da lugar a dudas. Intentar salir de la rueda de explotación animal no es suficiente. Por eso, es tan importante el activismo antiespecista y luchar por una sociedad más justa que reconozca todos los animales sin distinción de especies. 

¿Su postura es abolicionista o bienestarista y por qué?

Soy abolicionista pragmática porque no creo justo seguir sosteniendo a alguien en un estatus de propiedad por las que le mejore sus condiciones de esclavitud, ese es el techo que se auto impone el bienestarismo. Por otro lado, por más que la sociedad ideal es no especista, es necesario orientarla hacia allí y partimos de una base muy compleja de especismo radical. Por ello es necesario ser pragmáticos e ir ganando espacio para los demás animales con campañas focalizadas que tengan como fin a corto y mediano plazo, la abolición de ciertas prácticas de explotación mientras se sigue avanzando a largo plazo hacia la erradicación del especismo y la construcción de una sociedad más justa. 

¿Qué activismo desarrolla en favor de los demás animales y en qué áreas del saber, de la de la sociedad, de edad cómo y desde cuándo?

Actualmente, ocupo un rol desde la sociedad civil y también en la política partidaria. La ONG Trato Ético Animal, de la cual soy fundadora desde 2014, trabaja en educación con centros educativos formales, y no formales, desde el concepto de convivencia responsable y respetuosa en un marco antiespecista y tiene una segunda línea de activismo en el fomento de políticas públicas de protección animal. Soy representante de las ONG de protección animal a nivel nacional en el Directorio del INBA. En 2024 me incorporé al Partido Verde Animalista, por el cuál fue candidata a la presidencia en las recientes elecciones logrando darle al partido un marco antiespecista en sus propuestas que anteriormente no tenía.

¿Qué frutos ha dado su activismo?

El activismo educativo tiene efectos a largo plazo. Sin embargo, la apertura de centros educativos a nuestra propuesta es un indicador de un cambio en el interés y sensibilidad social a la cuestión animal. En el marco de las políticas públicas, la campaña más exitosa ha sido Galgo Libre Internacional, que ha logrado la prohibición de carreras de galgos en Uruguay en un año (2018) y ha avanzado en la prohibición en varios Estados de Brasil. Se trata de una campaña conjunta realizada entre Trato Ético Animal y Proyecto Galgo Argentina, impulsores de la Ley Penal 27330 de prohibición de carreras de galgos en Argentina en 2016. La cuestión animal ha tomado una dimensión política desde hace unos años y hemos logrado incluir el tema en la discusión electoral recientemente. Campañas como la prohibición de granjas de sangre en el Río de la Plata, la confirmación de un Instituto de Bienestar Animal y la castración obligatoria como parte de una política pública han registrado avances significativos, aunque aún no están cerca de su objetivo final. En perspectiva, uno de los mayores avances en los últimos 10 años ha sido el nivel de organización de las protectoras de animales en el país, a través de la Coordinadora Nacional de Protección Animal, que se ha trasformado en un espacio de intercambio y acuerdos que nos permite poner freno a propuestas contrarias a los intereses de los animales e impulsar políticas públicas nacionales en conjunto y de forma coordinada. 

Johana Fernanda Sánchez Jaramillo. Animal-humano, hembra senti-pensante. Doctora en derecho, abogada, comunicadora social y periodista. Activista académica por los derechos del animal humano, de los demás animales, de la Madre Tierra y de los pueblos indígenas. Autora de Los animales como sujetos de derechos, una categoría jurídica en disputa (2023), y Los derechos de la naturaleza y su repercusión en la defensa de katsa su del pueblo awá en Nariño (Colombia) (2024) ambos de la Editorial El Rosario.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.