En estas fechas que los días se alargan y alargan, en los que la luz no parece tener fin, muchos trabajadores empiezan a pensar en sus merecidas vacaciones. ¿Y qué se suele buscar para esos días tan deseados? Puede ser desconectar de las preocupaciones diarias, o ver otras caras, calles o paisajes que no sean […]
En estas fechas que los días se alargan y alargan, en los que la luz no parece tener fin, muchos trabajadores empiezan a pensar en sus merecidas vacaciones. ¿Y qué se suele buscar para esos días tan deseados? Puede ser desconectar de las preocupaciones diarias, o ver otras caras, calles o paisajes que no sean los habituales, reír a mandíbula batiente o comer sin mesura, en definitiva, disfrutar sin límites y cargar el ánimo y el espíritu para afrontar otro año de duro trabajo.
Cada día más, muchas personas buscan vivir todas estas experiencias mientras practican el denominado turismo responsable. En destinos como Argelia, Marruecos o Cuba muchas ONGs de Desarrollo como CERAI (Centro de Estudios Rurales y de Agricultura Internacional), organizan viajes que tienen como característica principal la convivencia y el respeto a las comunidades de origen y a su medio ambiente. Así, el viajero adquiere una noción más auténtica de la realidad de estos países.
Hace tiempo que los turistas demandan cuando viajan vivir experiencias y momentos verdaderos. El director del área de sensibilización de esta ONGD, Juan Clemente, explica en qué se fundamenta este turismo: «lo más importante de estos viajes, y de todas las actividades que realizamos en nuestra organización, es que aplicamos el respeto y el reconocimiento de todas las culturas, y de esta manera, conseguimos disfrutar y aprender de la sabiduría que cada pueblo puede ofrecer para mejorar el mundo».
Y añade: «En los países más desarrollados el sector turístico se ha convertido en un negocio tan lucrativo que en muchas ocasiones se ha perdido la perspectiva de lo que deben ser las vacaciones» .
Cabría preguntarse si para descansar y ser feliz hacen falta hoteles lujosos o destinos en la otra parte del mundo. Desde CERAI se defiende que en realidad, para sacar el máximo partido a las vacaciones, lo que hace falta es la voluntad de descubrir en cada lugar y en cada persona todo un universo de experiencias y sentimientos para disfrutar y compartir.
Por ello, como manifiesta Juan Clemente, «son cada vez más las personas que están encontrando en el Turismo Responsable una manera diferente de viajar, que les aporta y les llena el alma de una manera no comparable con otro tipo de viajes».
Este es uno de los motivos por los que CERAI también organiza todos los veranos Cursos Internacionales en Cuba. Como comenta Luis Romero, director del área de formación, «realizar un curso de Agroecología o de Cooperación Internacional en un lugar como Cuba, con profesores de allí y de otros países, aporta a los alumnos una dimensión humana y de conocimiento imposibles de adquirir desde la distancia y la teoría».
De hecho, cuando se habla con cualquier participante de un campo de trabajo, estancia solidaria o curso internacional, se comprende que lo que aportan estos viajes es un ambiente propicio para saborear cosas tan básicas y estimulantes como; un té delicioso en Chaouen (Marruecos), un atardecer en la playa de Orán (Argelia), una conversación inteligente y apasionada en La Habana (Cuba) y tantos y tantos momentos irrepetibles…
Como comenta Neus, estudiante de Bellas Artes que viajó el verano pasado con CERAI a Marruecos, «fue una de las mejores experiencias de mi vida y nada más tenga ocasión volveré a viajar de esta manera. Viví momentos y sensaciones maravillosas con la gente de allí y con el grupo de personas que viajamos desde aquí».
Así que, para el que quiera acercarse por primera vez o tal vez repetir viajando de una manera responsable y sostenible tiene una amplia variedad de viajes de todo tipo de destinos en esta ONGD www.cerai.es y en muchas otras.