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Triple amenaza pone en riesgo la lucha contra el VIH/sida

Fuentes: IPS

En la lucha contra el VIH/sida es necesario atender la exclusión de actores, contextos y regiones claves para reducir de forma significativa la enfermedad para 2020, coincidieron numerosos participantes en la reunión de alto nivel para poner fin al sida, que concluyó este viernes en Nueva York. El encuentro de tres días, que comenzó el […]

En la lucha contra el VIH/sida es necesario atender la exclusión de actores, contextos y regiones claves para reducir de forma significativa la enfermedad para 2020, coincidieron numerosos participantes en la reunión de alto nivel para poner fin al sida, que concluyó este viernes en Nueva York.

El encuentro de tres días, que comenzó el día 8, reunió a representantes de estados miembro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de la sociedad civil para discutir desafíos y soluciones a fin de reducir y prevenir de forma efectiva el VIH (virus de inmunodeficiencia humana), causante del sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida).

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (Onusida), organizador de la reunión, destacó los grandes logros alcanzados.

Las personas con VIH y en tratamiento con antirretrovirales aumentaron a 17 millones, dos millones más que el objetivo fijado por la Declaración Política sobre VIH y sida para 2015. Desde 2000, este incremento permitió reducir en 43 por ciento las muertes causadas por la enfermedad en todo el mundo.

Para aprovechar el impulso, Onusida adoptó una nueva Declaración Política con un enfoque ambicioso, que apunta a reducir el VIH/sida para 2020 mediante una estrategia conocida como 90-90-90.

La iniciativa procura lograr que 90 por ciento de las personas portadoras del virus conozcan su situación, que 90 por ciento de las que la conocen reciban tratamiento y que 90 por ciento de las que reciben antirretrovirales reduzcan la carga vírica.

Si se logra el objetivo del tratamiento, entonces las nuevas infecciones se reducirán 75 por ciento para 2020 y se estará más cerca de poner fin a la epidemia del sida para 2030.

Países rezagados

Las políticas y los recursos contra el VIH/sida se volcaron a aliviar la gran carga que soportaban algunos países, como los de África subsahariana, lo que permitió conseguir logros en términos de cobertura, pero también llevó a que se desatendieran otras regiones clave, como África occidental y central.

«El número de personas que reciben el tratamiento vital se duplicó en los últimos cinco años, pero en África occidental y central no lo aprovechan y están urgidos», indicó la consultora Cecilia Ferreyra, de Médicos Sin Fronteras (MSF), en el lanzamiento del informe.

Esas dos regiones concentran 21 por ciento de las nuevas infecciones de VIH, 27 por ciento de las muertes derivadas del sida y casi la mitad de niñas y niños infectados por el virus que hay en el mundo, según MSF.

La organización también reveló que 76 por ciento de las personas que necesitan tratamiento en África occidental y central no acceden a él. Eso representa casi cinco millones de las 15 millones que se propone atender Onusida con la iniciativa 90-90-90 para 2020.

Tita Gwenjeng, de la Red Personas Africanas con VIH/sida (NAP+, en inglés) coincidió en que es una región desatendida. «Se dice que el epicentro de toda epidemia es África austral, y allí se concentra atención en detrimento de otras partes» del continente, explicó

De hecho, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) describe a África austral en su sitio de Internet exactamente como dijo Gwenjeng: la región «sigue siendo el epicentro de la epidemia global de VIH/sida».

En 2009, el Plan de Emergencia del presidente de Estados Unidos para el alivio del sida (Pepfar), que Usaid ayuda a implementar, otorgó 90 por ciento de los fondos bilaterales a 15 países, la mayoría de los cuales se encuentran en África subsahariana.

Esa visión reducida derivó en una baja cobertura del tratamiento en África occidental y central, lo que puede contribuir a que se mantengan los casos de VIH/sida, si no aumentan, en la región y en sectores clave.

Crisis humanitarias complican atención del VIH/sida

En 2013, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) concluyó que una de cada 22 personas con VIH atravesaba una situación de emergencia humanitaria y que un millón de personas portadoras del virus no recibían tratamiento en esos contextos.

En África occidental y central, las emergencias humanitarias aumentan debido a los conflictos.

El actual enfrentamiento entre Boko Haram y el gobierno de Nigeria dejó a millones de personas sin alimentos ni servicios de salud. Alrededor de 75 por ciento de las personas damnificadas no tienen acceso a atención médica en el país. La violencia generalizada aumenta y afecta a las poblaciones civiles en toda la región.

Según el Centro de Monitoreo de Desplazamientos Internos, el conflicto ya expulsó de sus hogares a unas dos millones de personas y casi 200.000 se refugiaron en países vecinos como Níger, Camerún y Chad.

Las personas desplazadas suelen tener un riesgo mayor de contraer el VIH/sida. Las mujeres y las niñas soportan la peor carga en esos contextos debido a la violencia sexual.

Un estudio revela que por lo menos una de cada cinco mujeres refugiadas o desplazadas en situaciones humanitarias complejas sufre violencia sexual; una proporción que pueda estar subestimada, aclara.

La inseguridad impide la atención contra el VIH/sida, pero MSF señaló que las agencias humanitarias suelen «considerarla de forma errónea» compleja y no la priorizan en los primeros servicios que prestan.

Proveedores de asistencia contra el VIH/sida quedan rezagados

La sociedad civil suele estar en el frente de la respuesta contra la enfermedad y no solo en situaciones de emergencia, sino también en iniciativas a largo plazo, por su capacidad de llegar a poblaciones de difícil acceso y su profundo conocimiento de las culturas y las poblaciones con las que trabajan.

En un encuentro previo a la reunión de alto nivel, Gwenjeng destacó que gran parte del éxito de la prevención y el tratamiento del VIH/sida era «gracias a las organizaciones de la sociedad civil», pero ahora quedaron relegadas a «una posición secundaria».

El 22 de mayo, organizaciones de la sociedad civil quedaron fuera de la reunión de alto nivel de Nueva York, 11 de las cuales eran instituciones de lesbianas, gays, bisexuales y transgénero, a pedido de la Organización para la Cooperación Islámica.

Entre ellas estaba NAP+ y Acción Afirmativa, una organización camerunesa encabezada por jóvenes.

Gwenjeng no se explica qué pasó y, Elvis Achiri Ndikum, fundador y presidente de la camerunesa Asociación para la Promoción del Liderazgo de Jóvenes y Voluntariado, comentó que la exclusión promueve la discriminación y el estigma.

«Luchar contra el VIH/sida no es una cuestión de declaración política, sino de cómo vamos a vivir en nuestras comunidades. Si nos excluyen, quiere decir que nos van a excluir allí» también, subrayó, y agregó que es importante que participen en los procesos de decisión para erradicar la discriminación y contribuir a luchar contra la enfermedad.

«La ONU es el ámbito de los derechos y la igualdad para todos, y todo el mundo tiene derecho a vivir y a gozar de buena salud», observó.

La recién adoptada Declaración Política ya generó comentarios encontrados en relación a si dará resultado y podrá lograr su objetivo.

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2016/06/triple-amenaza-pone-en-riesgo-la-lucha-contra-el-vihsida/

Traducido por Verónica Firme