Recomiendo:
0

Una adicta a las compras muere al quedar atrapada en una montaña de objetos

Fuentes: Yvke/Agencias

Joan Cunnane, que pasaba varias horas diarias en las tiendas, víctima del consumismo generado por el capitalismo, tenía la casa tan repleta de objetos que apenas contaba con espacio suficiente para moverse.

Una mujer de 77 años adicta a las compras, que llegó a acumular trescientas bufandas, además de numerosas baratijas, murió en su casa del norte de Inglaterra tras quedar atrapada en una montaña de maletas que contenían miles de objetos.

Joan Cunnane, que pasaba varias horas diarias en las tiendas, tenía la casa tan repleta de objetos que apenas contaba con espacio suficiente para moverse, informó este viernes el diario Daily Mail.

La mujer falleció el pasado 26 de diciembre de deshidratación tras ser hallada por la Policía, que acudió a su vivienda de Heaton Mersey, al norte de Inglaterra, alertada por vecinos preocupados ya que hacía días que no la veían.

Era soltera y vivía sola, pero había pasado la Navidad con un amigo, Roy Moran, también de 77 años, agrega el citado periódico. «Creo que le producía placer comprar cosas, ninguna era esencial. Una vez le pregunté cuántas bufandas tenía. Ella dijo que creía que tenía unas trescientas». Le pregunté por qué necesitaba tantas y contestó que todas tenían distintos colores», refirió Moran.

Estudio sobre adicción a las compras

Un grupo de psicólogos de la Universidad de Santiago de Compostela, que trabajaron en un estudio sobre esta temática, definen al adicto a las compras, quien presenta un síndrome llamado oniomanía o en inglés, «shopaholics», como aquella persona que «tiene la necesidad de ir de compras para sentirse bien, adquiere muchos productos que no necesita, a veces incluso varios artículos del mismo tipo, raramente le da uso a lo adquirido y, mientras algunos los devuelve, otros los acumula y otros ni siquiera los desembala o los oculta para que no lo vean los familiares».

La finalidad última que persigue el comprador, según se desprende del estudio de la Universidad de Santiago, es que ésta restaure su equilibrio personal, «experimenta una sensación de plenitud y de satisfacción durante el acto. Pero es algo momentáneo, puesto que al poco tiempo vuelven a aparecer las emociones negativas que le llevaron a esa conducta». Además, esta situación se acentúa con los «sentimientos de culpa por lo gastado y porque se dan cuenta de que muchas veces, lo que han adquirido, no les sirve para nada».

Todo esto, concluye José Manuel Otero López, profesor titular del Departamento de Psicología Clínica de la Universidad de Santiago de Compostela y autor del primer estudio nacional sobre la adicción a la compra, desencadena una situación de endeudamiento y de engaños en su entorno, lo que puede derivar en problemas económicos y de relaciones sociales y familiares.

Adicción e impulsividad femenina

La adicción a las compras «es más frecuente de lo que se tiende a creer, y además, con predominio del sexo femenino», sostuvo el psiquiatra de la Unidad de Adicciones del Hospital Casa de Salud de Valencia, España, José Olcina, a través de un artículo divulgado recientemente por la publicación digital El Confidencial.

Actualmente se percibe un importante incremento mundial en la frecuencia de las compras. Este incremento, que puede desembocar en una conducta adictiva, a jucio de Olcina, va desde «la soledad y el vacío existencial, hasta tener una personalidad impulsiva e insegura».

Con información de www.20minutos.es, El Confidencial, www.Consumer.es