Traducido del ruso para Rebelión por Josafat S. Comín
En el vigésimo aniversario del accidente en la Central Nuclear de Chernobil, los Servicios de seguridad de Ucrania (SBU) han desclasificado una serie de documentos confidenciales del KGB soviético. Así por ejemplo, según datos del documento «Conclusiones del especialista» fechado el 16 de mayo de 1986, la potencia de la explosión que se produjo en la Central de Chernobil en 1986 equivalía a una deflagración de 30 toneladas de trilita. El carácter «secreto» ha sido también levantado de una serie de documentos pertenecientes al archivo departamental del SBU. Según informa la agencia de noticias ucraniana UNIAN, estos documentos fueron dados a conocer a la prensa en el Museo del SBU en Kiev, en un encuentro de la dirección de los servicios secretos, con los agentes que desde el primer momento tomaron parte en la investigación del accidente y en la lucha por paliar sus consecuencias. Anatoli Gulievich, quien en aquel momento era miembro de la división de contraespionaje, asegura que el entonces director de la sección ucraniana del KGB, Stepan Muja, no se atrevió a suministrar a la dirigencia de Ucrania, los informes previos al accidente, que habían preparado los agentes de los servicios secretos sobre las posibles amenazas para la central de Chernobil. Esos informes estuvieron 5 meses en una caja fuerte.
A su vez, Víctor Klochko, que por aquel entonces era responsable del KGB ucraniano en Pripiati (la ciudad más cercana a la Central. N de la T) relató entre otras cosas, como en febrero de 1986 informó a sus superiores de los riesgos que conllevaba la explotación del cuarto bloque de la Central de Chernobil. A la pregunta de si realmente habría sido posible evitar el accidente, Klochko responde afirmativamente. En lo que hace referencia al accidente, Klochko señala que el alcance real de la catástrofe quedó claro ya en la mañana del día 27 de abril, y que los documentos recibieron el tratamiento de secretos, para «impedir el pánico». Según él, una de las líneas de investigación con la que trabajaron los servicios secretos, fue la de intrusión con fines de sabotaje, aunque la idea fue desechada»al día siguiente». «No hubo ninguna intrusión y por lo tanto no se detectó ninguna sustancia explosiva»- señaló Klochko.
En los materiales distribuidos por la oficina de prensa del SBU, se señala que en total, en las operaciones de investigación de las causas del accidente y en el operativo de contrainteligencia para hacerle frente, tomaron parte más de 1500 agentes de los órganos de seguridad del estado de Ucrania. Muchos de ellos ya no están entre nosotros como consecuencia de las graves enfermedades asociadas a su participación en dichas labores.