Un tribunal turco ordenó la liberación de la ex diputada Leyla Zana y tres de sus antiguos colegas parlamentarios, todos ellos kurdos, tras 10 años en prisión. Ahora permanecen a la espera de que se revise su juicio en el que fueron condenados por colaboración con el clandestino Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). […]
Un tribunal turco ordenó la liberación de la ex diputada Leyla Zana y tres de sus antiguos colegas parlamentarios, todos ellos kurdos, tras 10 años en prisión. Ahora permanecen a la espera de que se revise su juicio en el que fueron condenados por colaboración con el clandestino Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Leyla Zana, Hatip Dicle, Orhan Dogan y Selim Sadak, del Partido pro-kurdo de la Democracia, fueron condenados en 1994 a 15 años de prisión por pertenencia al PKK. A su salida de la cárcel, Leyla Zana llamó a la reconciliación entre Turquía y la comunidad kurda. «Pienso que se ha abierto una página nueva en la que kurdos y turcos van a poder darse la mano».
El mismo día de la liberación, pero en Estrasburgo, se manifestaron miles de personas, mientras se celebraba en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos una audiencia sobre los recursos contra un dictamen que condenaba a Turquía y daba razón al líder kurdo Abdalá Ocalan, que se encuentra encarcelado en ese país desde febrero de 1999.
Los manifestantes unos 10.000 según los organizadores eran en su mayoría kurdos llegados de distintos puntos de Europa que habían sido convocados bajo el lema «Libertad para Abdalá Ocalan». La audiencia de ayer se celebró tras la sentencia del Tribunal de Estrasburgo de marzo de 2003, que condenaba a Turquía por la violación de los derechos de Ocalan al condenarlo a muerte al término de un proceso considerado injusto.
Leyla Zana
La escritora kurda Leyla Zana que estuvo encarcelada en Turquía desde 1994, nació en 1961 en la región kurda en el sureste de Turquía. En 1977 su esposo Mehdi Zana fue elegido alcalde de Diyarbakir, la ciudad más grande de la región kurda en Turquía. Después del golpe de estado militar en 1980, fue encarcelado. Durante los años 80 mientras Leyla iba de cárcel en cárcel para verlo, se convirtió en la voz de las mujeres cuyos esposos habían sido secuestrados por el régimen militar turco.
Durante los 90, llevó su perspectiva femenista a la creación del periódico Yeni Ülke, uno de los primeros periódicos kurdos en Turquía.
Aunque el gobierno turco dijo que permitiría una publicación en kurdo, constantemente acosó el Yeni Ülke, finalmente obligando su cierre. Por su trabajo en el periódico, Leyla se volvió un personaje popular.
Durante un breve periodo de tolerancia gubernamental empezando en 1991, fue posible que un parlamentario kurdo fuera elegido a la legislatura turca. Leyla Zana fue la candidata obvia, y recibió el 84% de los votos de su distrito.
Desde el principio fue una representante real para los kurdos, a veces aun hablaba una frase o dos en kurdo en la legislatura (en ese tiempo no se permitía hablar kurdo en público).
Por un rato su inmunidad parlamentaria la protegió a ella y a sus colegas, pero en 1994 la inmunidad fue cancelada y ella y tres parlamentarios kurdos, hombres, fueron arrestados y encarcelados.
Leyla fue acusada de «traición», aunque este cargo por fin fue reducido a uno menos grave. Durante su proceso judicial, como parte de la evidencia en su contra usaron tales expresiones de identidad kurda como el color de su ropa. La declaración del fiscal dice: «La acusada en el día 18 de octubre de 1991, llevó ropa y accesorios de amarillo, verde y rojo [los colores de la bandera kurda] mientras tomaba la palabra ante el público del pueblo de Cizre.» Leyla fue sentenciada a 15 años de prisión.
Escritos desde la prisión
Desde su encarcelamiento, ha escrito un libro, Writings from Prison [Escritos desde la cárcel], publicado en inglés por Blue Crane Books, Massachusets USA, y muchos artículos. En 1998 un artículo que escribió desde la prisión sobre Newroz, la fiesta kurda, provocó la extensión de su sentencia otros dos años más.
Leyla Zana ganó el premio Sakharov para Libertad de Pensamiento, otorgado por el Parlamento Europeo, en 1995, y fue candidata para el premio Nobel de la Paz en 1995 y otra vez en 1998. Su proceso judicial fue injusto, según la Corte Europea de Derechos Humanos decidió en julio de 2001.