Por lo menos 12,3 millones de personas en el mundo -sobre todo mujeres y niños- son sometidas a trabajos forzados y servidumbre sexual, reportó el miércoles la Organización Internacional del Trabajo. El grupo con sede en Ginebra dijo que mujeres y niños «tienen mayor probabilidad de caer víctimas de los traficantes de personas que tienden […]
Por lo menos 12,3 millones de personas en el mundo -sobre todo mujeres y niños- son sometidas a trabajos forzados y servidumbre sexual, reportó el miércoles la Organización Internacional del Trabajo.
El grupo con sede en Ginebra dijo que mujeres y niños «tienen mayor probabilidad de caer víctimas de los traficantes de personas que tienden a atacar a los débiles y vulnerables». Por lo menos el 66% son mujeres y 27% niños.
Las mujeres son particularmente «susceptibles de caer víctimas de la prostitución y la explotación sexual», dijo la OIT en una reunión en la capital jordana centrada en combatir el tráfico humano y trata de blancas en el Oriente Medio y el norte del Africa.
La reunión precede a otra mayor organizada por la primera dama egipcia Suzanne Mubarak para más adelante en el año. Se anticipa que la secretaria de estado norteamericana Hillary Rodham Clinton, el secretario general de las Naciones Unidas Ban Ki-moon y otros líderes mundiales asistirán a esa reunión en la ciudad egipcia de Luxor.
Los participantes en Amán dijeron que es difícil hacer un cálculo sobre el tráfico humano en el Oriente Medio. Andreas Halbach, un vocero de la Organización Internacional de Migración, advirtió que los traficantes están sacando ventaja. Agregó que el número creciente de migrantes en el mundo los convierte en presa fácil de los traficantes pese a las leyes y regulaciones.
Otros participantes en Amán advirtieron que todavía hay fallas en la aplicación de la ley, aunque muchos países de la región están extremando esfuerzos para combatir a quienes se aprovechan de otros para explotación sexual, esclavitud, remoción de órganos y otros delitos.
Los países árabes tienen números considerables de trabajadores de la construcción y mucamas provenientes de países asiáticos.