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1J: Pueblos Unidos contra la Troika

Fuentes: Cuarto Poder

El 26 de abril se reunieron en Lisboa representantes de colectivos populares de una serie de países de la Unión Europea: Portugal, Grecia Chipre, Irlanda, Italia, Francia, Reino Unido, Alemania, Eslovenia y España. Estaban invitados por el movimiento portugués «Que se Lixe a Troika». Acordaron convocar una jornada de movilizaciones a nivel internacional el 1 […]

El 26 de abril se reunieron en Lisboa representantes de colectivos populares de una serie de países de la Unión Europea: Portugal, Grecia Chipre, Irlanda, Italia, Francia, Reino Unido, Alemania, Eslovenia y España. Estaban invitados por el movimiento portugués «Que se Lixe a Troika». Acordaron convocar una jornada de movilizaciones a nivel internacional el 1 de Junio de 2013 contra las políticas de austeridad bajo el lema Pueblos Unidos contra la Troika.

El análisis de la situación era coincidente. Las políticas de ajuste que está imponiendo el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Europea, con la complicidad de los gobiernos a los pueblos de Europa, especialmente del Sur, está generando un enorme sufrimiento social. Empobrece y depaupera las economías, acaba con los derechos sociales y niega toda esperanza a una generación de europeos. Es un desastre económico y un inmenso drama humano: paro pobreza, desahucios y aumento de la mortalidad. Todo ello con la excusa de ajustar el déficit público y pagar una deuda que la ciudadanía no ha generado, sino el rescate de las entidades de crédito y que, por ello, es ilegítima.

En todos los países intervenidos con memorandos de rescate impuestos (Grecia, Irlanda, Portugal y Chipre) o con un rescate bancario como es el caso de España, las líneas de agresión social son las mismas: desmantelamiento de los servicios públicos (sanidad, educación…), rebaja salvaje de salarios, despido libre, recortes de pensiones. Y las privatizaciones de lo público, lo que David Harvey llama la acumulación por desposesión o despojo de un patrimonio social creado durante generaciones para entregárselo al capital como un nuevo nicho de negocio.

Entre las múltiples causas de esta situación está la crisis económica internacional del capitalismo, el despilfarro y la desastrosa gestión realizada, y la incorporación al euro de países con una economía débil. El caso de España es especialmente sangrante. Tenemos 2,3 billones de euros de pasivo frente al exterior y aunque la deuda pública es de casi un billón de euros, la mayoría de la deuda es privada. La pertenencia de España al euro acumuló un déficit exterior de 700.000 millones, más otro billón de euros para los planes de inversión de las empresas españolas, especialmente en Latinoamérica, que hubo que financiar con endeudamiento con el exterior. Y para atarnos totalmente las manos, el PSOE y el PP, de común acuerdo, acordaron modificar la Constitución Española (artículo 135.3) para priorizar el pago de dicha deuda en cualquier circunstancia. Hurtaron el debate social y no se atrevieron a realizar una consulta o referéndum entre la ciudadanía. Además de ilegítima, la deuda es impagable (e incobrable): si no se realiza una profunda reestructuración de la deuda pública, a través de una quita o moratoria, podría producirse la quiebra del sector público.

Esta política irresponsable de la Troika y de sus gobiernos títeres está produciendo una grave crisis de la democracia que se caracteriza por crear una catastrófica situación económica al aplicar las políticas de austeridad. Desprecio a la voluntad popular, corrupción y represión. El incumplimiento de los programas electorales, el abandono de los ciudadanos a su suerte debilitando los mecanismos de protección social, el no atender las demandas sociales y laborales. La corrupción existente agrava las cosas, por la confusión entre los público y lo privado y crece la percepción entre los ciudadanos de estar dirigidos por sinvergüenzas y políticos interesados y al servicio de los intereses de la banca y las grandes corporaciones. En la medida en que no están dispuestos a cambiar esta política suicida para la economía y para los ciudadanos, uno de sus rasgos es el recorte de derechos y libertades públicas y el endurecimiento de la represión política y policial para intentar acallar las protestas. Algo que, dada la situación, equivale a intentar poner puertas al campo.

Frente a esta situación, las fuerzas convocantes de la movilización europea se plantean la necesidad de un cambio de rumbo urgente tanto en la economía como en la política. No se puede rescatar a la banca sino salvar a las personas, a los ciudadanos y a los jóvenes europeos y no hipotecar el futuro del medio ambiente y del planeta. Y es preciso democratizar Europa y democratizar la política. Para ello llaman a todos los movimientos sociales, partidos políticos, sindicatos, mareas, colectivos de todo tipo y personas, en general, para tomar las calles en toda Europa el 1 de Junio. En contra de lo que denominan el golpe de Estado financiero, por la democracia, la libertad y los derechos sociales y por la Europa de las personas.

Defienden la existencia de alternativas y soluciones. Demandan justicia social y ambiental, democracia participativa y transparencia. Defienden unos servicios públicos y universales. Exigen la realización de una auditoría ciudadana de la deuda que se considera ilegítima. La movilización convocada parte de la convicción de que con la Troika no hay ninguna esperanza. Solo los ciudadanos pueden desbloquear la situación actual e impedir una nueva tanda de recortes sociales en toda Europa, especialmente en los países del Sur. Para ello hace falta mucha movilización coordinada a nivel europeo que modifique la relación de fuerzas actual. En definitiva propiciar una perspectiva de futuro en la que cristalicen alternativas político-electorales que consigan el empoderamiento de los movimientos sociales y de la ciudadanía y cristalice en formas de democracia más participativa.

Aquí en España, la movilización está impulsada por Marea Ciudadana que convocó las grandes manifestaciones del 23 de Febrero, y que está formado por las mareas, entidades, movimientos sociales, partidos políticos progresistas, sindicatos de clase, etc. En fin, que no podemos faltar: el sábado 1 de Junio, nos vemos en la calle.

Agustín Moreno es profesor de Enseñanza Secundaria en Vallecas (Madrid) y miembro de la Marea Verde.

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